Por: Mao
El consorcio encargado de la transmisión y distribución de la energía eléctrica en Puerto Rico, Luma Energy, anunció el miércoles, 29 de junio del 2022, su séptimo aumento en la factura de luz. La empresa alega que la razón del aumento es por el alza en la compra del barril de petróleo. Lo que trae como resultado un aumento en el costo del Kilovatio (kW/h). Es decir, un cliente residencial con un consumo promedio de 800 kW/h por mes pagará por el servicio de energía eléctrica 33.4 centavos por kW/h, comparado con 28.82 centavos por kW/h que pagaba el trimestre anterior. Este nuevo aumento fue notificado por el presidente del Negociado de Energía, Edison Avilés Deliz. Quien es un burócrata que formó parte del contrato de Luma Energy y su representación de intermediario es enconder el saqueo de la empresa en su intento de acumular riquezas con lo último que queda de la producción de energía eléctrica a través del petróleo y gas natural en la isla.
Cuando Avilés anunció el aumento, destacó la necesidad de movernos a la energía renovable: “el factor que más continúa incidiendo sobre el costo del servicio eléctrico en Puerto Rico es el precio a nivel internacional del petróleo y de otros combustibles fósiles. Reitero mi llamado a que todo el país, y muy particularmente la Autoridad y LUMA, se enfoquen en la transición a energías renovables, particularmente con proyectos solares de gran escala. De lo contrario, seguiremos secuestrados por las fluctuaciones en los precios del diesel y del gas natural”, mencionó Avilés. Este señor hace bien su trabajo como representante del capital. Promueve un nuevo mercado que se avecina y que cada vez está tomando fuerza en Puerto Rico y el mundo. Los capitalistas y sus títeres en su búsqueda de transformar una necesidad humana en mercancía, para cambiarla por dinero, primero atienden lo fundamental: ¿Cómo vender esa necesidad? Las masas trabajadoras y el pueblo en general tanto aquí como el mundo estamos conscientes de esa necesidad de transformar la producción energética en una renovable.
Sin embargo, no caemos en los cantos de sirena en aceptar que un aumento en la energía eléctrica se deba al alza del barril de petróleo, ya sea por la guerra en Ucrania, la Pandemia, la transformación a energía renovable o cualquier otro invento de la burguesía. Esto es una mentira crasa que pone ante nuestros ojos cómo funciona la lógica del modo de producción capitalista. Cierto es que los mercados petroleros ya son zombies. Están exprimiendo lo último de su producción para obtener las ganancias que le quedan en ese mercado.
En esa dirección se mueve el señor Avilés. Esta muy al tanto de las inversiones en el mercado de la energía renovable y crea las bases para influenciar a la población en cuanto a que estas vayan moviéndose a la compra de placas solares, poniendo de pretexto la dependencia del petróleo y el séptimo aumento de la energía eléctrica que propicia Luma.
La realidad está muy lejos de eso. Es evidente la crisis en la acumulación de capital en el sector petrolero, pero este tiene una gran cantidad de reservas de petróleo en Estados Unidos y demás partes del mundo que no tendríamos que estar pagando ni la gasolina tan cara, ni la energía eléctrica, ni ningún otro producto derivado del petróleo si no viviéramos en un régimen que se basa en la compra y venta de una mercancía para acumular riquezas en manos de las minorías capitalistas. Quienes se encuentran en pugna ante la tendencia de crisis petrolera. Están los capitalistas que no han logrado poner su dinero en el mercado de la energía renovable, también están los que sí colocaron sus capitales en la energía renovable pero aun pretenden seguir ganando cada centavo del negocio del petróleo y gas natural, y están, los capitalistas que decidieron invertir de lleno en ese mercado nuevo de la producción eléctrica con fuentes energéticas renovable.
El combate es tan duro que los mismos capitalistas agrupados en el Instituto Estadounidense del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) y la asociación Fabricantes estadounidenses de Combustibles y Petroquímicos (AFPM) han desmentido a Biden planteando que el problema del petróleo antecede a la guerra de Ucrania. Plantearon lo siguiente en una carta a Biden: «la situación actual no se materializó de la noche a la mañana y no se resolverá rápidamente«. Confirman lo que decíamos arriba sobre las reservas de petróleo que tiene Estados Unidos y que aliviarían el elevado costo del petróleo. Como capitalistas petroleros piden a Biden que abra las reservas para poder vender más barato: “las refinerías de EE. UU. están operando al máximo o casi al máximo de su capacidad, las refinerías funcionan al 94 % de su capacidad, una de las más altas del mundo, y producen más gasolina y gasóleo que la demanda actual de Estados Unidos”, mencionaron las agrupaciones.
Con las revelaciones de los mismos capitalistas estamos claro que no se trata de una escasez absoluta de petróleo, sino del “negocio, socio”. Poniendo nuevamente su necesidad en reproducir la acumulación de capital sin importar cuanto afecte a la humanidad. Su lógica es hacer rentable una mercancía. Por eso debemos estar claro que Luma y su representante del negociado, nos engañan. Mejor dicho, todo el régimen del capital nos engaña en justificar otro aumento y poner en nuestros hombros un costo de vida cada vez más caro mientras se da la carrera entre capitalistas por quien logra la mejor tajada de riquezas en este mercado.
Volviendo a Luma, el proceso en que se mueve el mercado no quita del medio que esta empresa vino a saquearnos. Lo que si nos revela es que vino agotar lo último que queda de la producción petrolera y por eso no nos emancipamos de cómo se mueve el capital a nivel internacional. No obstante, cuando la AEE estaba completamente bajo la dirección de una junta del gobierno colonial era similar. De esto debemos estar consciente porque el desarrollo de la privatización fue dándose paulatinamente. Ahora vemos una versión de privatización con esteroides y ante eso es que debemos revertir este contrato.
Revertir este contrato no equivale a hacerle el juego al estado colonial y poner en sus manos la AEE nuevamente. Los efectos del alto costo de la energía eléctrica impactan con mayor fuerza a clase mayoritaria, que somxs nosotrxs la clase trabajadora. En ese sentido, estamos pasando por situaciones de miseria y recibiendo el mayor peso de la crisis del capital. Aún así, nos estamos dejando conducir políticamente por la ideología burguesa. La situación en el aumento de la luz y el mal servicio está afectando a la burguesía de menor capital en la isla y es la que empujará al estado a revertir el contrato de Luma o a cuadrar algún acuerdo que les convenga. Su interés será revertirlo para que caiga en manos del estado colonial o de un nuevo estado de la burguesía liberal que tale el camino para las inversiones de la energía renovable y todo su andamiaje alternativo de una economía capitalista “moderna”.
La visión de carácter burgués con una perspectiva liberal o independentista ha calado hondo en las mentes obreras. Hasta en las más conscientes y organizadas. A pesar de que la UTIER y sus líderes siempre le han bajado con la verdad al pueblo, esta se ha dejado calcinar por el sector legalista de la burguesía local. La confianza que le han dado a los cuerpos represivos del estado capitalista como las demandas llevadas a cabo en la corte federal para destituir el nombramiento de los miembros de la JCF y la demanda para cancelar el contrato de Luma, llena de ingenuidad colectiva al liderato de la UTIER. Estamos conscientes que ante la desesperación que atropelló la situación a la que se enfrentaron y el vacío político que existe en el país, no quedaba otra opción que recurrir a la dirección de la burguesía nacional. Una dirección llevada a cabo por abogados como Rolando Emmanueli.
“Ya lo hecho, hecho está”. No obstante, si hay algo que nos enseña el materialismo histórico, es a pasar de un estadio inferior a uno superior. Lo que nos debe ayudar a reflexionar sobre la confianza que le seguimos dando al estado capitalista. Con la conciencia acumulada por años de estudio sindical es hora de comprender que solo la clase obrera con su dirección y organismos políticos podrán contar con la burguesía y pequeña burguesía liberal, pero bajo nuestra dirección, la cual no atrase el desarrollo de la conciencia política de las y los trabajadores por ir a pelear legalmente ante quienes diseñan todas las leyes en base a sus intereses y en contra de nuestra clase trabajadora. No solo es estéril para la clase trabajadora ese espacio del aparato represivo de la burguesía, sino, que tampoco había condiciones para la lucha legalista sin una verdadera fuerza de un organismo obrero político. Eso son otros niveles de lucha que el bufete de Emanuelli no podrá entender por qué su visión utópica nubla el accionar que nos conviene como clase trabajadora, a parte de que el caso equivale billetes largos para ese bufete, ya sea de manera directa o de manera promocional.
Dejando esto claro, lxs comunistas siempre seremos trasparentes con nuestra clase y el interés de nosotrxs. No buscamos que nos reconozcan, sino buscamos desarrollar las herramientas para que seamos los mismos trabajadores que empujemos no solo a derrocar el contrato de Luma, sino a ir contra todo el régimen capitalista que es quien promueve que la producción de energía eléctrica sea un gran negocio. Aprender de los sucesos puede hacernos ver la necesidad de construir consejos de trabajadores/as y la UTIER puede dar ese primer paso identificando a sus mejores líderes para la creación de estos.
Las opciones de dependencia de la burguesía ya se agotaron para las masas trabajadoras. Cada vez que dependemos de ellas nos explota la realidad de las leyes de hierro del sistema capitalista en la cara. Por esto, a través de los organismos políticos independientes a los de la burguesía, planteados por el PCPR en Consejos de Trabajadores/as, la UTIER podrá llevar a cabo la anulación de todos los contratos que han privatizado los recursos naturales y las empresas públicas.