Las audiencias la semana pasada del Comité Judicial del Senado federal para Brett Kavanaugh, el ultra reaccionario nominado de Trump al Tribunal Supremo, dejaron en evidencia la farsa de la democracia burguesa así como todas las instituciones políticas de la sociedad capitalista.
Cada vez más, la lucha de los maestros, al igual que todos los trabajadores organizados, tiene que darse no solamente en contra de los capitalistas y su gobierno sino también dentro de sus propias organizaciones contra los oportunistas de la alta burocracia sindical.
La abrumadora mayoría de aquellos que van preso provienen de las capas más pobres de la clase obrera. La súper explotación de la población carcelaria resalta una vez más la hipocresía del sistema capitalista.
A pesar de inacción de la oposición política oficial, las masas en EEUU y a través del mundo se han solidarizado con las familias inmigrantes y opuesto tanto a las separaciones como las detenciones masivas.
La actividad reciente dentro del Tribunal Supremo es un recordatorio claro para la clase obrera. No podrá contar con los tribunales ni con las otras instituciones de la “legalidad capitalista” para mejorar sus condiciones de vida o avanzar en su lucha.
La falta de oposición seria al militarismo dentro del ‘ala demócrata’ de la clase capitalista estadounidense desmiente el mito sobre las supuestas diferencias fundamentales entre los partidos oficiales en EEUU. Como se refleja en el abrumador voto a favor del reciente presupuesto militar, ambos partidos están unidos en su defensa del imperialismo y su máquina de guerra.
Todas las facciones políticas de la clase capitalista en EEUU están unidas en el giro hacia la extrema derecha, lo cual incluye el uso de los inmigrantes como chivos expiatorios para expandir y fortalecer el aparato de represión estatal y la promoción del nacionalismo reaccionario.
Por Luis Soto
En los últimos días, los medios oficiales se han visto inundados con informes de familias inmigrantes separadas tras ser detenidas a lo...
Sin embargo, debe recordarse que esta campaña antiinmigrante no se inició con Trump ni se limita a las administraciones republicanas. Es una campaña llevada a cabo en EEUU por los dos sectores de la élite política, es decir, la clase capitalista en su conjunto.
Comentarios Más Recientes