No puedo respirar

Por: MAO

George Floyd, es el hombre afroamericano de 46 años, que suplicaba por su vida luego de ser brutalmente arrestado, proceso al cual él no se estaba resistiendo. La policía del estado de Minnesota en los Estados Unidos lo asesinó. El vil suceso fue grabado por la ciudadanía que repudiaban el abuso policiaco y reclamaban que soltaran al hombre, ya que era evidente que no podía respirar. En el video recopilado puede verse claramente que el policía tenía esposado al individuo y que el acto llevado a cabo era uno de abuso de poder. No hay forma de poder estar de acuerdo con este abuso de poder, el cual debe ser repudiado por la clase trabajadora de Estados Unidos y del mundo entero.

Una vez más estos actos de la represión del Estado contra la comunidad afroamericana, exalta la visión ideológica conservadora que perpetua el sistema capitalista estadounidense. Son años arrastrando las divisiones raciales y redoblando la influencia ideológica para preservar las pugnas de la clase obrera entre diversas categorías sociales en la población de Estados Unidos. Estos sectores de la ultraderecha blanca han logrado reforzar su odio racial en la medida en que las políticas de Trump y todo el conjunto de lacayos de la burguesía en ambos partidos permiten rescatar el sistema capitalista, que por vida propia se sostiene con la explotación de un ser humano por otro en todas las facetas del orden social existente.

El aspecto de control ideológico del Estado capitalista es tan poderoso que nos puede resultar absurdo en cómo nos enfrascamos en guerras raciales entre la misma clase trabajadora. El racismo como herramienta del estado conservador capitalista, es una estrategia utilizada desde los comienzos del sistema capitalista y que ha perpetuado. La visión ultra reaccionaria y conservadora apela el carácter nacionalista de la supremacía anglosajona estadounidense, del cual seguimos siendo víctimas.

Miles de ciudadanos/as se han lanzado a las calles en repudio de los actos represivos y racistas de la policía de Minnesota. Los cuales fueron documentados por una persona común, la muestra de utilizar herramientas tecnológicas para documentar acciones de discrimen, las que van en un aumento en el inhumano gobierno de Trump.

Estos acontecimientos deben poner alerta a la clase trabajadora en Puerto Rico, ya que las decisiones políticas tomadas en la isla son un reflejo de las tomadas en Estados Unidos, como en el caso del Código Civil.

Nuestra exhortación a la clase trabajadora es que reconozcamos el salvajismo que impulsan sectores conservadores de la burguesía y la crisis por la que atraviesa todo el orden social y económico capitalista. Estamos más que convencidos/as que este reconocimiento no llegará de un cantazo a volcarnos en masa hacia estas políticas y transformar la sociedad como si estuviésemos dando la píldora del cambio. Por tal razón, es impostergable dar el primer paso a la organización política de la clase trabajadora en espacios donde anclemos en la realidad y logremos despegar las herramientas que construyan una conciencia obrera.

El Partido Comunista de Puerto Rico, contra viento y marea ha logrado sostenerse en esta colonia, por más prejuicios y confusiones promovidas por la burguesía en nuestra clase trabajadora, seguiremos insistiendo para fomentar esa unidad obrera. Tenemos como meta lograr generar las bases para la toma del poder de nuestra clase, como única medida real para alcanzar una verdadera democracia.

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