Las masas piden recorte para la policía en Estados Unidos y el FBI recluta en Puerto Rico.

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Por: MAO

Jóvenes de 23 a 36 años están siendo entrevistados esta semana en Puerto Rico para posibles trabajos en el FBI. Es de conocimiento público la larga trayectoria de represión del FBI contra la clase obrera, movimientos políticos de izquierda y el encubrimiento de cantidades de casos de corrupción a nivel político-empresarial. Toma importancia el reclutamiento del FBI en la medida en que avanza la descomposición del sistema capitalista y se llevan a cabo las protestas masivas por el discrimen racial en varias ciudades de Estados Unidos. Dentro de la lógica de emplear a nuestros jóvenes en estos cuerpos represivos del Estado, está la necesidad contradictoria del capital en reforzar su intención de mantener el orden social tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos.

Planteamos el asunto desde la perspectiva de la contradicción. Pensar que la situación económica gira a favor de nuestros intereses como obrerxs seria irreal. Si fuese esta la realidad no haría falta tener que recurrir a un cuerpo represivo como alternativa de trabajo.

En el caso de Puerto Rico la condición colonial permite sin restricción alguna que el modo represivo del imperialismo estadounidense utilice a los/as hijos/as de la clase trabajadora como carnada para reprimir a nuestros propios pares de clase, mientras agentes del capital financiero como Elías Sánchez andan sueltos. A esto nos referimos cuando el FBI captura a personajes políticos de la burguesía que realizan el trabajo sucio pero no representan un desenlace significativo que penetre en la raíz del asunto entre la relación continua que tiene el Estado capitalista como intermediario de la corrupción empresarial. Esta doble moral queda pintada en la cabeza de la gente para promover al FBI como cuerpo de seguridad de las masas obreras cuando en realidad es todo lo contrario.

La influencia ideológica con la que se pone de manifiesto la función del Estado capitalista no hace más que encubrir las continuas barreras para lograr alcanzar una vida digna. De un lado cada vez van implementado mayores medidas de austeridad que elevan la explotación del capital sobre el trabajo asalariado. En su necesidad de extraer más riquezas a manos de la burguesía, quedan reducidas las opciones de la clase trabajadora. A un nivel tan estrecho que los propios hechos lo revelan en las largas filas del desempleo en una emergencia mundial como la del COVID 19. Trabajadores/as que llevan más de 3 meses sin cobrar. Cosas tan absurdas como estas demuestran la incapacidad del sistema capitalista, mientras se aprovecha para empujarnos a incorporarnos en el FBI como alternativa de empleo.


El orden social capitalista no puede hacer funcionar la explotación económica de una minoría burguesa sobre la mayoría que somos las y los trabajadoras/es si no somete a esa clase mayoritaria a unas regulaciones que la encaminen a aceptar su condición de esclavos asalariadosas/os. Por tanto esa reproducción de la fuerza de trabajo implica también sostener económicamente las herramientas estatales de represión como el FBI y la policía de Puerto Rico. Es decir, nosotros/as subvencionamos los propios cuerpos represivos. En ese sentido, cabe el cuestionamiento: ¿Por qué estos cuerpos represivos deben ser una alternativa de trabajo? ¿Para que las riquezas que producimos la clase obrera deben destinarse a estos organismos que tienen casos delictivos todavía impunes como el asesinato de George Floyd y el abuso de Gregorio Matías con la comunidad dominicana en Puerto Rico?


Razones como estas han hecho que las masas que se manifiestan hoy en Estados Unidos piden una reducción del presupuesto de la policía. Ya que no tiene sentido sustentar económicamente a un elemento represivo del Estado que somete a las mayorías trabajadoras a unas condiciones de opresión terribles.
El sano juicio de todo/a obrero/a consciente debe tomar en cuenta el impulso de la propuesta “Defund the Police” (Quita el financiamiento a la Policía). Esto puede extenderse a la Policía Estatal y al FBI en Puerto Rico y no solo dejarlo allí, sino invertir ese dinero, como bien dice la ACLU, en escuelas, viviendas, empleos y mejores condiciones de vida de las comunidades marginadas. Más aquí en Puerto Rico donde todavía hay gente con toldos y viviendo en las afueras de sus casas porque FEMA y otras entidades no han logrado hacer su trabajo en esta situación.

La clase obrera en su conjunto internacional debe levantar su voz de manera organizada políticamente, para denunciar el Estado capitalista y todos sus cuerpos represivos. Lxs comunistxs vemos el reclutamiento del FBI como una represión adicional que no solo afectará a Puerto Rico, implicará estar al servicio de toda la opresión de nuestra propia clase a nivel internacional. Solo la organización política de la clase obrera puede detener que el dinero recolectado del fruto del trabajo sea para hacer subsistir los cuerpos represivos del Estado capitalista que pone a las minorías burguesas sobre las mayorías trabajadoras.

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