Oportunista la propuesta de “reforma laboral” del PPD

Por Rosa Rojas

 

Ayer el presidente del PPD Héctor Ferrer presentó su “propuesta de reforma laboral” en una sombría conferencia de prensa que mostró no solo su aislamiento como representante de los intereses de los explotadores, sino también la irrelevancia política del PPD. Aunque Ferrer presentó la propuesta en su carácter individual, acompañado solamente por el irrelevante burócrata sindical Juan Vega de Servidores Públicos Populares, manifestó su intención de presentarla en la próxima asamblea general del PPD a celebrarse en diciembre.

Los detalles de la propuesta presentados por Ferrer fueron muy escasos, limitándose solo a señalar que consistía en alargar la jornada de trabajo a 4 días de 10 horas, donde el tiempo extra se pague doble y el periodo de tomar alimentos no pueda renunciarsePara darle un tono pomposo a lo que no es más que una vulgar promesa prematura de campaña, la propuesta está enmarcada a una enmienda constitucional condicionada a su aprobación en la asamblea del partido y luego en la legislatura del territorio. De no lograrse su aprobación en la legislatura se incluiría en el programa del PPD para el 2020. Es decir, se coloca una serie de obstáculos infranqueables, de píldoras venenosas, para colocar al PNP como “enemigo de los trabajadores” una vez impida su aprobación y al PPD como su defensor.

Esta “propuesta” aparte de su oportunismo evidente, enfrenta tantos obstáculos que no tiene la menor posibilidad de ser considerada en ningún organismo político ni instancia del Estado burgués colonial.

De hecho, nada más conocerse el anuncio inmediatamente salieron diversos sectores representantes de los intereses burgueses a oponerse a la propuesta. El argumento más trillado que utilizaron fue el de que se pretenda “obligar” a los trabajadores a extender la jornada alegando que esto afectaría su salud física y mental. ¡Sí Pepe!

Inmediatamente le salió al paso a la propuesta la pandilla de Ricky por voz de su pistolero en jefe Ramón Rosario y el secretario del Trabajo (DTRH) Carlos Saavedra, quienes indicaron que ya la infame Reforma Laboral contiene estas disposiciones bajo el concepto del “flexitime”. Inclusive se mostraron muy satisfechos en señalar que la reforma garantiza a los empleados «el derecho a negociar el flexitime de manera voluntaria con el patrono” como si el balance de poder fuera igual entre un trabajador individual y el patrono.  Como hemos señalado, esta ley desarma a los trabajadores de negociar y luchar colectivamente por mejores condiciones salariales y laborales y que constituye un ataque directo a la organización sindical como herramienta de lucha económica. A su vez, lo que aparentan ser posiciones encontradas entre ambos partidos burgueses, resulta una prueba adicional de que están alineados para continuar la ofensiva contra las masas trabajadoras en defensa de los intereses de sus amos capitalistas.  Al hacer pública esta propuesta, Ferrer en realidad está enviando una señal a los patronos que él está tan dispuesto a defender los intereses capitalistas como ha sido Ricky.

Aparte de lo ridícula que resulta la propuesta, la clase obrera no nos podemos dejar engañar y tenemos que ver las cosas también desde dónde vienen. En este caso, quien propone estuvo recientemente enfangao hasta las teleras con el escándalo de DCI, la empresa de cabilderos que montó una sucia campaña en contra del gobierno para que sus bonistas buitres cobraran sus bonos a sobreprecio. DCI tenía en su nómina a Ferrer y a otros próceres del PPD como Robertito Prats Palerm y “El pollito” José Alfredo Hernández Mayoral. La campaña fue tan chapucera que ni tan siquiera pudieron utilizar los “símbolos patrios” correctos confundiéndolos con los del valeroso pueblo cubano. Ferrer y Prats estuvieron cabildeando en el congreso de EEUU durante el verano en contra supuestamente del proyecto de estadidad de Jennifer González, cuando en realidad conspiraban contra las masas explotadas para favorecer a sus clientes bonistas buitres.

Si esta propuesta hubiese tenido un ápice de seriedad, habría sido más beneficioso para la clase obrera y las masas trabajadoras que esta ensarta de oportunistas hubiese propuesto que se enmendara la constitución del territorio para restituir el derecho al trabajo. Esto considerando la alta tasa de desempleo, la precariedad de empleo para quienes lo tienen y el alto índice de pobreza que ha obligado incluso a los jubilados a tener que volver al “mercado laboral”. Más allá de los debates de nuestros abogados “constitucionalistas” burgueses y liberales pequeñoburgueses, esta propuesta contradice frontalmente la estrategia económica diseñada por la clase capitalista internacional y ejecutada por la JWS y sus alicates del PNP. Esta se basa, como hemos denunciado en innumerables ocasiones, en la disminución del valor del trabajo como condición indispensable para atraer la inversión extranjera.

Sin embargo, las comunistas sabemos que ninguna ley o conquista laboral será duradera en el régimen de explotación capitalista. De todas formas, reconocemos la necesidad de que la clase obrera se organice para luchar y haga retroceder temporeramente la ofensiva con nuevas conquistas que aseguren un alivio temporero a la precaria situación de las masas obreras en la actualidad.  En ese sentido continuaremos impulsando nuestro Programa Político que plantea reducciones a la jornada de trabajo sin disminuir salarios o beneficios adquiridos de acuerdo a un plan racional de desarrollo sostenible, el cual incluye el empleo pleno y digno para toda persona apta, así como la determinación de salarios para cada categoría de trabajo delineado al costo de las necesidades básicas incluido el disfrute de actividades culturales y de ocio por una comisión compuesto por los trabajadores mismos.

¡Organicemos consejos obreros!

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