La AEE menos preparada que nunca para la temporada de huracanes

Por Abayarde Rojo

En semanas recientes los oficiales de la AEE informaron al país sobre su preparación ante la nueva temporada de huracanes. Ni siquiera los ejecutivos pudieron esconder los serios problema en que se encuentra esta Corporación Pública. La pasada semana los trabajadores de la UTIER realizaron unas importantes denuncias acerca de la negligencia intencional dirigida por los ejecutivos de la AEE para facilitar su desmantelamiento y cínicamente crear las condiciones para un apoyo masivo a la privatización. Mas crítico aún es el escenario de irresponsabilidad que demuestran los ejecutivos de la AEE ante una real inseguridad para la población ante la época de huracanes. La UTIER denunció que el sistema de distribución está mucho más deteriorado que antes porque no se le ha dado el mantenimiento que se requiere y tampoco se han preocupado en retener el recurso humano necesario para que el sistema de distribución esté en buenas condiciones.

El compañero Fredyson Martínez nos explica que “el sistema de transmisión son las líneas de mayor voltaje del país (115 y 230 KV) que corren el país desde las centrales termoeléctricas como Costa Sur, Aguirre, Palo Seco, Puerto Nuevo, las privadas AES y Ecoeléctrica, hasta las subestaciones desde donde se distribuye en voltajes de distribución de 13, 8 y 4 kv por nuestras urbanizaciones, campos y barrios hasta finalmente nuestras casas en líneas secundarias de 240 voltios. También hay un voltaje intermedio conocido como subtransmisión de 38 Kv que normalmente sale de una subestación hacia otras. El de transmisión – tras el paso de María – se pudo poner bastante al día. No así el de distribución, ya que como son las líneas hacia nuestros hogares, en muchos casos se hicieron unas reparaciones temporeras que aún están en muchos sitios ofreciendo peligro de volver a averiarse en cualquier momento”.

La falta de mantenimiento incide directamente en cuán al día o deteriorado esté el sistema, en este caso el sistema de distribución. Según Fredyson Martínez, vicepresidente de UTIER, en el año 2000 con 16 mil millas de líneas de transmisión y distribución en el país había 1,200 celadores de líneas. Esa cantidad hoy está en los 535 aproximadamente con 35 mil millas de líneas eléctricas. Más del doble de infraestructura para mantener con menos de la mitad del personal que había hace 19 años. ¿Cómo se va a llevar un proceso de recuperación ante un huracán si la AEE no está reteniendo a los celadores de línea quienes son el personal que realiza ese trabajo?

La AEE expresó a los medios que reclutarán 200 celadores en dos meses. Es una muestra más de la incompetencia e irresponsabilidad cínica de los ejecutivos de la AEE. No hay la capacidad para entrenar y tener ese personal para la época de huracanes porque una escuela de celadores tarda como mínimo 6 meses en completarse y tiene una capacidad máxima de entrenar cerca 50 celadores por escuela, según explicó Figueroa Jaramillo, presidente de la UTIER, en conferencia de prensa el pasado 3 de junio.

El Abayarde Rojo sistemáticamente ha denunciado que “se están abriendo los componentes más rentables de la industria energética – la generación y algunas facetas de la distribución – a intereses privados, la privatización, para así no sólo liberar al gobierno estatal de sus responsabilidades respecto a salarios, beneficios y un retiro garantizado para la fuerza laboral, sino más bien como condición exigida por los nuevos “jugadores” privados que asumirán el control sobre el sistema.  Los intereses privados no ven como rentable el tener que pagar ni salarios dignos ni beneficios marginales a lo que queda de fuerza laboral”.

Fredyson Martínez explica que “las condiciones de trabajo para los trabajadores de la AEE son pésimas. Los equipos obsoletos e inservibles en muchos casos. Los vehículos especializados están en malas condiciones o pasados de su vida útil. No se proveen los uniformes, botas y equipos de seguridad y protección personal a tiempo ni en las cantidades que se necesitan. La falta de personal sobrecarga a los que están haciendo del trabajo al requerirle largas jornadas de trabajo a estos obreros con el consabido daño social y emocional que eso conlleva en su salud y familia. Estamos exigiendo justicia salarial para estos compañeros porque nos indican siempre que quieren “atemperar” todo a la industria de Norteamérica, pero nada hablan de la cuestión salarial. Exigimos un aumento salarial justo para que se retenga y haga justicia a estos trabajadores que están emigrando en gran cantidad hacia el norte. Igualmente, exigimos el reclutamiento del personal necesario, la devolución de la licencia de accidentes que asegura nuestro salario en caso de accidentase estos compañeros y que así puedan seguir llevando el sostén a sus hogares, los adiestramientos y capacitación necesarios, así como la restitución del plan médico como establece el Convenio Colectivo”.

La condición crítica del recurso humano no es el único problema ante la necesidad de prepararse para futuras emergencias. El 75% de las centrales generatrices pequeñas que funcionan como unidades de respuesta rápida no estuvieron disponibles para el desastre del huracán María y ¡aún no están disponibles! Si hubieran estado disponibles para la emergencia de María se hubieran electrificado muchas más áreas y más pronto de lo que ocurrió evitando posiblemente miles de muertes.

Fredyson Martínez nos explica que “estas unidades son unidades más pequeñas y de respuesta rápida ante la salida de una unidad generatriz grande como serían las de Aguirre o Costa Sur. Prenden y comienzan a generar mucho más rápido que las grandes unidades en las centrales mayores de la AEE y privadas. Son en muchos casos micro redes porque su radio de acción puede suplir determinadas áreas. Por ejemplo, en Mayagüez está la Central Hidrogas con cuatro unidades de generación de respuesta rápida y capacidad total de 220MW. Estas unidades fueron las primeras que entraron en servicio para prender a Mayagüez tras el paso de María sin necesidad de conectarse a las unidades que suplen normalmente a Mayagüez como lo es Costa Sur. Esto ocurre también en Arecibo, Yabucoa, Vieques, Utuado, Vega Baja, Cayey y otros sectores que tienen unidades más pequeñas, pero que pueden generar de inmediato. La capacidad es variable porque algunas no se les ha dado el mantenimiento requerido, pero debe estar por una capacidad de cerca de los 700 MW”.

La denuncia por parte de los trabajadores de UTIER respecto a la inexistencia de un Plan de Respuesta Rápida ante una emergencia es otro aspecto crítico. Según la UTIER el plan de respuesta rápida debe incluir primeramente una comunicación directa con la UTIER como representante de los trabajadores para que se reestablezca la confianza y el apoyo mutuo entre las partes lo cual es inexistente en este momento. “La falta de experiencia por las renuncias y jubilaciones ha creado un problema de pobre desempeño administrativo que repercute en la falta de planes y de personas con la valentía de atreverse a cuestionar decisiones malas de administradores que simplemente no saben lo que hacen o solo se dedican a beneficiar a amigos del alma con contratos onerosos e innecesarios para la Autoridad”, expreso Fredyson Martínez.

Este Plan de Respuesta Rápida es vital ya que implementarlo permite comenzar desde el principio de la temporada de huracanes con un calendario abarcador de desganche, mantenimiento y conservación que sirva de prevención a muchas probables averías tras el paso de un fenómeno atmosférico. ¿Cómo se va a reparar el sistema si los trabajadores no saben cuál es el plan de la AEE para realizarlo? Están apostando a repetir el despilfarro de fondos públicos para la recuperación luego del huracán María donde se invirtieron sobre 3,500 millones de dólares en 10 meses, equivalentes a la nómina total de la Autoridad de 14 años. Estas compañías realizaron un trabajo de muy pobre calidad, donde finalmente los trabajadores de la AEE tuvieron que rehacer los trabajos que estas empresas realizaron. Ese dinero se debió invertir para la contratación de personal como son los técnicos, podadores, grueros, celadores y todos los trabajos necesarios para restablecer el servicio, y se estaría más preparados hoy.

Ante esta realidad no nos debe sorprender que aun a estas alturas no se haya reactivado el acuerdo de colaboración con American Public Power Association (APPA). El Ingeniero José Ortiz, director ejecutivo de la AEE, expreso a inicios de junio que firmó contratos con sobre 33 utilidades en Estados Unidos de manera individual (fuera del acuerdo APPA) para que brinden soporte en caso de un evento. “Activar el acuerdo con APPA para nada envuelve los contratos que vimos de $5,200 diarios por trabajador ya que estas compañías solo facturarán exactamente lo que hayan gastado. Si la cooperación que brindaron fue de $1 millón pues eso mismo facturan a la AEE o en este caso a FEMA. Eso evitaría el despilfarro que se dio y se sigue dando en Puerto Rico con contratos como el de MasTec que está cobrando a $5,200 DIARIOS por celador cuando ese mismo personal bajo un contrato de solidaridad facturaría su salario y gastos de movilización que estaría en un número muchísimo más bajo ya que no incluye ganancia alguna para esas compañías” expresó Fredyson Martínez.

American Public Power Association logo
APPAes la entidad que agrupa a todas las utilidades energéticas públicas de EU (incluyendo los territorios) los cuales operan con contratos de ayuda mutua o solidaridad. En la eventualidad de un desastre a la infraestructura energética de uno de sus miembros, los demás están comprometidos a aportar con materiales, personal y equipo para restablecer el servicio eléctrico.

Como hemos denunciado anteriormente todo este esquema forma parte de la llamada “reforma energética” la cual tiene como objetivo principal sustituir al petróleo más pesado brasileño con el gas natural estadounidense con la necesaria conversión de centrales como parte de los masivos proyectos de infraestructura que se contemplan bajo mecanismos de privatización. En caso de una emergencia como un huracán, bajo los nuevos acuerdos con los bonistas, no hay una salvaguarda en caso de que se interrumpa el servicio. Seguirán cobrando a los consumidores mediante el cargo de transición. En caso de un evento que interrumpa el servicio de energía, el acuerdo con los bonistas permite que en ese tiempo se continúe cobrando el cargo de transición a los abonados.

Para Fredyson Martínez esto lo quieren hacer rápido para comprometer el dinero público con proyectos innecesarios y faraónicos que eventualmente nos harán rehenes del gas. “Más ahora que en Estados Unidos se proyecta un excedente de gas natural por el uso indiscriminado de la tecnología conocida como fractura hidráulica que contamina los terrenos donde se usa. Además, por el movimiento de compañías generadoras de electricidad estadounidenses de gas natural hacia energías renovables, producirá un mercado de menor demanda y mucha oferta esclavizando más con esos contratos a largo plazo que se proyectan hacer para gas” indico Martínez.

Aun así, las recientes denuncias que hacen los trabajadores de la UTIER arrojan luz en beneficio de las masas. Nos muestran nuevamente que las soluciones capitalistas no son responsables ni afines con un desarrollo racional de la sociedad. En cambio, colocan a la merced de catástrofes a las masas tal como si fueran épocas primitivas de desarrollo. De igual forma estos acontecimientos son ejemplos objetivos de lo acertado y necesario de poner bajo el control democrático de los obreros mismos toda la industria energética. La única solución beneficiosa para las masas es colocar la AEE junto con todas las principales empresas e industrias del país en control directo y democrático de la clase obrera basado en un plan racional de desarrollo. Esto solo es posible bajo el socialismo.

Artículos Relacionados

Leave a reply

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí