La clase trabajadora y el pueblo en defensa de la AEE

La dictatorial Junta de Wall Street le paso por encima a los órganos legislativos de la colonia aprobando $750 millones del fondo general y $250 millones de la Autoridad de Energía Eléctrica para pagar parte del abusivo plan de futuros gastos de solo cuatro meses de la empresa norteamericana Luma Energy. Encima de esto, el actual gobernador colonial, Pedro Pierluisi, emitió un veto a la resolución conjunta de esa Cámara que buscaba posponer ese contrato que entra en vigor el 1 de junio. Este, como socio principal de la firma O’Neill y Borges, “evita” ser señalado por conflictos de intereses a través del engañoso mecanismo legal llamado “muralla china”, por el cual continua recibiendo beneficios de esta firma asesora la Junta de Wall Street. Que sirva esto de botón de muestra a quienes ponen sus esperanzas en el reformismo legislativo en lugar de la conquista revolucionaria del poder. En la colonia les dejan jugar con el poder pero nada de transformar la sociedad. Solo promesas carentes de contenido y lógica que se desbordan en la desilusión acostumbrada de las masas ingenuas.

Los servicios públicos de los países están en el punto de mira de los “mercados”, su objetivo: privatizar las partes rentables y transformar los bienes públicos en sistemas de beneficencia para una minoría. El papel del estado capitalista en la colonia, desde antes de tiempos de Romero hasta la actualidad, han operado de manera continua a través del saqueo de la clase trabajadora con la privatización de las corporaciones publicas como meta. Para ello, no dudan en reforzar sus intenciones con represiones como herramientas que desatan contra trabajadores que osen enfrentárseles en defensa de los mejores intereses del pueblo. Este proceso de deterioro y privatización no tiene colores políticos, está siendo realizado por, y/o con la complacencia de todo tipo de partidos y entidades.

Basta recordar que desde la legislatura hoy buscan atrasar la venta del patrimonio energético de Puerto Rico, fueron quienes aplaudieron la llegada de la Junta, aprobaron los mecanismos de privatización y avalaron la entrega gratuita a este consorcio monopólico extranjero de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Cada gobierno en poder dentro de la colonia ha buscado favorecer la venta de empresas estatales a diferentes corporaciones privadas. La AEE siempre ha estado en la mira de sus agendas privatizandoras. Siempre se han esmerado en el desmantelamiento de la AEE. Hasta el sistema judicial ha colaborado intensamente en este proceso actual.

Por eso sorprendía que el sindicato de trabajadores de la empresa apostara a la estrategia legal para el combate contra Luma. En un intento por atender el asunto bajo el orden juridico desangran economicamente al sindicato y aporta a fomentar que la clase trabajadora siga confiando en un sistema juridico que favorece solo a personas y entidades acaudaladas. Como sabemos, eso no ha ido por buen camino, pues la jueza federal protege los intereses contra los que se luchan.

Mas allá de las estrategias, con aciertos y errores, la UTIER siempre ha sido combativa contra, quienes sin caretas, han luchado por destruir nuestra empresa eléctrica. Es la clase trabajadora de la AEE la que tanto apreciamos en cada embate climático, quienes han dado hasta su vida literalmente por mantener este servicio esencial para la población. La campaña del gobierno siempre ha sido la demonizanción del sindicato y desviar de manera manipuladora su responsabilidad en la debacle administrativa. La bandera falsa de que la AEE está en precariedad económica por los ingresos de la clase trabajadora dentro de la corporación, se cae cuando a Luma en un solo mes le han pagado 14 millones, cuando a la AEE la nómina de un mes le cuesta 16 millones por la labor directa al pueblo de 5,400 empleados y empleadas. Mientras que los empleados gerenciales de confianza, que cada partido politico coloca en la corporación, recibían aumentos cada cuatrienio electoral, la matricula sindical de la UTIER recibió su ultimo aumento hace nueve años. Fueron estas administraciones políticas las que emitieron bonos para supuestamente mejorar la infraestructura y se apropiaron de ese capital, sin hacer esa labor. Han ido disminuyendo la fuerza laboral, rechazando la inversión en equipos necesarios para los planes de mantenimiento, se han dedicado a propiciar el deterioro de el equipo de trabajo y detener cualquier mejora en ese sentido. Así nos encontramos con una corporación pública con 9,000 millones en deuda y a la vez con un monopolio privado, al que sin invertir nada, se le regalarán 18,000 millones de dólares.

La clase trabajadora de la AEE, activa y jubilada, debe contar con el apoyo militante del pueblo trabajador de manera incondicional. No solo defendemos sus intereses, sino los de toda la población del archipiélago. Un apoyo certero e incondicional de trabajadores para la defensa de la produccion de energia eléctrica como recurso publico y bajo la dirreccion de estos mismos dentro de la AEE es inpostergable. Todo en dedicación a un enfoque cientifico y planificado de la producción y distribución energética.

«Aquí, hay hombres y mujeres dispuestos a hacernos cargo de la transformación de la Autoridad», dijo el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, desde la pasada manifestación en la Plaza de la Democracia en el ala norte del Capitolio en San Juan.

Basta ya que las elites continúen pactando en detrimento de la fuerza laboral en el pais.

Es imperativo dar la lucha contra la manipulación mediática, la criminalización de las luchas, la intensa flexibilización y desregulación laboral que continua precarizando la vida de quienes trabajan y solo beneficia los bolsillos del sector patronal privado. Debemos rescatar el patrimonio para restablecer y proteger nuestros derechos y conquistas como trabajadores. Ante el reto, juntemos nuestros esfuerzos con unidad y organizacion politica de la clase obrera. De esta manera daremos el primer paso para avanzar hacia la trasnformacion de la AEE, a beneficio de los intereses de nuestra propia clase. Solo la clase trabajadora unida en una accion consciente de transfomacion del sistema capitalista podra mover al pais y al mundo a los senderos de una vida digna para quienes producimos las riquezas. Como clase obrera nos conviene proteger la produccion de energia electrica para el bienestar de la sociedad. La AEE en manos de la clase trabajdora ya. Con unidad organizacional y solidaridad de clase se puede vencer. Somos la única garantía para evitar este robo. Que los capitalista y burócratas paguen la crisis.

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