De Betances a Lenin: Breve respuesta a discurso histórico de Corretjer en Lares, publicado en las páginas de Rebelde a Revolucionario

Por: Mao

Semanas atrás conmemoramos el natalicio de Ramón Emeterio Betances. Revolucionario de Puerto Rico que logro comprender las contradicciones de la lucha de clases en el contexto histórico en el que le tocó vivir. Actividades y republicaciones conmemorativas de su aporte histórico recordaban el legado de la lucha por la independencia que nos dejó el padre de la patria.

Entre las republicaciones llamo la atención una que apareció en la prensa digital de los camaradxs de Rebelde a Revolucionario (RaR) sobre un discurso enunciado por Juan Antonio Corretjer en el Grito de Lares para la década de los 80.

El discurso de Corretjer nombrado: “De Betances a Lenin”, plantea una posición concreta de la formación de un partido marxista-leninista. En su posición Corretjer concluye sobre la formación del partido revolucionario de la clase obrera de la siguiente manera: El partido marxista-leninista de los trabajadores puertorriqueños nacerá, crecerá en la clandestinidad; y saldrá de la clandestinidad para tomar revolucionariamente el poder NO ANTES.

De cara al Dia Internacional de la clase trabajadora y lo difícil que ha sido formar un Partido Comunista en la colonia, como aspirantes a construir ese partido de la clase obrera, tenemos la responsabilidad de poner en contexto las líneas que replica RaR del discurso de Corretjer.

Siendo responsables, no entraremos en una crítica directa a los camaradas de RaR, ya que su posición no queda completamente clara sobre lo planteado por Corretjer en este escrito. Sin embargo, asumimos que es un asunto que deben estar discutiendo por el interés de publicarlo en sus paginas para que nuestra clase trabajadora conozca esa perspectiva de un partido marxista-leninista.

Coincidimos con la introducción que hacen refiriéndose a lo expuesto que estamos tras los cambios frecuentes que pueden darse en cuanto a la necesidad de crear un partido marxista-leninista bajo condiciones clandestinas: “Un sistema que se proyecta como una democracia burguesa dentro de la colonia, pero que en cualquier momento las condiciones pudiesen cambiar radicalmente e ilegalizar toda organización revolucionaria comunista y por tal razón los comunistas revolucionarios debemos estar atento del momento histórico en el que vivimos.

Veamos más los planteamientos directos de Corretjer hasta tener una posición concreta de los camaradxs de RaR. Acá dejamos también el enlace para acceder al documento completo:

https://derebeldearevolucionario.com/2023/04/08/conmemoracion-del-196-natalicio-de-ramon-emeterio-betances/

“De Corretjer a la actualidad”

Corretjer claramente en su discurso promueve la clandestinidad como método organizativo necesario para las masas obreras y para la construcción del partido. Recurre en su analogía a montar en el mismo barco revolucionario a Betances y a Lenin. Pasando por alto las diferencias históricas de los elementos transitorios de los modos de producción que vivieron ambos.

Un análisis que pierde la concepción materialista y dialéctica de la legalidad o la ilegalidad de organizar un partido comunista. Todo lo pone en un mismo frasco. “Betances nunca organizo para la Legalidad”- Corretjer

Betances logra desarrollar su vida como revolucionario en una América diversificada entre la esclavitud y la decadencia de una sociedad feudal que veía al incipiente sistema capitalista comenzando a imponerse en Europa y en ciertas partes de América.

Vivió en tiempos donde el campesinado, los jornaleros agrícolas y los nacionalistas terratenientes representaban la fuerza revolucionaria para oponerse a las colonias de la corona española.

No había forma de contemplar un cambio revolucionario con aspiraciones democráticas, ya que las repúblicas democráticas burguesas aun no estaban del todo desarrolladas en América. Por tanto, la organización política ilegal era prácticamente la única solución con la que contaban aquellos sectores de las clases sociales más subordinada económicamente.

Corretjer en su análisis pensaba que la legalidad de una organización política forjaría la organización de la ilegalidad o la formación de un partido clandestino: “si alguna vez se embosca en la semilegalidad será para organizar la ilegalidad: el abolicionismo, la Boycoteadora, la Torre del Viejo, etc”- Corretjer

Entendemos la época represiva en que destaco estas palabras Corretjer y sus ideas de un partido no estaban ajenas al momento. Resalto esta concepción de partido comprendiendo que existían unas condiciones de carácter insurreccional en la década de los 80. Tiempos donde el bloque soviético doblaba el brazo del imperialismo yanki; donde la clandestinidad en América Latina era una necesidad para la formación de los partidos comunistas; donde la Unión Soviética pasaba por momentos de grandes divisiones ideológicas; y ante esto, Corretjer en su intento de motivación a las masas trabajadoras en Lares colocaba a Betances y a Lenin en el mismo contexto.

Donde se aleja por completo de un análisis dialectico, es al atar a Betances con Lenin en su mala interpretación del Nuevo Partido que se proponía en Rusia. Corretjer descarrila en su discurso la intención de la concepción profunda de un partido de Nuevo Tipo. “Ese partido de Nuevo Tipo, creado por Lenin, es uno creado para organizar y desarrollarse en la clandestinidad”- Corretjer

Esto no es del todo cierto. Esas palabras están fuera de contexto histórico e ideológico. Minimiza la importancia amplia de lo que fue el partido de nuevo tipo. Corretjer malinterpreto las condiciones específicas que implicaron una necesidad particular en constituir un partido obrerx en el clandestinaje en Rusia.

Menciona que la Liga Socialista se preparaba para estudiar el ¿Qué hacer? De Lenin:

“Se lee y se lee y no se toma en cuenta este detalle de la clandestinidad”- Corretjer

En su empeño por destacar que el partido de nuevo tipo se crea para organizar y desarrollar el clandestinaje represento una debilidad ideológica que hay que atender para no caer en ese error de una interpretación liviana de la concepción de un partido leninista. Estas ideas se llevaron al interior de un grupo político y lo que preocupa es cuanto han podido transcender a nuestra realidad actual. Es esto precisamente lo que nos lleva a reaccionar. ¿Cuán hondo puede esto haber calado en la conciencia de muchos pares comunistas?

Primero, el partido de nuevo tipo que se plantea en el ¿Qué hacer?, no era un partido marxista – leninista. Los partidos marxistas-leninistas se consolidan luego de las muestras históricas progresivas que dejaron la toma del poder político obrero en Rusia.

Es importante comprender que no es lo mismo, que un partido revolucionario de la clase obrera tenga que verse obligado a organizarse clandestinamente según las condiciones a las que se enfrenta, a que su enfoque sea dar paso a organizar para la clandestinidad.

Muchxs comunistas aprendimos de Lenin a que “todos los huevos no se colocan en la misma canasta”. Por tanto, los comunistas no descartamos ningún método de lucha y aunque las condiciones a las que los bolcheviques se enfrentaron para organizar ese partido con trabajo conspirativo y clandestino, el Que Hacer va mucho más allá de la concepción de clandestinaje.

En esta obra de carácter político la gran genialidad es tratar de verla más allá de lo concreto. En ella Lenin hace uso del método dialectico de estudio y un análisis materialista en el que recogemos el lado abstracto que implica. Es decir, la importancia del partido como herramienta en el fortalecimiento ideológico de la clase obrera. Cosa que destacamos por que no solo es un partido que se crea para una táctica de lucha especifica como el clandestinaje, sino para la toma del poder político.

Lo concreto son las condiciones en que se desarrollan. Donde Corretjer ve solo la clandestinidad. Y lo abstracto representa esa visión más allá de ver ese partido de nuevo tipo como uno que prepara el pensamiento ideológico de la clase obrera para dirigirse políticamente. La importancia que Lenin dedica al Iskra (periódico revolucionario) en el ¿qué hacer?, como órgano de prensa de organización y educación política, demuestra que el partido es mucho mas que un aparato organizativo de la clandestinidad, aunque haya tenido que desarrollar su trabajo en el clandestinaje.

En el ¿Qué hacer?, Lenin para proponer un partido diferente, de nuevo tipo, recoge toda la experiencia de las luchas campesinas en Rusia y de ellas saca la táctica de la clandestinidad. Fue una realidad histórica y concreta para elevarla a una lucha de carácter político democrático, al Rusia contar en aquel entonces con una gran masa de campesinos. La agilidad de Lenin para un accionar concreto fue captar el desarrollo de las luchas campesinas y adaptarlas a los adelantos políticos que sobrepasaron el orden de la retrograda sociedad zarista.

El partido de nuevo tipo no es desarrollado para fomentar la clandestinidad. Se construyo así por necesidad. Cosa que no podemos dar por hecho en nuestra realidad actual sin antes poner en marcha un análisis serio de los aciertos y desaciertos que han implicado la concepción de partido que destaca Corretjer

Lenin enfatiza en la clandestinidad como un elemento necesario para hacer frente a las fuerzas represivas zaristas. Una realidad en el atraso político difícil de evitar en su época.

Nunca mantuvo una visión estática de negarse a la necesidad de luchar por la revolución democrático-burguesa. En ese hilo dialectico es que reside la importancia del desarrollo de la conciencia y el pensamiento revolucionario de la clase obrera. El partido de Nuevo Tipo no debía descartar la batalla en el parlamento burgués que se creó luego del golpe revolucionario al zarismo en Rusia.

Esta razón da paso a que el partido bolchevique se inserte en los consejos obreros (soviets), los que posteriormente se colocan con una posición fuerte en el gobierno provisional. Y de minoría pasan a ser una mayoría aplastante.

Es por lo que es importante, que los obreros hoy, entendamos la necesidad de organización política independiente a los partidos burgueses. En la que el partido marxista-leninista representa un papel de suma importancia para la toma del poder de las masas trabajadoras.

La obra del Que Hacer reducirla a una táctica – estrategia de clandestinidad es reducirla a un aspecto espontaneo de un momento concreto.

Analizamos este discurso dentro de las condiciones críticas a las que Corretjer se enfrentó. Lo hacemos con respeto a su lucha, a su pensamiento revolucionario y con uno de los valores más significativos que caracteriza a los comunistxs, con crítica y autocritica política y debate ideológico.

Sin rechazar la clandestinidad ni otros métodos de lucha política

Somxs honestos con nuestra clase, la toma del poder no será con cariño entre clases. En eso estamos con Corretjer completamente.

No obstante, el partido marxista-leninista se construirá en la legalidad o la ilegalidad. Independientemente de las condiciones los trabajadores/as debemos entender la necesidad de formarlo. En este momento histórico desde el saque ese partido revolucionario debe llenar sus filas con los cuadros más adelantados de la clase trabajadora.

La clandestinidad no la rechazaremos nunca. En el PCPR entendemos que ese partido debe ir desarrollando las raíces para poder fortalecer la conciencia ideológica y política de nuestras masas trabajadoras. Con las raíces solidas tendremos más fortaleza para concretizar las acciones políticas en cada momento histórico en la clandestinidad o de manera legal. Sin ataduras a una única estrategia o método de lucha

Ese partido debe contar con esos elementos humanos de la Juventud Comunista de Rebelde a Revolucionario para avanzar en las áreas de trabajo de educación política y organizativa. La cuales son una prioridad inmediata en nuestra realidad. Con esto damos paso a la consolidación de un órgano de prensa revolucionario capaz de contrarrestar la influencia ideológica de la prensa burguesa.

Cuidar nuestro trabajo sin caer en la pasión de la adrenalina de enfrentar tu a tu a los monstruos de la burguesía sin antes echar las raíces de un partido solido de carácter político e ideológico. Lo contrario sería muy peligroso.

Con mucho respeto revolucionario admiramos la valentía de de “siete pares” que tuvo Juan Antonio Corretjer y la Liga Socialista. Abrimos este hilo de debate ante el ánimo de que en el vacío político que se experimenta en Puerto Rico, el tiempo de las alianzas que se lleva a cabo por la burguesía liberal y la pequeña burguesía no permita que los comunistas nos quedemos atrás. Solo que nuestra fuerza y unidad no se debe pegar con el chicle eleccionario sino con el debate ideológico revolucionario.

Fuerte abrazo comunista para los camaradas de Rebelde a Revolucionario. Nuestras páginas de ARD están abiertas también para ustedes camaradas.

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