Por: LaRojita
“El movimiento de mujeres no debe ser ni burgués ni proletario, sino un movimiento de todas las mujeres».
Primer Congreso Panruso de Mujeres (Первый всероссийский женский съезд) del 10 al 16 de diciembre de 1908.
“Por lo tanto, la lucha de liberación de la mujer proletaria no puede ser una lucha como la de la mujer burguesa contra el hombre de su clase; por el contrario, es la lucha con el hombre de su clase contra la clase capitalista… La mujer proletaria lucha contra la sociedad capitalista de la mano con el hombre de su clase (Hand in Hand mit dem Manne ihrer Klasse kämpft die proletarische Frau gegen die kapitalistische Gesellschaft).” (Zetkin 1896, p. 163).”
No podemos hablar de revolución, abolición del capitalismo, liberación política y feminismo, sin tener en cuenta el papel importantísimo e indispensable de la mujer de clase trabajadora al momento de la liberación de ella misma. Como punto de partida mencionamos que cuando se trata de feminismo, nos referimos al feminismo marxista, el cual defiende y aboga por la abolición del capitalismo y como forma de liberación de la mujer, partimos de la premisa de que es la ideología del régimen capitalista la que conlleva a una vida de opresión a las mujeres. Mediante la moral burguesa y su aparato de orden social obsoleto patriarcal, sabemos que el posicionamiento enarbolado de la propiedad privada sobre los medios de producción es lo mismo que salvaguarda el desarrollo de la plusvalía como valor supremo y la explotación y opresión de un ser humano por otro.
Según Marx y Engels, cuando colocan al descubierto la influencia arbitraria y desmoralizadora del sistema capitalista, conciben la propiedad privada como parte del carácter coercitivo sobre las mujeres en todo el orden social, en especial en las relaciones de familia. Y es que el reconocimiento de la opresión de la mujer ya estaba plasmado en el Manifiesto Comunista, en el cual, Marx concibió la división de clases como el comienzo de la desigualdad y la violencia. Por su parte, Engels había propuesto también que el origen de la opresión de la mujer había sido la aparición de la propiedad privada de los medios de producción. Reconoce que, con la aparición de la propiedad privada, la mujer deja de participar en la producción social y es destinada al trabajo domestico para velar por los herederos (hijos). Es aquí donde se establece esa concepción del orden social patriarcal, el cual no existía en sociedades anteriores donde la propiedad era común y no se reconocía a un genero por encima del otro, ya que toda la producción y distribución de riquezas se desarrollaba de manera colectiva (comunismo primitivo).
Remontándonos a la historia del feminismo en Rusia, el cual provino de algunas transformaciones sociales que fueron aconteciendo, tales como la abolición de la esclavitud en el 1861, ya para ese entonces, el feminismo dirigía la igualdad de oportunidades educativas. El tema central del movimiento feminista era el mejoramiento y la ampliación del nivel de educación femenina y era uno compuesto por mujeres burguesas que habían obtenido en cierto modo, un éxito el cual, con el tiempo las impulsaría a extender el nivel de la esfera del trabajo femenino profesional, a la independencia económica. No obstante, ese movimiento feminista centraba sus raíces en la burguesía. Casi todas las mujeres que involucraba el movimiento feminista pertenecían a la nobleza y alguna mujer que otra, pertenecía a la clase media. Pero en este movimiento, los y las socialistas, no encontraron expresiones que representaran las demandas de las mujeres proletarias tomando en cuenta la lucha de clases.
No nos extrañamos, ni mucho menos ignoramos, que en la actualidad parte del movimiento feminista en Puerto Rico y en el mundo, se ha inclinado a adoptar una visión ideológica burguesa. Esa que lleva como bandera la individualidad, y que proclama desigualdad, pero ignorando la opresión y la explotación del régimen capitalista. Postulan la reforma del sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos, ignorando así que es la lucha de clases factor principal que sostiene otras categorías sociales como el color de piel, sexualidad, género o etnia. Toda opresión a la mujer esta arraigada a la explotación del capital sobre el trabajo asalariado. Expresado cada vez mas en las miserables condiciones que vivimos las mujeres obreras.
Es en este contexto que, el feminismo en Puerto Rico se sostiene de la ideología de la burguesía liberal, influenciado por un socialismo utópico o pequeño burgués, descrito por Marx en El Manifiesto. Sin embargo, reconocemos que los grupos feministas están compuestos en su mayoría por trabajadoras y estudiantes, pero dominados e influenciados en aspectos ideológicos y políticos por un pequeño puñado de feministas intelectuales de Estados Unidos y de la isla, con la visión utópica y reformista del socialismo. Su activismo es dirigido hacia la agitación desde concepciones interseccionales sin poner en perspectiva a la mujer trabajadora como motor de la clase obrera y dirigente de la lucha política para la emancipación de ella como mujer, pero también de su clase.
Ya el concepto de lucha de clases no se asume como una postura por la total emancipación de la mujer, sino que se interpone a esta, la concepción académica de las particularidades de las personas en la lucha política. El concepto de lucha de clases mencionado desde concepciones academicistas descarta a la clase trabajadora como clase revolucionaria. Así, por ejemplo, podemos referirnos al apoyo que muchos grupos feministas dieron a la primera mujer vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, quien es una mujer negra, pero representa al imperialismo rampante de ese país. La concepción de clase se interpone a los asuntos interseccionales, porque la burguesía democrática y liberal no vacila en colocar en las esferas de poder a cualquiera dispuesto a ser representante de su clase independientemente sea negro, gay o mujer.
Vemos así entonces, como el enfoque de la lucha se reduce al “empoderamiento”, al “positivismo”, “igualdad” y justicia social, sin hablar que es mas allá de trazar una ruta detrás de políticas que entrelacen los derechos humanos con la justicia social. Por consiguiente, el feminismo burgués, lo que intenta conseguir es la solución al problema a partir de la sociedad capitalista. En ocasiones las proclamas anticapitalistas son estériles, sin reconocer una sociedad diferente, la sociedad socialista, lo dejan todo a una sociedad más justa ¿Cuál es esa sociedad? El feminismo burgués dirige su lucha en torno a la aceptación de un capitalismo más humano y solidario.
Entonces cabe la pregunta:
¿De qué manera las mujeres comunistas podemos influenciar ideológicamente a los grupos feministas y a las mujeres trabajadoras?
Necesitamos rescatar la teoría marxista -feminista en su aspecto mas emblemático que es ver a la clase obrera como clase revolucionaria. En ese contexto de clase debemos montar en el interior de estos grupos feministas la concepción del elemento revolucionario que cargan las mujeres trabajadoras. Es decir: “mujer trabajadora, motor de la clase obrera”.
Debemos luchar en el interior de estos grupos, e instar a abordar a nivel teórico y práctico, la lucha de la opresión, como dato fundamental para la lucha por el socialismo. Que forme el escalón para adelantar la conciencia revolucionaria de las mujeres trabajadoras y los sectores más aplastados de las capas obreras por el régimen del capital y sus manifestaciones patriarcales.
Si destacamos que el sistema capitalista se basa en la explotación de la clase obrera, y estas formas de explotación afectan a todas las clases, la lucha en contra de la explotación hace necesario la preparación de la clase obrera a una que pueda dirigir la sociedad en interés de todos, tanto hombres y mujeres. Con el propósito de crear un sistema de respeto, derechos y deberes para elevar la lucha enfatizando en el punto de vista de que la mejor manera de acabar con la opresión de la mujer es acabar con el capitalismo y su orden social anticuado patriarcal.
Las trabajadoras mas conscientes debemos exponer el antagonismo de clase y establecer la clara distinción entre el movimiento de mujeres burguesas el movimiento de mujeres proletarias. Siempre recalcando que, en una sociedad capitalista, todos los individuos forman parte de clases sociales y que son las clases sociales las que determinan las capacidades, intereses y necesidades políticas. Y es importante entender que el feminismo marxista toma en consideración que la desigualdad de género está determinada por el modo capitalistas de producción. Por ende, los intereses de los capitalistas conservadores que buscan hacer subsistir el capital bajo condiciones de vida del pasado mantienen la subordinación de la mujer como forma de opresión y los capitalistas mas liberales, mantienen por el camino contradictorio de la convivencia de las clases sociales que explota en cada cierto periodo en el “quítate tu ultraconservador para ponerme yo” y darle un respiro al sistema. Por esto se hace cada día mas necesario que los movimientos feministas adquieran posiciones políticas revolucionarias que sirvan de motor ideológico y político en las mujeres obreras para la construcción de organismos políticos clasistas, independientes a los partidos de la burguesía.
“La mujer feminista obrera debe estar consciente que la igualdad política en el contexto del sistema capitalista nunca libera a la mujer trabajadora. La única manera de lucha de liberación de la mujer proletaria es la lucha en conjunto con el hombre de su clase, en un esfuerzo común de todo el proletariado sin distinción de sexo en contra del sistema capitalista, a diferencia de la lucha por la liberación de la mujer burguesa contra el hombre de su clase. (Kollontai, Congreso de Gotha de 1896)”
Excelente escrito con un enfoque acertado desde la dialéctica materialista y enfrenta la influencia dañina de la pequeña burguesía nacionalista. Rojita vas bien.felicitaciones.