Por Carlos Borrero
Más allá del desenlace de las maquinaciones políticas que se están dando dentro del PNP, resalta el hecho concreto de que a ninguna de las partes le importa la voluntad de las masas. Lo que se está viendo es una lucha frenética por el poder y la descuartización de toda pretensión de defensa de principios democráticos.
El anuncio del nombramiento de Pedro Pierluisi al puesto de secretario de Estado debe poner fin a la idea ilusa de que entre Rosselló y la Junta habían diferencias de fondo. Pierluisi, como sus rivales mismos dentro de la PNP han destacado oportunistamente ha fungido como defensor legal de la junta. Sus vínculos con los dos partidos dentro del Congreso estadounidense, que se fortalecieron durante su tiempo como comisionado residente (2009 – 2017), lo coloca como partícipe en la imposición de la ley Promesa y la Junta.
Más significativo aun son los vínculos que éste estableció con varios fondos de cobertura a través de la firma que fundó su esposa, María Elena Carrión, poco después de su llegada a Washington. Según una investigación realizada en 2016 por Eric Lipton y Michael Corkery del NY Times, tan lucrativas fueron estas relaciones con los mismos buitres que descendieron sobre Puerto Rico que la riqueza neta de la familia Pierluisi-Carrión se multiplicó por un factor de 27 durante su tiempo en Washington.
Los Pierluisi-Carrión son multimillonarios incrustados dentro de la oligarquía financiera estadounidense. Y si se acepta la premisa de que la junta es el instrumento dictatorial de los buitres de Wall Street, el capital financiero, también se tiene que reconocer que Pedro Pierluisi es un defensor de ella aun más fiel que lo fue el mismo Ricardo Rosselló. En otras palabras, con este nombramiento, la junta intenta colocar dentro de Fortaleza a un agente suyo.
Ante el nombramiento de Pierluisi a secretario de Estado, próximo a ocupar la silla de Gobernador el 2 de agosto, el bando rival dentro del PNP dirigido por Thomas Rivera Schatz, movilizó todas sus fichas dentro del Partido y la prensa para bloquearle el paso. Anoche (martes) Rivera Schatz prometió “colgar” la confirmación de Pierluisi.
Muchos especulan que detrás de las “ambiciones” de Rivera Schatz, un tipo que hasta ahora siempre ha preferido operar desde la sombra, es la desesperación por asegurarse a sí mismo, y a los suyos, el poder del indulto. Además de los interminables rumores acerca de sus vínculos al bajo mundo está el hecho concreto de que justo antes de los arrestos en el departamento de Educación y la ASES, así como la filtración del infame chat, Rivera Schatz se vio involucrado en el escándalo de los empleados fantasmas en el Capitolio. ¿Se pregunta alguien cómo y por qué se pospuso recientemente los juicios relacionados a este asunto?
Nadie que escuchara a Rivera Schatz se convencería con sus intentos de explicar cómo una persona, supuestamente especialista en la preparación de crêpes – aquella delicia de la repostería francesa – se inmiscuía con la International Legislative & Government Consulting Group para el elaborar y enmendar proyectos de ley bajo contrato senatorial. ¡Y menos aun para un tipo que proclama al mundo que está atento a todo lo que ocurra en el Senado pero después dice que no podía saber si sus propios asesores estaban involucrados en el guiso! Rivera Schatz ni se da cuenta de que cuando pretende montar su argumento de que le es imposible supervisar directamente a todos los asesores y contratistas dentro del senado es precisamente ese descomunal ejército de vividores dentro de la legislatura que constituye buena parte del problema de la corrupción y mal uso de recursos públicos.
Rivera Schatz seguirá jugando las cartas de “hombre de estado”, “ley y orden” y hasta “opositor de la junta” pero todo trabajador consciente sabe que es un canalla maquiavélico, aspirante a caudillo con sabor a república bananera e inclinaciones fascistas. Se sabe que aunque éste no tendrá los mismos vínculos directos con el capital financiero que sus rivales, es igual de reaccionario.
Todo este proceso de maniobras y pugnas políticas dentro del aparato partidista encierra unas lecciones de valor incalculable para las masas trabajadoras. Se pasea al desnudo el verdadero desprecio que tienen los politiqueros capitalistas para los principios democráticos. Mientras más estos politiqueros abandonan sus fraudulentas pretensiones democráticas, se sientan las bases para la dictadura desnuda, la forma preferida del dominio de los capitalistas en tiempo de crisis.
Ninguna de las facciones políticas oficiales dentro de la colonia puede ofrecerles a las masas una alternativa progresista. Todo el viejo aparato partidista estatal en que operan está corroído desde sus cimientos. Las nuevas formaciones políticas, como el MVC, que proponen “alternativas” al monopolio bipartidista dentro del aparato institucional existente sólo siembran ilusiones en una reforma de las mismas estructuras putrefactas, infestadas con sanguijuelas.
Los únicos defensores genuinos y consecuentes de la voluntad popular, la democracia más amplia, son los trabajadores conscientes. Empero, si bien la clase trabajadora es el verdadero campeón de la democracia, sólo puede garantizarla mediante instituciones propiamente suyas. Precisamente por eso exhortamos a todos los elementos pensantes dentro de la clase trabajadora, el estudiantado y los demás sectores con potencial progresista de la sociedad, a redoblar sus esfuerzos para organizarse en nuevos órganos de poder democrático, embriones de un nuevo aparato de gobernanza.