Por Lidia López
Siguiendo la ola de militancia magisterial desatada durante el pasado año escolar en varios estados a través de EEUU, los maestros de las ciudades de Seattle y Los Ángeles votaron esta semana para autorizar huelgas. El voto de autorización de huelga en Seattle este martes pasado tuvo lugar en medio de la creciente ira de maestros por todo el estado de Washington donde se han realizado paros en varios distritos escolares y actualmente hay seis distritos al suroeste del estado en huelga.
En el caso del magisterio en Seattle, una de las ciudades con el costo de vida más alto en EEUU y donde el gobierno municipal tal como ocurre a nivel estatal les provee exenciones contributivas exorbitantes a grandes corporaciones como Amazon y Boeing, las demandas principales giran alrededor de los salarios y la contratación de más personal docente y de apoyo para reducir el número de alumnos por aula y atender sus necesidades. Tal como ha ocurrido a nivel de todo EEUU, los distritos escolares del estado de Washington han visto una dramática reducción de fondos federales y estatales durante a última década al mismo tiempo en que las ganancias capitalistas de las grandes corporaciones como Amazon y Boeing han disparado. Cada vez más las crecientes presiones económicas que encaran el magisterio y otros trabajadores escolares, además del estudiantado y familias de las escuelas públicas, se contrastan con la obscena acumulación de riqueza entre los capitalistas facilitada por las políticas impositivas reaccionarias impuestas por sus defensores políticos.
El liderato del sindicato que representa a aproximadamente 6000 maestros, consejeros y otro personal de apoyo en Seattle, la Asociación de Educación de Seattle (SEA) inicialmente propuso un aumento salarial de entre 8 y 10% a pesar de la demanda a nivel estatal de un incremento de 15%. El anuncio este viernes de un acuerdo tentativo entre el sindicato y el distrito en Seattle debe ser causa para alarma entre las bases del magisterio en Seattle. Tal como ha ocurrido en otras negociaciones, los burócratas sindicales han guardado como secreto los detalles de sus negociaciones y del acuerdo tentativo en sí mientras se les se intenta obligar a los maestros de base a que ratifiquen un convenio sin siquiera un período de tiempo suficiente para discutir a fondo sus disposiciones o un mecanismo para modificar las propuestas actuales. Debe recalcarse que esta práctica antidemocrática está siendo llevada a cabo por el propio liderato sindical, que en caso tras de caso durante el último año escolar trabajó a puertas cerradas para socavar la lucha militante de los maestros de base mientras colaboraba con los gobiernos estatales en lugares como West Virginia, Arizona y Oklahoma para preservar sus propios intereses estrechos.
En Los Ángeles, la ira del magisterio se refleja en el hecho de que el 98% de United Teachers of Los Angeles, la organización sindical que representa 31.000 maestros, consejeros, bibliotecarios y otro personal escolar en el segundo distrito escolar más grande de EEUU, aprobó el voto de huelga este viernes. Tal como en el resto de EEUU, las demandas de los maestros en Los Ángeles incluyen el aumento salarial – en este caso un aumento inmediato de 6.5% que incluye el salario retroactivo – y la reducción del número de alumnos por grupo mediante la contratación de más personal docente y de apoyo al alumno como consejeros y sicólogos escolares. Además, se está exigiendo una reducción del número de pruebas estandarizadas impuestas sobre los estudiantes cada año y cambios al nefario sistema de evaluación de los maestros.
Entre los otros problemas apremiantes que se destacan dentro del sistema de educación pública en Los Ángeles, una ciudad con extremos niveles de desigualdad, una falta de vivienda asequible y altos números de personas desamparadas, son el hacinamiento y el deterioro de los planteles escolares. Como hemos señalado respecto a otros lugares, las lujosas manifestaciones de riqueza obscena por gerentes de fondos de cobertura y ejecutivos de Hollywood se contrastan con las luchas cotidianas de la gente común para asegurarse de las necesidades básicas tales como vivienda adecuada y el cuidado médico y la educación de calidad.
A pesar de las legítimas demandas del magisterio en Los Ángeles y su obvia disposición de llevar a cabo una lucha militante, la burocracia sindical ha hecho claro su intención de sofocar cualquier brote de acción independiente radical de parte de los maestros de base. En respuesta al voto abrumador para autorizar la huelga, los negociadores del sindicato magisterial en Los Ángeles, como señal implícita al gobierno municipal de su disposición de colaborar en contra de las bases del magisterio, han hecho grandes esfuerzos para comunicar que el voto de autorización no significa que habrá huelga sino que la matrícula le ha dado permiso para llamar la huelga en el futuro. Al mismo tiempo, este liderato sindical ha reiterado en varias declaraciones públicas su preferencia por resolver la disputa laboral acudiendo a mediadores estatales en vez de la acción independiente y militante de los trabajadores escolares mismos. Una vez más estamos viendo el vil papel que juega la alta burocracia sindical para limitar la envergadura de la lucha obrera y atar las manos de las bases trabajadoras, canalizando su lucha hacia el callejón sin salida de las instituciones capitalistas diseñadas precisamente para mantener subordinada a la clase trabajadora.
Cada vez más, la lucha de los maestros, al igual que todos los trabajadores organizados, tiene que darse no solamente en contra de los capitalistas y su gobierno sino también dentro de sus propias organizaciones contra los oportunistas de la alta burocracia sindical. Instamos a los maestros y demás personal escolar en EEUU a unir fuerzas en una lucha militante e independiente a nivel nacional a favor de una inversión masiva en la educación pública financiada por la imposición de impuestos sobre las grandes corporaciones y la reasignación de los miles de millones de dólares actualmente dedicados a la máquina de guerra imperialista. Estos fondos deben de reasignarse hacia las escuelas públicas a través de EEUU, la creación de un sistema de cuidado médico público y la construcción de millones de unidades de vivienda nuevas para las masas trabajadoras.
En Puerto Rico, instamos a los maestros a sacar lecciones vitales de estas experiencias para llevar a cabo su lucha, en unión con sus colegas en EEUU y la región del Caribe. Los ataques llevados a cabo en contra de la educación pública en Puerto Rico, con la complicidad de oportunistas como Aida Díaz, obligan a los maestros a reconceptualizar tanto su forma de organizar como las tácticas de lucha que implementan.