Con la sagrada Constitución de la colonia hecha papel higiénico, Pierluisi se quitó la careta este domingo proclamando su ascensión a gobernador una fait accompli, un hecho consumado. TRS acudió a los tribunales, aquel nido de reaccionarios togados, con la esperanza de detenerlo pero ya se ven las fracturas en su bloque político puesto que la mayoría PNP en la Cámara, junto con el igual de reaccionario PPD, ya le dio su voto a favor del pendejo de marista y los alcaldes federados salieron de su reunión en Fortaleza el domingo contentos con el “nuevo gobernador”. El hecho de que TRS tuviera que basar su oposición en los tribunales, el que no pudiera llamar a las masas a oponerse al golpe, destaca no sólo su propio carácter reaccionario sino también el rechazo popular hacia él.
Mientras tanto, los apologistas en la prensa oficial siguen con su intento de acondicionar las masas a aceptar pasivamente el golpe con sus llamados a la ‘estabilidad’ y la necesidad de ‘pasar la página’. Si algo dejó claro el ya infame chat es el contubernio en que están los medios oficiales con toda la politiquería colonial para la defensa del orden capitalista.
Tal como hemos señalado, a los capitalistas les importan muy poco sus propias leyes y mucho menos sus tan mentados principios democráticas. En la sociedad capitalista, la ley y el orden sólo aplican cuando las masas trabajadoras y de pobres se ponen inquietos y la llamada democracia se reduce a un ejercicio cada cuatro de selección entre el malo y el menos malo. Entre los capitalistas, las disputas legales son el reflejo de choques de intereses económicos y el orden que se establece es basado en quien tiene más poder económico. En este caso, Pierluisi y la junta son indistinguibles y las probabilidades están en contra de Schatz.
Hay algunos que plantean que detrás de la caída de Rosselló desde el principio estaba la mano del imperialismo el cual buscaba fortalecer la posición de la junta colocando a un elemento propiamente suyo en la silla del gobernador. Aunque la larga historia de las maquinaciones imperialistas a través de todo el mundo deja pocas dudas sobre esa posibilidad, hasta ahora no tenemos suficiente evidencia para sostener tal tesis. Lo cierto es, sin embargo, que por su carrera tanto fuera como dentro del aparato estatal colonial Pierluisi representa un elemento más confiable que Rosselló para los intereses de Wall Street – y por ende el Pentágono – en el gobierno colonial.
Ese fue precisamente el argumento que él mismo avanzó durante su primera conferencia de prensa desde Fortaleza. Después de mentir repetidamente sobre su respeto el proceso de confirmación en el Senado, la llamada “ratificación de su incumbencia”, entre otras cosas, Pierluisi le dio claras señales a sus amos en Wall Street de que no sólo iba a continuar llevando a cabo los ataques contra las masas trabajadoras a través de lo que él calificó como buenas políticas públicas iniciadas bajo Rosselló, sino que él los profundizaría.
A medida que las masas comienzan a comprender las implicaciones del golpe que acaba de tener lugar, han comenzado a surgir manifestaciones de repudio. Las nuevas manifestaciones están siendo guiadas por consignas como “Ni Pierluisi, ni Schatz” y “Vamos por los otros” como muestra del rechazo a todos los politiqueros del patio.
Ya los residentes de Peñuelas, Salinas y Guayama iniciaron lo que promete ser un nuevo ciclo de jornadas de protesta este domingo recordándole al país cómo el hijo del carbón que acaba de ocupar a Fortaleza defendía descaradamente las ganancias de AES por encima de la salud pública y el medioambiente. La Colectiva Feminista y el ala progresista del sindicalismo encabezada por la UTIER también han repudiado al hombre de la junta en la Fortaleza. Como hemos señalado en otras ocasiones, si bien el rechazo a Pierluisi cobra la forma de manifestaciones y otros actos de desobediencia colectiva, también requiere nuevas instancias de auto organización y lucha basadas en las masas trabajadoras.
Los socialistas y comunistas exhortamos a todos los trabajadores a sumarse a este repudio masivo a Pierluisi, pero no basándose en argumentos constitucionales, sino porque únicamente la clase obrera puede defender consecuentemente la voluntad democrática de la mayoría en contra de los intereses de la minoría capitalista. Tal defensa de las aspiraciones democráticas de la mayoría sólo puede encontrar su plena realización en la toma del poder político por la clase obrera misma y la reorganización de la sociedad por líneas socialistas. Como primer paso hacia estos objetivos, instamos a todos los trabajadores a integrarse en el nuevo movimiento de Asambleas de Pueblo que está cogiendo auge por todo el país.