Bomberos se organizan para luchar por sus derechos laborales

Por Abayarde Rojo

La pasada semana, el sindicato de bomberos de Puerto Rico ofreció una charla a su matrícula sobre las particularidades de la ley de retiro. En la misma fue notable la preocupación de los bomberos por los cambios en el sistema de retiro que aumentará el tiempo en que planificaban retirarse y recorta la tasa de retiro esperada al momento de firmar su permanencia con el gobierno. Por esta y otras razones que afectan las condiciones de trabajo de este sector, los bomberos se organizan para ejercer presión al gobierno para mejorar sus condiciones de trabajo.

Luis Soto, vicepresidente del sindicato de bomberos, compartió con Abayarde Rojo los principales reclamos de este sector. En primer lugar, exigen la permanencia de 50 bomberos que forman parte de un programa federal de la Agencia para Manejo de Emergencias que culmina este próximo 31 de octubre, luego de cuyo término quedarán sin empleo. “Estamos pidiendo al gobierno de Puerto Rico que absorba esos bomberos ya que hay 300 plazas vacantes. No hay razón alguna para que esos bomberos se queden fuera del cuerpo de bomberos. El Estado tiene los fondos suficientes para mantenerlos”.
Además, los bomberos que están bajo el departamento de seguridad pública exigen que se le pague el mismo aumento de 125 dólares que se le otorgó a los policías y a los maestros.

Por medio del proyecto de ley por petición 1099, los bomberos esperan que el aumento se concretice a través de una enmienda al código de rentas internas para imponer un cargo de 3% sobre las ganancias de las aseguradoras sobre las primas de las pólizas de seguros contra incendios y líneas aliadas. El dinero obtenido sería suficiente para el aumento del salario que demandan y para la adquisición de equipo nuevo necesario para la seguridad de los bomberos los cuales llevan a cabo un trabajo de alto riesgo. La estrategia de encañonar las enormes ganancias de las aseguradoras contra incendio demuestra que este sector tiene claro que estas compañías se enriquecen de la especulación a cuesta del trabajo de alto riesgo de los bomberos. Los trabajadores y trabajadoras reconocen que estas grandes acumulaciones de capital van en contra de sus intereses.

A pesar de que en años anteriores estos intentos de reformar el sistema alivianaron las precarias condiciones de algunos sectores de trabajadores, en la actualidad la Junta de Control Fiscal tiene la última palabra.

La lucha desde las leyes del estado ha permitido obtener múltiples beneficios en el pasado para mantener un mínimo de condiciones laborales pero la insostenibilidad del sistema capitalista y su avanzado estado de desarrollo no hacen compatible el enriquecimiento de los capitalistas con la garantía de un bienestar mínimo a los trabajadores y trabajadoras. Los tímidos reclamos de los bomberos son una muestra de que hemos aprendido a conformarnos con migajas cuando las grandes acumulaciones de capital encierran las riquezas producidas por nuestro trabajo. Las fuerzas del capital se imponen sobre la clase trabajadora en todas partes del mundo por lo que esta realidad nos obliga a unir fuerzas con distintos sectores de la clase trabajadora dentro y eventualmente fuera de Puerto Rico.

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