Las movidas de la Junta de Control Fiscal en esta Pandemia.

Por: Mao

En la medida en que trascurren los terribles eventos de la Pandemia del COVID 19, la información que sale a la luz pública bombardea nuestros hogares de mentiras y medias verdades. Este es el caso de la Junta de Control Fiscal (Junta de Wall Street- JWS), quien, en representación del capital financiero toma bajo control las necesidades de la población y trata de pasar por ficha como cuerpo democrático, cuando en realidad sus intereses están en Wall Street.

Una vez más queda latente la hipocresía de la JWS en intentar hacernos creer que la fuente de reservas económicas destinadas para la deuda, ahora serán para cubrir los apuros económicos por los que atraviesa el pueblo. Su interés sigue siendo el mismo, recobrar y reajustar nuevos caminos económicos para la imposición de su fuerza financiera. Al igual que los demás  órganos de la burguesía parasitaria a nivel mundial. Se aprovecharan de la situación con el falso argumento que ha emitido la JWS aquí y el G20 en otros países, sobre las moratorias o cancelaciones de las deudas de países pobres.

Resulta interesante como la JWS al servicio de lxs capitalistas conduce las políticas hacia un supuesto “desarrollo económico”. Como si de la noche a la mañana,  hubiesen omitido su interés de cobrar la deuda para sus bonistas y no recortar las pensiones de lxs trabajadorxs jubiladxs. Igual de impresionante  es  como  muestran preocupación  por las acciones de los administradores coloniales sobre la fraudulenta compra de las pruebas rápidas del COVID 19, aún cuando trabajaban mano a mano con uno de los cabecillas de esta pandilla, Elías Sánchez.

Foto: Centro de Periodismo Investigativo

Para muchxs que aún ven como sorpresa la incapacidad del capitalismo en atender una emergencia como esta, la JWS puede sonar esperanzadora bajo este panorama económico. Lejos de ser así, lxs trabajadorxs conscientes sabemos el peso que siente la Junta en hacer subsistir el mercado financiero en Puerto Rico. El sector financiero en estos momentos  figura para los países  capitalistas uno de los renglones  más significativos  para extraer  riquezas a nivel mundial.  Lo que obliga a Estados Unidos a proteger su capital.

Estos agentes al servicio de Wall Street no tienen otro objetivo que conseguir el bienestar de la burguesía financiera. Son parásitos del sistema capitalista quienes acaparan las inversiones económicas a nivel internacional. Sus funciones estriban en circular esa abundancia de riquezas, por medio de las deudas es que se concentra el gran negocio y donde se ancla su mercado.

Cuando el régimen económico no se basa en una planificación sobre las necesidades de la población se presenta esta contradicción. Es en este mercado donde los capitalistas pueden meter sus riquezas y pasearlas por el mundo, esto genera una locura competitiva que aporta a que aumenten las luchas entre las clases sociales. Donde una de esas clases vive en abundancia y la otra no le alcanza para satisfacerse de medios de subsistencias.

El desorden económico es a tal magnitud que esas riquezas acumuladas no se invierten en capital productivo. Así como se logra que los países recaigan una y otra vez en la dependencia financiera. Este esquema tiene efectos negativos y pone en perspectiva como los capitalistas juegan en Wall Street, con nuestras pensiones y se apropian del presupuesto destinado a necesidades básicas como el sistema de salud. Tomando como ejemplo el sistema de retiro de lxs empleadxs de la UPR, el recorte de presupuestos y la redirección de compras que nada aportan para atender la pandemia del COVID 19.

Los desórdenes de la anarquía económica capitalista fueron anticipados por Marx, Engels y Lenin.  El capitalismo desde sus orígenes mostró sus contradicciones y ahora vemos como se descompone.

Durante esta pandemia sale al descubierto cómo la clase capitalista solo les interesa buscar salir de su atolladero para recomponer la reproducción del capital y  en el sector financiero ponen a sus agentes en la JWS para que hagan su trabajo de buscar cada oportunidad en levantar su mercado.  La nueva “maroma” que pretenden realizar es la petición que hacen al canalla de Donald Trump, en que reconsidere a Puerto Rico como destino para atraer manufactureras y farmacéuticas. En esta movida vemos la presión que ejercen para abrir líneas de créditos nuevas, para aprovecharse de la coyuntura logrando lo que tanto han soñado en promover una  invitación abierta a inversionistas y así facilitar la recomposición de la deuda.

Dichas movidas por un lado impulsan posponer la deuda y no tocar las pensiones, sin embargo, anulan la Ley 29 del 2019 .Esta ley tiene muchas implicaciones que favorecen la vida de los servicios que brindan los municipios. Sabemos que los alcaldes y sus administraciones son cómplices de la entrega de las riquezas del pueblo a los monopolios capitalistas. Los municipios están al servicio de estas empresas, pero en esta guerra de clases donde se impone el sector financiero, la JWS toma protagonismo y van detrás del CRIM.  Toman esta apertura para dejar la vía libre a que los inversionistas establezcan sus negocios tributando aún menos por establecer sus empresas en cada municipio. Esto equivale a hacer que crezcan más las inversiones a cambio de no pagar contribuciones. Todo un banquete.

Hacia eso es que la Junta va a dirigir los $160 millones desembolsados para atender la emergencia. Dinero que estaba en las reservas destinadas a pagar la deuda. Esta gente (la JWS) se mueve como fichas de ajedrez, calculando cada situación y viendo como  reproducen las ganancias necesarias para el sector financiero.

En términos políticos estas movidas de la JWS dan fuerza al imperialismo estadounidense para batallar en la guerra económica con  China.

Lxs trabajadxs conscientes no debemos caer en esta nueva trampa. Pretenden pasarnos gato por liebre en las movidas que la JWS.  Es de inmediata necesidad que lxs obrerxs nos organicemos políticamente y logremos ser conscientes de la fuerza política que tenemos como clase para atender una situación como la que atravesamos.

Solo una Republica Obrera dirigida bajo una planificación económica basada en las necesidades de la población y en los intereses de la clase obrera, es capaz de desarrollar una base económica de carácter productivo.

Inmediatamente sugerimos a la clase trabajadora a dar la lucha por la anulación de la Junta de Wall Street y la deuda pública. Mientras que invitamos a preparar el terreno para fortalecer un partido político revolucionario de la clase obrera. En la cual generemos las herramientas para dar frente a la burguesía y arrancar de sus manos las entidades bancarias privadas. Con el propósito de convertirlas en sucursales de un Banco Nacional. Junto a esto debemos exigir la abolición de todos los impuestos sobre el consumo y el establecimiento de un sistema de contribuciones sobre las ganancias de capital.

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