No son comentarios aislados los de Wanda y Mayita, son expresiones de clase

Por: Mao

Las detestables expresiones que emitió la gobernadora Wanda Vázquez y la alcaldesa de Ponce María ‘Mayita’ Meléndez la semana pasada, son expresiones que dejan ver la marcada división de clases en la sociedad capitalista. Sus comentarios de que «estamos contentos en el sur y cómodos viviendo en carpas», tratan de encubrir el desorden ante los eventos sísmicos, mientras dan tiempo a los saqueadores del capital financiero de bienes raíces para cuadrar sus inversiones y dar jaque mate en la apropiación económica de la zona sur.

Las expresiones lo que demuestran es falta de entendimiento a la situación de los desplazados. Lo cual no es para menos, porque de la misma forma han permitido que se disparen condiciones miserables de vida por años en la zona suroeste del país. Datos del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico en su encuestas, muestran conservadoramente que el desempleo en el sur está en alrededor de un 30%. Vivir en estas condiciones para ellas es igual de insignificante que la rampante perdida de hogares experimentada por las masas trabajadoras. Cuando estas se ven en la obligación de abandonar sus casas, ya que los salarios de pobreza no les dan para pagar las hipotecas y tienen que emigrar a otras áreas de Puerto Rico o a los Estados Unidos. Los resultados de las últimas estadísticas hechas también por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, apuntaban que para 2015-2016 existían más de 20 mil casas vacantes, principalmente en los pueblos más afectados como Ponce, Yauco, Guanica, Peñuelas y Guayanilla, debido principalmente a las complejidades económicas.

Su visión burguesa las tiene tan acostumbradas a la pobreza en el área, la cual ronda en casi un 60%. Tanto ellas como todos los partidos de la burguesía, han ignorado la alta tasa de pobreza descrita por las investigaciones del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico. Donde el promedio salarial anual de las familias del sur no pasa de los $18,000 dólares ni en Yauco, Ponce, Peñuelas, Guayanilla y Guanica, según se describe en los estudios estadísticos entre el 2014- 2018.

Claramente estas expresiones han sido repudiadas por la mayoría de la clase trabajadora aunque las líderes coloniales se hayan retractado en sus comentarios. Ambas no comprenderán los incalculables sacrificios que hacen las y los trabajadoras/es para tener un hogar seguro. Hoy son los rostros de las trabajadoras que se llenan de lágrimas, pero lágrimas de rabia y coraje ante las atrocidades continuas hacia quienes generamos las riquezas.
Estos rostros exigen reubicación a un lugar seguro que no sean las insalubres carpas.

En la incertidumbre que tienen a los damnificados, el pueblo puede percatarse que las acciones de estas supuestas líderes, responden a los parásitos capitalistas financieros que salivan por la depreciación del valor de sus hogares Los damnificados desconfían completamente del gobierno, el cual no está al servicio de las masas trabajadoras. El pueblo no debe permitir que sus hogares y comunidades caigan en manos de desarrolladores urbanos que harán esta zona una mina de oro para sus bolsillos.

Por tal razón, las exigencias son:

  • Un hogar temporero seguro para las familias afectadas, a la misma vez que se invierta en la construcción de zonas urbanas seguras capaces de resistir cualquier azote de los fenómenos de la naturaleza.
  • Abrir los libros financieros y presentarlos al pueblo para que sepamos donde se va a invertir el dinero
  • Exigir que los bancos no cobren hipotecas si las casas no están aptas para la vivirlas
  • Exigir desarrollo urbano económicamente sostenible basado en el sector de la producción. Donde se genere gran cantidad de empleos bien remunerados, escuelas bien construidas, carreteras y puentes seguros, hospitales, comunidades obreras inspeccionadas gratuitamente por el colegio de ingenieros de PR, y verdaderas ciudades que aporten al desarrollo económico a beneficio de la clase trabajadora y no a los buitres millonarios de la banca que se quieren quedar con la zona sur.

En esta gran lucha de clases reconocemos que tales exigencias solo pueden llevarse a cabo con la organización política de la clase obrera. Por lo que impera una necesidad de organizarnos políticamente en todos los refugios. Así comenzaremos a obtener fuerza política y podremos luchar por nuestros hogares. Es la única forma en que podemos ejercer presión para que la burguesía una vez más no se quede con nuestras barriadas, urbanizaciones, caseríos y todo lo que compone las áreas y comunidades obreras.

!Exigimos reubicación temporera y desarrollo urbano para beneficio de las familias trabajadoras!

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