Por: Mao
En la tarde del domingo grupos de extrema derecha dirigidos por los ideales fascistas de Jair Bolsonaro, atacaron varias instituciones gubernamentales en Brasil. Lo que viene reproduciendo olas fascistas parecidas a la de los trumpistas en el Congreso de Estados Unidos el 6 de enero del 2021. Los bolsonaristas realizaron una serie de ataques en el Congreso, en el Palacio Presidencial y en la Corte Suprema. Al igual que los grupos reaccionarios simpatizantes de las políticas racistas de Donald Trump en Estados Unidos, estos no aceptan la victoria de Lula en las últimas elecciones presidenciales en Brasil. El afán que distingue a estos grupos no es aislado a sus posiciones políticas que destacan el lado más retrógrada de los capitalistas. Buscan restablecer el orden económico capitalista con una visión que representa una forma de explotación arraigada a modelos obsoletos, tanto en el orden económico como en cuanto a los valores más absurdos que la humanidad ya ha ido descartando a través del tiempo.
Estos grupos están resurgiendo en varios países y cada vez se convierten en un peligro social a nivel internacional. Lxs trabajadores en Puerto Rico no podemos aislarnos de esto, ya que tenemos bien cerca a ciertos grupos conservadores que replican las posiciones ultraconservadoras que caracterizan las políticas fascistas como las de Bolsonaro y Trump. Recordemos el apoyo que una figura política como Jennifer González le brindaba al gobierno del patán de Donald Trump. También no olvidemos la complicidad del silencio que destacó a los políticos ultraconservadores del país cuando los seguidores de Trump asaltaron el Congreso de Estados Unidos.
Ahora bien. Existe también una preocupación que lxs trabajadores conscientes debemos estar alerta. Nos referimos a la debilidad que representan las políticas reformistas de la llamada izquierda liberal. Las mismas componen un elemento político vago dentro de la lucha de clases, que sirve de nutriente para el resurgimiento de estos grupos fascistas y su ideología atrasada. Estas lecciones ayudan a revivir la conciencia que debemos generar para que la visión reformista de la pequeña burguesía y la burguesía liberal no nos descarrile del dominio como clase que debemos ejercer ante la burguesía que se divide en conservadores y liberales.
La victoria de Lula se quedará corta ante tanto poder que tienen los fascistas en Brasil. Cuando el PT estaba en el poder fue sacudido por casos de corrupción y lo más que debemos repudiar a las acciones del PT, fueron las alianzas que establecieron con sectores de derecha que hoy pretenden arrebatarle su victoria. Para nada esto representa una ingenuidad, sino que es parte de una visión social demócrata o de socialismo burgués que no dará marcha atrás a su convicción en la coexistencia de una clase con la otra. Esta ilusión es absurda y no nos debe engañar. Aquí otro ejemplo más con las acciones fascistas en Brasil esta vez.
Por eso lxs comunistas una y otra vez insistimos en que es la clase trabajadora organizada políticamente, independiente a los partidos burgueses, la única capaz de poder sacar del camino todo el atraso que representan las políticas de lxs burgueses fascistas para el bienestar social. A través de la creación de consejos obreros podemos consolidar esfuerzos de unidad a nivel internacional para contrarrestar el fascismo que revive en el mundo.