Otra respuesta a TECCS con mucha camaradería

Por: Mao

Hemos recibido con gran entusiasmo la respuesta de lxs camaradas de Trabajadores y Estudiantes Comunistas por el Cambio Social (TECCS). Aclaramos y reconocemos nuestro error en presentarlos en el pasado escrito como Rebelde a Revolucionario.

Este esfuerzo en dar comienzo a una discusión seria sobre asuntos que envuelven la necesidad de construir un partido político de la clase trabajadora es una iniciativa revolucionaria.

En dicha iniciativa que arranco con nuestro escrito fuimos cuidadosos ante la responsabilidad de detenernos en asumir una postura sobre su pensamiento de lo planteado por Juan Antonio Corretjer (JAC) en Lares en la década de los 80. Aunque publicaron el discurso para la conmemoración del Natalicio 196 de Ramón Emeterio Betances no teníamos clara su posición sobre el Partido de Nuevo Tipo al que hace referencia JAC.

Ya con su respuesta podemos lanzarnos al debate en la lucha ideológica que muchas organizaciones independentistas se niegan a dar.

Para nosotros los debates ideológicos son principios democráticos que forman la visión política de las organizaciones y benefician el desarrollo de la conciencia de las masas trabajadoras y de la militancia que aspira a formar el partido revolucionario de nuestra clase.

Vamos a lo que vinimos camaradas

En el escrito titulado: “Una aclaración necesaria: Respuesta al PCPR”, dejan claro su propósito por el cual publican el discurso de JAC: “De Betances a Lenin”.

Para ustedes es necesario validar ese discurso, ven importante resaltar la figura de Betances como una revolucionaria, exponer las similitudes históricas a las que se enfrentó Betances y resaltar la persecución que recibió la Liga Socialista y su comandante JAC:

Cuando decidimos publicar el artículo De Betances a Lenin, lo hicimos, en primer lugar, para reconocer en su día la figura del revolucionario. En segundo lugar, con el propósito de exponer al lector las similitudes de la lucha de clases en diferentes eras históricas: la era de Betances en la lucha contra el imperio español en decadencia y transición, y la de Lenin, la era del imperialismo y la transición del feudalismo a una democracia burguesa capitalista anti zarista. Pero, además, lo hicimos para exponer el momento histórico en que la Liga Socialista Puertorriqueña y el Comandante Juan Antonio Corretjer sufrían de una persecución y represión violenta por parte del imperio y sus fuerzas represivas. Sin embargo, ante el escrito de Abayarde Rojo, nos impone una aclaración necesaria”- TECCS

Su introducción que los mueve a publicar el escrito es similar a la nuestra ya que la reacción del PCPR responde al intento de ser lo más objetivo posible con lo que JAC señala en ese discurso sobre el Nuevo Partido y ver como el TECCS lo asimila a la realidad actual. Nos han dado mucha tela para cortar.

Cada una de sus aclaraciones fueron innecesarias ya que en ningún momento ni sacamos a Betances de su contexto histórico como revolucionario y mucho menos obviamos resaltar la persecución y represión que JAC y la Liga Socialista pasaron. Aquí lo traemos directamente para redoblar la aclaración y no perdernos del contexto en lo expresado:

Betances logra desarrollar su vida como revolucionario en una América diversificada entre la esclavitud y la decadencia de una sociedad feudal que veía al incipiente sistema capitalista comenzando a imponerse en Europa y en ciertas partes de América. Vivió en tiempos donde el campesinado, los jornaleros agrícolas y los nacionalistas terratenientes representaban la fuerza revolucionaria para oponerse a las colonias de la corona española”- PCPR

Entendemos la época represiva en que destacó estas palabras Corretjer y sus ideas de un partido no estaban ajenas al momento. Resaltó esta concepción de partido comprendiendo que existían unas condiciones de carácter insurreccional en la década de los 80. Tiempos donde el bloque soviético doblaba el brazo del imperialismo yanki; donde la clandestinidad en América Latina era una necesidad para la formación de los partidos comunistas; donde la Unión Soviética pasaba por momentos de grandes divisiones ideológicas; y ante esto, Corretjer en su intento de motivación a las masas trabajadoras en Lares colocaba a Betances y a Lenin en el mismo contexto”- PCPR

No dejamos espacio para dudar del carácter revolucionario y la valentía de Betances, de JAC y de la Liga Socialista. Sin embargo, resulta necesario poner las cosas a la merced de la realidad material y tras la defensa de TECCS ante este discurso de JAC nos preguntábamos, ¿Cuán hondo puede esto haber calado en la conciencia de muchos pares comunistas para desarrollar la visión de construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora?

Nos mantenemos firmes en ese respeto que reconocemos por JAC.

El señalamiento que hacemos es directamente al asunto del partido marxista leninista en el discurso. Esto ya que tanto el TECCS y el PCPR se identifican como organizaciones marxista leninista y con todo el derecho revolucionario hacemos honor al legado de JAC de manera critica.

Veamos lo que claramente expresa JAC:

El partido marxista-leninista de los trabajadores puertorriqueños nacerá, crecerá en la clandestinidad; y saldrá de la clandestinidad para tomar revolucionariamente el poder” NO ANTES- JAC

No por el respeto que le tenemos a su personaje revolucionario debemos coincidir en todo con él.

Esto no fue la realidad ni tan siquiera de la Liga Socialista. El TECCS en su respuesta al PCPR reconocen el trabajo público que hacía la LS. Por tanto, estas palabras no coinciden ni con la misma realidad de la organización que dirigía JAC y añadimos para evitar tergiversaciones, que nos referimos a este discurso.

Si en otros discursos y documentos declaro algo diferente aquí no viene al caso, o si en la practica la cosa era distinta, dos cosas sobresalen:

1. falta de consistencia sobre la concepción de partido

2. el aspecto de la crítica-autocritica que confiamos que existía en la Liga Socialista ante sus principios democráticos de los marxistas-leninistas y que esperamos que le hayan señalado en aquel entonces ante este error que no aplicaba ni a su propia organización.

Sino fue así, nos corresponde ahora a nosotros señalarlo cuando se revive un discurso como este sobre concepciones de partido que llegan a la conciencia de nuestra clase trabajadora en la difícil tarea que implica organizar en la colonia.

Camaradxs:

¿Cómo validar este discurso sin que los sectores más avanzados de la clase trabajadora desarrollen una conciencia política revolucionaria para irse al clandestinaje sin la formación de su propio partido revolucionario? ¿Acaso la función leninista de partido no es promover y dar las herramientas para prender el motor de la conciencia política de la clase obrera en cualquier condición a la que se enfrenta? ¿No resulta más efectivo reconocer de manera crítica este discurso republicándolo con una posición de partido basado en la realidad actual? ¿Ha nacido el PCPR y TECCS bajo el clandestinaje en la actualidad?

Las necesidades políticas de la clase trabajadora en la actualidad están muy ajenas a este discurso. Mencionan que no están promoviendo la clandestinidad, pero a capa y espada defienden en su escrito la postura del clandestinaje de JAC sobre el partido marxista leninista.

Volvemos reiterar que no sólo la defienden en el contexto histórico en que emitió sus palabras, a parte, citan los casos fascistoides de Trump y grupos reaccionarios. Cabe destacar que una cosa no tiene que ver con la otra, en la medida en que un partido revolucionario de la clase obrera logre enraizar su carácter organizativo de manera inmediata será indispensable la formación de órganos de protección en momentos de represión. Cualquier organización que cree en la lucha de clases lo sabe y nosotrxs también lo reconocimos en el escrito haciendo referencia de que la toma del poder no será a través de besitos y cariñitos con la burguesía.

La ingenuidad no recae en la posición que traemos en nuestro escrito, en el cual se deja claro que no descartamos ningún método de lucha tal y como Lenin nos lo mostro con su visión de partido en el ¿Qué hacer?

Estamos conscientes de la situación y por eso no idealizamos el momento como si la clase trabajadora representara una amenaza en la actualidad para el capital. La pelea de Trump contra los demócratas es una pelea que arrastra una posición reaccionaria del pasado, de la Guerra Fría, donde la clase trabajadora representaba una amenaza para el orden de producción capitalista. También está muy fuera de contexto porque es un oportunista

Reiteramos que el partido revolucionario de la clase trabajadora se creara bajo las condiciones actuales y bajo condiciones que la realidad material vaya imponiendo.

Para nosotros es errónea esa posición que trae JAC sobre el partido y en esta cita que tratan de explicarlo en su escrito complica aún más la cosa:

Cuando Corretjer señala que el partido comunista marxista-leninista nacerá y crecerá en la clandestinidad es porque reconoce que la democracia burguesa es un periodo transitorio donde una vez la clase trabajadora tome consciencia de su fuerza, que un mundo libre de explotación es posible, sus libertades y derechos civiles serán arrebatados por la amenaza que representa esta clase al sistema con su vanguardia revolucionaria comunista”- TECCS

¿Quiere decir esto entonces que la clase trabajadora no tomara conciencia dentro de la democracia burguesa? Para el beneficio de la duda, ¿quieren decir que ese periodo transitorio se dará en el clandestinaje y no cuando la clase trabajadora tome el poder?

Camaradas el orden de producción capitalista nos ha formado como clase trabajadora, desde esta perspectiva hemos ido adquiriendo la conciencia de entender las contradicciones del sistema capitalista que desde su arranque subordino a las mayorías que producen las riquezas.

Son estas contradicciones las que nos han formado como comunistas y las que han llevado la conciencia de clase hasta su máximo nivel a construir en el mundo partidos obrerxs y comunistas. Los cuales, ante el desarrollo de esa conciencia y su propio partido, trascienden hacia una etapa superior en el proceso de la toma del poder y para la defensa de esa conquista es necesario constituir un ejército revolucionario y no un grupo clandestino para hacer frente a la represión.

Las experiencias de Marx, Lenin y los Bolcheviques en su lucha por organizar políticamente a los trabajadores/as, nos enseña a reconocer que construiremos una sociedad más avanzada desde los cimientos de la sociedad actual, desde el orden de producción que ha formado toda insatisfacción por conseguir medios de subsistencia para las mayorías que con nuestro trabajo producimos las riquezas.

Por eso los trabajadores/as debemos dar catedra democrática. Eso implicara tomar las armas del socialismo científico para ponerlas a disposición de la clase obrera mucho más allá de hacer abuso del concepto del comunismo. Los elementos tácticos surgirán para promover una acción política más efectiva en la medida en que logremos adaptar las necesidades de nuestra clase en la actualidad y en ese sentido, a la clase trabajadora se le presentara, no hay de otra, chocar con la democracia burguesa.

De pasarle por encima a esa realidad si es ingenuidad y algo sumamente anti-materialista.

Dejamos claro para que no haya espacio de irse por la tangente, no estamos planteando nada a favor de apoyar las elecciones burguesas actualmente, la democracia burguesa la vemos dentro de unas condiciones dadas y heredadas de un sistema económico que no da para más y en cuanto las y los trabajadores entiendan esa incapacidad transformaran esa democracia burguesa a una democracia obrera.

Estamos reconociendo como lo hizo Lenin y los Bolcheviques, las cuestiones tácticas de luchar dentro de los escenarios que tenían presentes. Nosotros como clase trabajadora tenemos un panorama político interesante que no podemos dejar perder con el estribillo de que la “lucha es en la calle”. Es mucho más que eso y nos tocara organizarnos dentro de parámetros donde vamos a rozar con la democracia burguesa nos guste o no. Es una realidad material histórica.

Los bolcheviques a partir de su III Congreso impulsaron la táctica de luchar al lado de la burguesía revolucionaria para acelerar la caída de la autocracia y lograr libertades democráticas en una república burguesa. No podía haber revolución burguesa sin un proletariado fuerte y bien organizado.

Este era el panorama de los Bolcheviques, actualmente los trabajadores representan en cantidad un numero aplastante de la población a nivel mundial y en términos de la producción son la pieza clave que hacen funcionar todo en el planeta. Podemos contar con la burguesía liberal y la pequeña burguesía en la medida en que entiendan quien es la clase revolucionaria y sigan su programa político a imagen y semejanza de los intereses de esta clase. De no hacerlo, la propia clase obrera le pasará por encima y hará desaparecer estos sectores atrasados.

Para el PCPR lograr ese proletariado fuerte y posicionado políticamente, será necesario constituir consejos de trabajadorxs. Que no solo fortalecerán a los trabajadores/as meramente en ese ensayo político inmediato, sino que serán la caldera más directa para enfilar trabajadores/as hacia la construcción del partido revolucionario.

En contraparte de lo que JAC dice en su discurso y que TECCS valida en la actualidad, no podemos forjar la conciencia de un partido marxista leninista en el clandestinaje. Debe ser desde ya. En estos momentos pueden consolidarse fuerzas obreras políticamente independientes a la burguesía que ayuden al desarrollo del partido revolucionario.

Ustedes mismos lo reconocen en su escrito, pero nos confunden al validar ese discurso.

Convergencias del PCPR con TECCS

Dejamos a un lado por un momento su defensa desmedida a JAC en su declaración en Lares para coincidir completamente con esta posición presentada en su escrito:

Un sistema que se proyecta como una democracia burguesa dentro de la colonia, pero que en cualquier momento las condiciones pudiesen cambiar radicalmente e ilegalizar toda organización revolucionaria comunista y por tal razón los comunistas revolucionarios debemos estar atentos al momento histórico en el que vivimos.”

Coincidimos que el orden jurídico está subordinado por la burguesía. Quien pone y pondrá freno a cualquier intento de organización de las masas trabajadoras.

No obstante, esto se radicalizará como bien mencionan, en la medida en que los sectores más avanzados de la clase trabajadora presentan una alternativa política independiente a los partidos burgueses o si se dan intentos de unificación obrera, aunque sea de manera espontánea. Lo vemos a cada rato cuando sectores obrerxs unifican su esfuerzo organizativo: la burguesía comienza a generar proyectos de ley que prohíben el avance político.

Ante esto hay que ver con objetividad las clases que representan ahora mismo un frente de fuerza en la lucha política. Ya que la lucha de clases también envuelve los antagonismos entre la propia clase burguesa y aunque los trabajadores estén presentes en las espontaneidades del momento de la lucha en la calle, están dirigidos por la pequeña burguesía en ese accionar particular.

En ese sentido, las políticas represivas, aunque si pueden afectan a la clase trabajadora, en estos momentos van dirigidas hacia los sectores políticos de la pequeña burguesía.

Esto lo reconoce un canalla como Trump al burlarse de un socialista utópico como Bernie Sanders y Alejandra Ocasio, porque sabe que no representan ninguna amenaza al sistema capitalista que no sea bajarlo a él de su protagonismo político en esta coyuntura.

Acá en Puerto Rico otro igual de canalla como Rivera Schatz se mete en un bolsillo a cada rato a los sectores pequeño burgueses acorralados en el MVC y el PIP. Este sabe bien que no le harán ni cosquillas al capital y lo más que alcanzaran será retirar a los personajes obsoletos de la vieja maquinaria de los llamados partidos tradicionales mientras surgen otros bandos nuevos de la burguesía conservadora que ya se ven venir en el Proyecto Dignidad.

Por tanto, ese partido revolucionario consciente de la lucha de clases debe anclar en la distinción de la represión.

Ahora bien, en realidad a quien busca neutralizar esa política represiva de la burguesía conservadora es a quien representa una amenaza política actualmente, que es a quien sigue la clase trabajadora. Es decir, a esa burguesía liberal y pequeño burguesa que le resulta un estorbo político para sus fechorías y su intento por hacer resurgir elementos conservadores de la sociedad capitalista.

En esa diferencia podríamos remontarnos en los tiempos en que dio inicio la revolución bolchevique. Cuando en 1905 surgió la revolución rusa la clase trabajadora representaba una amenaza real para el gobierno zarista. Cuando las huelgas obreras se llevaban a cabo generaba una cacería que terminaba asesinando a los trabajadores. Así lo vamos observando en distintos países, mientras se empuja hacia la organización obrera el giro de los aparatos represivos toman un carácter asesino.

No es que en estos momentos la clase trabajadora no reciba represión del estado, solo estamos observando lo que implicaría un avance represivo y como la misma clase trabajadora lo atiende como lo hizo en Rusia y otros países. Formando cuerpos casi militares para protegerse en toda batalla contra la burguesía.

Poner en perspectiva este aspecto de la represión añade a lo que aportan los camaradas de TECCS para comprender donde estamos parados como clase antes de entender que representamos una verdadera amenaza al capital. Nos ayuda a sacarnos de la cabeza en defender la idea de que un partido marxista leninista nacerá ahora en la clandestinidad.

La concepción de la clandestinidad dentro del contexto de clases

Dentro de la distinción que debemos hacer resulta necesario mirar la necesidad del clandestinaje dentro de una perspectiva de clases.

En los tiempos de JAC muchos países de América Latina adoptaron la política del clandestinaje desde una posición nacionalista. Se entiende ante la realidad de Latinoamérica en aquella época donde el imperialismo estadounidense estaba en su proceso de expansión y en muchos lugares como en Cuba se dio la concepción de una segunda liberación nacional sometida ahora al capital estadounidense y no a la monarquía española.

En América Latina la composición de la lucha clandestina apuntaba a funcionar como un frente guerrillero donde se reunían diversos grupos políticos y clases sociales. No tenían un carácter ideológico revolucionario en el sentido de la toma del poder por la clase trabajadora. Su visión imperialista se basaba en la lucha contra el imperialismo yanki y la liberación nacional. La influencia comunista siempre estuvo presente por el apoyo que dio la Unión Soviética a los movimientos de liberación nacional y a sus guerrillas, aunque como señala TECCS estaban en una decadencia ideológica significativa y vieron un carácter más representativo en los movimientos comunistas maoístas de liberación nacional que surgieron en Asia para aquellas épocas.

El movimiento guerrillero cubano en un principio se caracterizó por una visión nacionalista. Las propias condiciones de progreso revolucionario que se estaban dando en Cuba y en otras partes del mundo transformaron la revolución en una socialista.

De otra parte, el carácter clandestino que caracteriza el trabajo político de los soviets fue diferente.

Bajo su fortalecimiento en 1905 en San Petersburgo se vieron en la obligación de trabajar bajo el clandestinaje en la difusión de su mensaje político. Los momentos revolucionarios de esa época marcaron un punto culminante para el desarrollo de la fuerza política obrera en Rusia.

Fue con tácticas clandestinas y conspirativas que los soviets comenzaron a imprimir y repartir su propaganda. Desde un inicio se dieron cuenta que esto era una limitación para poder ampliar su trabajo. Con el trabajo bajo estas condiciones no podían llegar a las masas y una vez lograron dar marcha a un trabajo más amplio, automáticamente quedo abierto y no sólo buscaron presionar al gobierno zarista y luego al burgués desde un ataque o confrontación directa, sino que la fuerza era concentrada para dominar administrativamente los centros de trabajo y las imprentas de Rusia. Tanto así que ejercieron la dictadura proletaria desde el arranque impidiendo que la burguesía imprimiera sus documentos y con esto se imponían para matar en la raya la influencia ideológica burguesa en las masas trabajadoras y campesinas.

Cabe destacar que Rusia no era una colonia en el sentido jurídico, pero en el sentido económico estaba subordinada a los países imperialistas de la época como Francia e Inglaterra.

Con esto dejamos otra faceta de análisis cuando se toca el clandestinaje.

Los Soviets, el partido y las masas obreras

Los acontecimientos revolucionarios en Rusia ante la creación de los soviets muestran esa dinámica entre el partido y las masas obreras. Aquellos partidos que jugaba un papel de dirección, en aquel entonces el Partido Social Demócrata ruso primero y luego el desarrollo del Partido Comunista Bolchevique vieron su fuerza ante la doble dirección que ayudó a formar a los soviets mientras fortalecía a los partidos revolucionarios para regar como pólvora la creación de los soviets en las fábricas y en las instituciones del estado ruso.

Una vez pudo concretizarse la reciprocidad política entre el partido y las masas trabajadoras organizadas en los soviets afloró la conciencia revolucionaria del proletariado que entendió la capacidad de los soviets como autoridad política obrera y la dirección que ejercía el partido bolchevique para conquistar la toma del poder político. En esta dinámica surgió la conciencia de que el partido político revolucionario era pieza clave como dirección para la conquista del poder. Los Bolcheviques se adentraron en los soviets y estos terminaron confiando en ellos sin esforzar ningún proceso. Se comprendían las condiciones en cada nivel en que se transformaban y se trazaban las tácticas de lucha según estas condiciones.

Principio básico del trabajo clandestino”

No podemos dejar pasar algo tan importante en cuanto al clandestinaje. Primero no estamos en contra de éste, pero nos tomamos tan en serio el asunto que cuando hablamos de clandestinidad, evitaríamos divulgar cualquier comunicación interna entre organizaciones.

En el escrito de TECCS se ventilaron públicamente comunicaciones internas nuestras y todavía no entendemos por qué. Saben que hemos hablado con ustedes sobre el trabajo en el que estamos enfocados. Nos han puesto en la obligación de aclarar que si estuvimos en el primero de mayo y le mencionamos que no estaríamos como partidos identificados en la marcha, sino que marcharíamos junto con nuestra clase trabajadora y cubriríamos la actividad.

Lamentamos que la prensa burguesa los haya confundido con nosotrxs.

También queremos dejarles saber que nuestro interés siempre ha sido el debate ideológico con los sectores independentistas y más con nuestrxs pares revolucionarios. Nos sentimos un poco defraudados en el sentido en que dudaron en que nuestro interés verdadero era debatir.

Dejamos este hilo de debate abierto aclarando y reconociendo las limitaciones que tenemos como trabajadores/as para el trabajo político. S nos demoramos en otra respuesta es porque estamos dando prioridad a la reorganización del partido.

Los invitamos directamente desde aquí a reunirnos y comenzar este debate en persona entre organizaciones. Muy agradecidos que iniciemos esto y esperamos fortalecerlo.

Un fuerte abrazo comunistas camaradxs.

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