Por: MAO
Los alarmantes datos presentados por los informes del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) vuelven a destacar que el 56% de la población infantil de nuestro país vive bajo condiciones de pobreza. De estos, alrededor del 90% representan la población estudiantil que llega a las escuelas públicas. En estas relevantes descripciones queda evidenciado el abandono de la niñez en Puerto Rico. Tales hechos manifiestan las contradicciones con los sucesos de los últimos días que ha involucrado la complicidad de la colonia capitalista con el tumbe millonario a la educación pública que personalizó en este caso la “supersecretaria” de educación, la canalla, Julia Keleher. El ojo público ha sido testigo de este despilfarro de dinero y lo menos malo que puede pensar una maestra del sistema público de enseñanza es que le boten la llave de la cárcel a esta corrupta, tras haber realizado todo un espionaje para girar el dinero público de nuestros niños/as hacia sus arcas financieras junto con las empresas que vinieron a saquearnos durante el proceso de recuperación del huracán María.
Mientras los parásitos burócratas bajo el mandato de Keleher y agrupados en la firma Hogan, Marren, Babbo & Rose, donde participa el hermano de Ricky Rosselló, Jay Rosselló, se preparaban el terreno para quedarse con el dinero del Departamento de Educación, el IDJ recopilaba la informacion que entre el 2012 al 2017 las familias con niños, empeoraron su situación económica a tal grado, que elevaron sus condiciones de pobreza. De lo que se desprende de manera superficial, llama la atención sobre el entorno al que los maestros se enfrentan en recibir estudiantes bajo condiciones de pobreza en los salones de clase. Es decir, reciben en alrededor de un 40%, estudiantes cuyos padres ganan al año, menos de $15,000 dólares. Los cuales mostraron tener dificultades para poder cumplir con los pagos de agua y luz eléctrica, también un 38% mostro dificultad para poder comprar alimentos, un 16.1% registro no poder adquirir completamente medicamentos y el 20.5% dificultaba acceder a la compra de materiales educativos. Sabemos que los índices de pobreza salarial identifican a trabajadores que ganan anualmente un salario que ronda en menos de $20,000 dólares. Estos son cálculos bien amañados en la sociedad capitalista, pero se percibe en los informes que las familias con niños, cuentan con empleos en los que se ha disminuido su remuneración económica de $20,457 dólares a $19,257 dólares. Lo que indica que el perfil socio- económico general de los estudiantes de escuela pública es uno de pobreza. Es con este perfil estudiantil que las maestras/os deben lidiar en sus intentos de educar a nuestros niños. Sin embargo, los capitalistas continúan inflando sus bolsillos con los fondos públicos que provienen de las riquezas que producimos la clase trabajadora y que terminan directa o indirectamente en salarios exorbitantes como el de $250 mil al año que ya por fin le quitaron a Julia Keleher.
En los informes se mencionan otras variables que muestran las paupérrimas condiciones en que viven nuestros niños y jóvenes. Pero el asunto de la educación refleja un factor importante cuando estos corruptos como Julia Keleher, en representación de la burguesía, atacan la educación pública y luego son tan “charlatanes:” que se atreven a señalar los “valores” de los estudiantes y las comunidades, cuando es la propia sociedad burguesa que los mantiene hundidos en la pobreza. ¿Alguien puede comprender de qué manera nuestros niños y jóvenes pueden salir adelante ante los innegables niveles de pobreza?
La sociedad capitalista para lograr cada vez tasas de ganancias más elevadas, necesita robar las riquezas que desarrollan las masas productoras. Para eso engendran a secretarios como Keleher, Victor Fajardo u otros personajes que sin temblarles la mano desvían el dinero de la educación de nuestros niños para sostener las riquezas de la clase burguesa. Y que de la vista larga no se hagan algunos otros que de igual forma creen en la educación como la bolsa grande para la inversión de capital privado. En ese sentido empresarial se encuentran excandidatos/as políticos como Manuel Cidre y Alexandra Lugaro. Que uno directamente permanece guisando con contratos y la otra mediante su empresa familiar en algún momento se llenó los bolsillos con el negocio de la educación pública. Son igual de cómplices que los burgueses que acostumbramos a ver.
Quienes no podemos hacernos cómplices de las atrocidades de la burguesía con el cierre de escuelas, salarios injustos para los maestros, privatización del sistema público de enseñanza, las condiciones miserables de vida para las familias trabajadoras, los tumbes millonarios entre Keleher y el bufete en el que guisa Jay Rosselló (Hogan, Marren, Babbo & Rose) y la pobreza de nuestros niños y jóvenes, somos nosotros/as trabajadores/as conscientes. Ante esto reconocemos a las organizaciones magisteriales y a las comunidades obreras que desde el principio nos señalaron cada una de las patrañas de Keleher. Esta situación debe unir esfuerzos a los pasos ya dados para subir a un escalón más elevado y fomentar la organización política de la clase obrera en consejos obreros. Los comunistas seguiremos apoyando las gestas de lucha en las que el magisterio decida enfrentarse pero de igual manera enfatizaremos en que la posición de Keleher solo era parte de la función que hacen los representantes de la burguesía. Por lo que insistiremos a que el magisterio junto a otros sectores obreros señalen el problema por su nombre ya. Señalen al capitalismo como el gran destructor de la humanidad. Hemos trabajado nuestro programa político para que la clase obrera en general lo haga suyo y de allí inicie la organización y la lucha enfatizando concretamente la determinación de salarios para cada categoría de trabajo cada año de acuerdo a los costos de las necesidades básicas, incluidas las actividades culturales y de ocio, por una comisión de estadística asignada por la Asamblea Nacional y la educación de manera científica y práctica a todos los niveles sufragada por el Estado.
¡Por la organización política de la clase obrera para combatir la pobreza infantil!
¡Socialismo o Barbarie!