El gobierno colonial maneja a ciegas la pandemia mientras el pueblo sufre las desgracias

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por Roberto Cruz

A la fecha del 19 de abril el Departamento de Salud (DS) del gobierno en Puerto Rico reporta 1,213 casos positivos confirmados de COVID-19 (95 casos más que el día anterior) y 62 muertes (se están contabilizando en “muertes” los casos confirmados y los casos que se presumen como positivos a COVID-19). Aun así, hoy resulta muy difícil poder tener un panorama certero del aumento de casos confirmados por la pandemia. Según el Centro de Periodismo Investigativo, “El Departamento de Salud ha estado informando de manera incorrecta los datos sobre contagios en la isla por las pasadas cuatro semanas”. Examinando los datos provistos por el DS de ocupación de camas hospitalarias y de uso de ventiladores podríamos tener una mejor idea del panorama, aunque insuficiente aún. En la última semana las camas en hospitales han aumentado (poco más del 75% del total de camas) y cerca del 25% de los ventiladores disponibles. Este es el nivel de saturación de la infraestructura hospitalaria ante el actual nivel de contagio en Puerto Rico.

Según cifras provistas por Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, para el 16 de abril había en Puerto Rico 13 médicos contagiados con el coronavirus, tres hospitalizados y un fallecido. Pero respecto al personal de enfermería y de terapia respiratoria, el cual es el más expuesto ante esta crisis, más de 70 enfermeras(os) han arrojado positivo al virus y al menos dos han muerto. Desde antes de la llegada de COVID-19 a Puerto Rico ya los trabajadores de la salud advertían que se encuentran desprotegidos por la falta de preparación de los patronos respecto al abastecimiento y facilitación del Equipo de Protección Personal (EPP). Continuamente se tienen que cerrar áreas de trabajo de hospitales ante la amenaza de contagios al estar expuestos al virus sin la protección adecuada, como es el caso de cerca de 20 enfermeras(os) en el área de Trasplante en el Hospital de Auxilio Mutuo (esta unidad es la única en el Caribe que cuenta con la aprobación de la “United Network for Organ Sharing” (UNOS) la cual sirve tanto a adultos como a pediátricos). Al igual que en Estados Unidos y la mayoría de los países, los trabajadores de la salud se están enfrentando a esta enfermedad sin que la clase dominante ofrezca las protecciones necesarias.

Es un consenso general en diversos sectores en el país que los factores más cruciales de la falta de planificación y de preparación del gobierno colonial ha sido la escasa realización de pruebas de detección de COVID-19 (pruebas moleculares) y la pobre, si alguna, iniciativa de rastreo de los casos confirmados. Con relación al resto Estados Unidos, la colonia está en el último lugar respecto a las herramientas esenciales para combatir la pandemia. El territorio realiza en promedio una prueba cada 2000 habitantes. Sin estas dos herramientas es imposible hacer proyecciones epidemiológicas, saber cuándo será el pico de contagios, para entender cómo va la progresión del virus, proteger los trabajadores de servicios esenciales, en fin, para manejar correctamente “la pandemia del siglo”.

A la civilización capitalista no hay que verla en las metrópolis, donde va disfrazada, sino en las colonias, donde se pasea desnuda (Foto de Endi.com)

No es difícil percibir la desconfianza de las masas en las calles. Los propios conflictos entre los politiqueros sobre el traqueteo con las pruebas y otros equipos necesarios para la emergencia acentúan la corrupción y criminalidad del gobierno colonial. No es fácil para la clase obrera presenciar como los trabajadores(as) esenciales en la isla se ponen en peligro ante la falta de EPP mientras estas garrapatas traquetean con millones del pueblo. La expresión del Viejo: «A la civilización capitalista no hay que verla en las metrópolis, donde va disfrazada, sino en las colonias, donde se pasea desnuda» explica el descaro con que los políticos del territorio cometen estas cochinadas una y otra vez.

Puerto Rico ha reflejado el mismo manejo irresponsable que en Estados Unidos, pero de una forma magnificada. Para la primera prueba realizada en la isla, la cual se envió al CDC en Atlanta, paso una semana para que el CDC informara que no tienen información de esta por detalles técnicos de registro. Este es el grado de importancia de los imperialistas en medio de una crisis epidémica.

El consenso científico general sobre el COVID-19 plantea que será una lucha prolongada en todo el mundo. Se estiman varios ciclos de contagios que podrían durar por más de dos años y que los sistemas principales para combatir la enfermedad (pruebas moleculares y rastreo de casos) deberán mantenerse activos al menos por 4 años. Al igual que el capitalismo, esta enfermedad atenta con la vida de todos en el planeta. Para que las masas trabajadoras a nivel internacional no continúen siendo la carne de cañón en esta guerra deberán fortalecerse políticamente. Las masas trabajadoras no tienen otra salida que la solidaridad e internacionalismo proletario para la construcción del socialismo. Para esto a la clase obrera en Puerto Rico le es indispensable dirigir su lucha hacia la autodeterminación de su país. El sector más consciente de la clase obrera deberá esforzarse por colocar a su clase en el liderato de la sociedad. Las posiciones más avanzadas, las estrategias más adecuadas para esta crisis provienen de la visión de mundo de la clase obrera.

Ante la crítica coyuntura los sectores más conscientes de la clase obrera debemos exigir inmediatamente:

  • El fortalecimiento inmediato de todos los sistemas de salud pública con fondos del estado, con derechos plenos garantizados a los(as) médicos, enfermeras(os), paramédicos y demás personal de salud. Cubrir todas las necesidades en Unidades de Cuidado Intensivo y la infraestructura requerida para el pleno funcionamiento de los servicios de salud.
  • Provisión inmediata y gratuita al pueblo por el estado de todos los medios de protección necesarios (máscaras, guantes, antisépticos, etc.) y detención de la especulación. Brindar todas las medidas de protección a los(as) médicos, enfermeras(os), paramédicos y demás personal de salud que luchan en los hospitales y en la calle con sacrificio y costo personal.
  • La organización y centralización por medio del estado de todos los esfuerzos para la producción de todos los equipos sanitarios posibles (desinfectantes, mascarillas, equipo de protección personal, entre otros) por medio de la toma estatal de las fábricas de costura, empresas de manufactura, destilerías, entre otras y la creación de nuevas empresas para tales fines según sea necesario.
  • La organización y centralización por medio del estado de todos los esfuerzos para la realización local de las pruebas moleculares “PCR”. Organizar el recurso técnico y científico humano, la maquinaria especializada por medio de la toma estatal de los laboratorios clínicos y exigir a los gobiernos estatal y federal las provisiones de reactivos.
  • La organización y centralización por medio del estado de todos los esfuerzos para un método sistemático de rastreo de casos de COVID-19. Así como el establecimiento de un sistema científico, organizado y transparente de comunicación de información de los resultados y el estado de la pandemia al pueblo.
  • La realización de las pruebas moleculares “PCR” del COVID-19 a todas las personas en Puerto Rico y de forma gratuita.
  • Proveer al Recinto de Ciencias Médicas de la UPR todos los recursos necesarios para la investigación científica para entender mejor el comportamiento de la pandemia en el país, para la generación de posibles tratamientos y vacunas e impulsar la cooperación internacional para tales efectos.
  • Designar recursos para atender en sus casas a las personas más vulnerables como los ancianos. Que se le supla compras de alimentos de manera gratuita sufragada por el mismo Estado, y adicional, que se obligue a los planes médicos a brindar atención medica en las casas sin costo adicional al paciente. Igualmente, que se atienda y se proteja con toda la rigurosidad que amerita a la población penal del país.
  • Nos unimos al llamado del Colegio de Trabajadores Sociales para que se incluyan en el “Task Force”, entendiendo que el campo científico incluye las ciencias sociales, las cuales parecen carecer en las medidas sugeridas por este equipo de trabajo de científicos.
  • Prohibición a cualquier patrono a obligar a lxs trabajadorxs de salud a brindar servicios a los casos sospechosos o contagiados de Covid19 sin tener el EPP necesarios y que los mismos se mantengan dentro de un monitoreo constante para verificar si se han contagiado.
  • Exigimos que se investiguen las irregularidades con la compra de las pruebas del COVID-19 y se encarcelen los culpables de dichas acciones y que lo mismo se tome con la misma severidad con la que se ha reprimido la clase trabajadora a la hora de implantar el toque de queda.
  • Eliminar las ordenes de multas o encarcelamiento por 6 meses a quienes incumplan con el toque de queda.
  • La Policía deberá presentar informes públicos sobre las razones concretas por las cuales se han arrestado a personas durante el toque de queda con el propósito de tener una recopilación basada en evidencia del por qué la gente está en la calle.

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