Y después de que renuncie, ¿qué?

Por Carlos Borrero

Cuatro días de protestas, con una quinta ya pautada para mañana, son testimonio claro del repudio masivo no solamente a la conducta sino también la política impulsada por Rosselló.  Por más que los medios oficiales quieran proyectar la idea de que el motivo principal detrás de las protestas está la muy justificada indignación con el chat, la realidad es, como han dicho muchos, que eso sólo fue la gota que colmó la copa

Las masas han tomado las calles porque están hartas del desempleo y el subempleo, los salarios de miseria, la falta de oportunidades que a su vez provoca un éxodo masivo, el saqueo de los fondos de retiro, el desmantelamiento de todos los servicios básicos desde el sistema de educación público hasta los centros médicos, el aumento de toda clase de cargo e impuestos regresivos como el IVU, y todo lo demás.  Se presiente que hay algo fundamentalmente mal con el sistema capitalista mismo cuando tanta gente que se levanta por la mañana para trabajar no pueden siquiera vivir plenamente.  Y ya nadie se come ese cuento de que todo aquel que no consigue trabajo, y máxime uno digno, es por vago.

Encima de una situación cada vez más insoportable, el país está gobernado por una claque de pillos vestidos con sacos y corbatas que se pasan mintiendo y engañando.   La arrogancia se les sale por los poros al igual que su desprecio hacia el pueblo.  Y mientras el ejecutivo supervisa una operación masiva de saqueo, la legislatura crea las bases legales para el robo con leyes aprobadas muchas veces a espaldas de la gente.  Una mano lava la otra hasta que una de las partes se pasa, como pasó dentro del PNP, y entonces empieza la guerra fratricida; todo para lucrarse a costa del humilde.

Ya se sabe que dentro del partido gobernante se está fraguando un plan para colocar a un sustituto que aplaque la ira masiva.  La llamada ‘oposición’ tiene una historia de corrupción, demagogia y arrogancia tan larga como el actual partido gobernante.  Encima de eso, quienes verdaderamente dictan la política pública son la Junta de Wall Street.

Ante tal situación, la pregunta es, de lograr que renuncie Rosselló, ¿qué pasa entonces?

Las manifestaciones masivas son, sin duda, una señal del despertar político de las masas en Puerto Rico.  Estas manifestaciones masivas sólo pueden entenderse como la continuación de otras, como las jornadas del Primero de Mayo durante los últimos años, lo cual demuestra tanto la amplia oposición a las políticas de austeridad impuestas por los gobiernos capitalistas como el deseo popular de un cambio social fundamental.

Sin embargo, por necesarias y justificadas que sean las manifestaciones frente al Capitolio o la Fortaleza, no son suficientes para atajar el problema fundamental.  Sin la organización de nuevas estructuras que le den una voz a la gente y les quiten el monopolio sobre el poder de hacer política pública de esa claque de corruptos, pueden haber todas las renuncias que exijamos pero no habrá cambio fundamental.   Todo este esfuerzo popular será en vano si lo único que se logra es una nueva cara impulsando la misma política.

Precisamente por eso, los comunistas, siguiendo la línea trazada en nuestro programa, instamos a que se conviertan las manifestaciones masivas en la organización de Asambleas de Poder Democrático por todo el país.  Junto con estas nuevas estructuras, en donde las masas humildes por primera vez pueden participar directamente en la formulación de la política pública, exigimos la convocación regular de referéndums ciudadanos para aprobar y derogar leyes, revocar a oficiales públicos ineptos o corruptos y hacer enmiendas a la Constitución. 

¡No podemos dejarnos engañar!  La renuncia de Ricky, aunque necesaria, no resolverá los problemas a fondo.  Hay muchos más corruptos y arrogantes en el gobierno que los que salieron en el chat. 

¡Hacia la organización de Asambleas de Poder Democrático!

¡Referéndums Ciudadanos Ya!

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