Por Carlos Borrero
En otra señal del rumbo temerario por el cual el capitalismo mundial está llevando la humanidad, el presidente de EEUU anunció este fin de semana su intención de retirar del tratado INF (Intermediate Range Nuclear Forces) con Rusia. El INF impone límites al número de misiles nucleares terrestres de alcance corto y medio, de 500 a 5.500 kilómetros, de las dos más grandes potencias nucleares del mundo. El tratado fue firmado por Reagan y Gorbachov en 1987 y ha sido una pieza central en la no proliferación de armas nucleares en Europa durante tres décadas.
El anuncio de Trump, que se dio en un mitin de campaña en el estado de Nevada el sábado pasado, siguió a una amenaza directa contra Rusia hace tres semanas por la embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison, en comentarios a reporteros. Refiriéndose al sistema de misiles cruceros ruso, Novator 9M729, el cual ha sido un foco de tensiones entre EEUU y Rusia durante varios años por alegadamente tener un alcance de más de 500 km., Hutchison declaró que entre las contramedidas contra las supuestas violaciones del INF por los rusos la administración estadounidense estaba considerando acabar con (“take out”) los misiles. La amenaza de Hutchison tiene que entenderse no como un comentario aislado sino parte de una serie de declaraciones por halcones dentro de la administración como John Bolton, y Trump mismo, a favor de una política externa unilateral y más agresiva además de un aumento de la capacidad nuclear de EEUU.
Está claro que mientras el imperialismo estadounidense intensifica su cercamiento de Rusia, aumentando sus fuerzas militares en los países bálticos y Polonia al noroeste además de su flanco suroeste por la frontera con Bulgaria y Rumania, y manteniendo una presencia militar permanente en Afganistán en el centro sur, no tolerará ninguna contramedida por el igual de reaccionario régimen en Moscú. De hecho, cualquier escalada militar rusa sólo servirá de pretexto para EEUU asumir una postura aun más agresiva.
Sin embargo, lo que Trump trajo nuevo en su anuncio el sábado fue el señalamiento de China en conexión con la cuestión del Tratado sobre las armas nucleares. Ante las preguntas aclaratorias de reporteros, Trump declaró con el cinismo y la hipocresía que lo caracterizan: “A menos que Rusia viene a nosotros y China viene a nosotros y todos vienen a nosotros y digan, ‘Vamos todos a ponernos inteligentes y que ninguno desarrolle esas armas’, pero si Rusia lo hace y China lo hace y nosotros estamos cumpliendo con el acuerdo, eso es inaceptable. Así pues tenemos una tremenda cantidad de dinero para jugar con nuestra fuerza militar.”
China no es signatario del INF. Sin embargo, varios oficiales militares de EEUU han expresado su preocupación con la manera en que el tratado INF los deja maniatados en el teatro pacífico. Tal fue la valoración del ex Almirante Harry Harris quien declaró en unas vistas ante el Senado el marzo pasado. Según el ahora retirado almirante, “No tenemos (EEUU) ninguna capacidad terrestre que pueda amenazar China porque, entre otras cosas, nuestra adherencia rígida, y correctamente, al tratado del que somos firmantes, el INF.”
Como hemos resaltado en muchas ocasiones, en años recientes se han intensificado las tensiones militares en el Mar del sur de China, zona marítima por donde anualmente atraviesa entre $3 y $5 trillones en comercio. Además de la modernización de sus fuerzas navales, el régimen chino recientemente desarrolló un sistema de misiles, el Dong Feng-26, de uso dual – convencional o nuclear – con alcance de entre 3.000 y 4.000 kilómetros, es decir, con capacidad de llegar a las bases militares de EEUU en Guam. La única forma para EEUU contestar cualquier esfuerzo para afirmar mayor influencia en el Pacífico sería mediante una escalada drástica de su propia presencia militar en el área.
Así pues tanto el teatro europeo como el pacífico se vuelve cada vez más en un barril de pólvora. Los capitalistas están arrastrando a la humanidad por el camino de una guerra que amenaza su supervivencia misma.
Trump ha hecho clara la posición de la clase dominante en EEUU independientemente de su afiliación partidista. Los capitalistas en EEUU intentan imponer aun más privaciones a las masas obreras, ej. recortes de programas sociales, protecciones para los necesitados, etc., mientras canalizan fondos públicos hacia un aumento sin precedentes de instrumentos de destrucción masiva. Para llevar a cabo esta desviación de la inmensa riqueza social creada por los obreros hacia el militarismo, un proceso que se está dando dentro de todas las potencias capitalistas del mundo, los capitalistas y sus representantes políticos cada vez más abandonan las formas democráticas de gobernanza y recurren a las formas más grotescas del chauvinismo nacional.
Sólo la clase obrera internacional, guiada por un programa socialista, tiene la capacidad de encarrilar la humanidad de nuevo en el camino de la paz y el progreso. El reino capitalista no sólo pierde su brillo sino que se pone cada vez más incompatible con la seguridad misma de la humanidad.