La caída de la bolsa de valores y el coronavirus: dos armas del capitalismo

Por: MAO

La caída de la bolsa de valores y la falta de una planificación racional para atender la crisis de la Pandemia del COVID-19, no se atajan a aspectos conspirativos, sino que nuevamente expresan los choques constantes de las relaciones de producción capitalistas.

Cuando un asunto de salud a gran escala presenta elementos donde, escasean los productos higiénicos en hospitales y en los comercios, cuando no existen suficientes pruebas para detectar el coronavirus, cuando estamos a la merced de las imposiciones coloniales para tomar decisiones de seguridad y los trabajadores/as de empresa privada dependen de la buena voluntad de sus patronos para no perder sus medios de subsistencia (salarios), es precisamente la señal más exacta de la descomposición del sistema capitalista. Cada situación coge el mismo camino al retornar las crisis cíclicas por las que cada cierto tiempo atraviesa el capital.

Las complicaciones más concretas por las que volvemos a ver una nueva crisis capitalista se comprende en la misma lógica de acumulación de riquezas en manos privadas. Toda la desplanificación económica llevada a cabo por los fetiches de la venta de  mercancías, han sacudido la bolsa de valores con unos nuevos actores, mutados del propio sistema, que están guisando con la recompra de acciones en Wall Street. Un esquema de saqueo parasitario que es inseparable de la lógica común de producción de mercancías. Este modelo desarrollado en el mundo de la competencia del sector financiero, son inversiones de acciones hechas por las propias corporaciones del sector productivo, que al no poder competir en dicho sector, subsisten con grandes tajadas de ganancias generadas por un fantasma especulativo.

Como es un capital que no surge directamente de la producción de mercancías, sino de parte de ella, de los beneficios acumulados de los trabajadores, de sus pensiones u otras beneficencias sociales ganadas por años por la clase obrera. Los capitalistas se aprovechan de lo que ganamos con nuestro trabajo para apostar en las cúpulas financieras, mientras que al mismo tiempo impiden acceder a servicios esenciales. Este destino del capital que reproduce parte de la apropiación de nuestra fuerza de trabajo es una locura económica, que vive de la compra de activos para generar unas ganancias altísimas a los parásitos de la burguesía.

La especulación financiera no asegura el desarrollo de la planificación económica y por lo tanto escasean víveres necesarios en un momento de riesgo como el que vivimos. Al destinar el capital productivo a China u otros países asiáticos de mano de obra barata, dejamos al son de la anarquía económica cubrir las necesidades de los pueblos. Pero recordemos que el sistema capitalista busca aumentar sus ganancias y lo consigue bajando los costos de producción. Cosa muy viable para China en estos momentos.

En este sentido traemos las ilusiones que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien quiere engañar al pueblo estadounidense con medidas que simulan una planificación económica con la producción de artículos de primera necesidad para que los hospitales puedan ser más efectivos en sus servicios. Durante toda esta semana este patán ha brindado un discurso simpático de que la nación no puede seguir dependiendo de los productos hechos en China. No tan solo esto es una burla a la inteligencia de la clase trabajadora de Estados Unidos, sino que demuestra lo que hemos mencionado arriba sobre la incapacidad del capitalismo en satisfacer las necesidades humanas. Donde esperan que surja una catástrofe mundial para entonces tomar medidas de coordinación planificada de la economía. Este acto es de facto, uno que pone a la luz pública lo genocida que es el sistema capitalista y sus hijos como Trump salen a tratar de esconder las contradicciones que claramente vemos los obrero/as ante los engaños del propio sistema.

De ingenuo y tonto no tiene nada este canalla. Está en plena campaña y ese nacionalismo es lo que quieren escuchar las masas obreras del sector industrial en Estados Unidos.  Pero sabe muy bien que eso es virar en la rueda progresiva y destructiva que el capitalismo tiende a tener en cada crisis que inevitablemente se le viene encima. Estados Unidos ha destinado su futuro al capital financiero.

Desarrollar o rescatar un capital productivo en Estados Unidos,  generaría la explotación obrera más desgarradora en la historia si se hace bajo las relaciones de producción de compra y venta de mercancías. No solo por la mano de obra barata que tendrían que desarrollar para poder competir con otros países en el mercado laboral. Sino porque no podrán pararse al lado de los grandes medios de producción Chinos, sin no llevarse por el medio gran parte del ecosistema de Estados Unidos y verse en la necesidad de redoblar un saqueo extremo a la materia prima de otras naciones. Eso es una inversión masiva que Estados Unidos no podrá sostener. Su imperialismo se les cae encima mientras China va ganando terreno en esta gran guerra imperialista. 

Miremos como China se ha recuperado de esta crisis de salud y Estados Unidos no logra sacar los pies del plato. En consecuencia, China le tiene un paso adelante, tanto en la conquista de su patio trasero, como en la gran dependencia de Estados Unidos  con relación a su capital productivo que está volviendo loco a Wall Street al no tener circulación de capital con el desarrollo de la producción de mercancías.

En términos generales, el capitalismo vuelve a dar una muestra a los obreros/as de que para lo único que está hecho es para hundirnos en guerras y miserias.

Por lo que se hace necesario el llamado a la Republica Obrera como única posición política donde los trabajadores/as tomemos el poder y planifiquemos una económica adecuada a los intereses de las necesidades sociales tanto a nivel nacional como internacional.

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  1. Gracias por enviar Abayarderojo.
    Si, es verdad que los capitalistas solo actúan en defensa del sistema que nos mantiene no solo oprimidos sino hoy en día sufriendo la pandemia de enfermedad y muertes.
    Tenemos que informar y organizar al pueblo especialmente en contra de los esquemas bárbaros del canalla en la Casa Blanca y los de la Bolsa.
    Cuidensen camaradas. Les envío un fuerte abrazo desde NYC
    Carol

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