Tenedores de bonos COFINA Senior salen victoriosos mientras las masas luchan por sobrevivir

Por Lidia López

 

El recién anunciado acuerdo entre el principal grupo de bonistas COFINA, la Junta de Wall Street y sus alicates de la administración colonial, calificado por el payaso en La Fortaleza como un “gran avance” para el pueblo porque supuestamente se van a ahorrar $17.5 mil millones en pagos de interés sobre la deuda, representa en realidad tremendo guiso para los buitres.

Bajo los términos del acuerdo, los tenedores de los bonos COFINA Senior, la clase más alta de bonos dentro de la jerarquía de bonistas y los cuales tienen prioridad en los reclamos de pago, recuperarán el 93% de su inversión.  Según Bloomberg, la deuda de referencia (benchmark debt) cuando se emitieron estos bonos en el marzo de 2014 era precisamente 93 centavos por dólar.  Para poner esto en perspectiva, en 2015 Moody’s pronosticaba una recuperación de entre 65% y 80% para estos bonos.  En otras palabras, independientemente del precio en que se adquirieron los bonos COFINA Senior después de la emisión inicial – que no era por el valor nominal o par – sus poseedores se llevarán el mismo valor de los bonos clasificados como rango AA, ingresos de hasta 2.6 veces por encima del servicio a la deuda.  Tan buena le salió la cosa para los bonistas COFINA Senior que en el documento preparado por Citigroup con los detalles del acuerdo se comparan los términos para esta gente con los tenedores de los bonos de la Massachusetts School Building Authority, la LA County MTA y la Utah Transit Authority, entidades cuyas emisiones son de muy alta clasificación crediticia.  De hecho, el día después del anuncio del acuerdo el valor de mercado para todas las clases de bonos de la colonia subió – por ejemplo, los bonos GO con vencimiento en 2035 a 52 centavos por dólar desde 40 a principios de agosto, los COFINA Senior con vencimiento en 2057 a 89 centavos y los COFINA subordinados con vencimiento en 2041 a 53 centavos desde los 40.  En las palabras de Shaun Burgess, manejador de cartera para Cumberland Advisors, “Los Seniors están recuperando 93%.  Eso no es un ‘recorte de pelo’ tan grande y en el mismo acuerdo han sacrificado algunos ingresos dedicados a los tenedores de bonos GO como parte del arreglo.”

¿Y de dónde vendrán los chavos para garantizarles tan jugoso ‘retorno’ de esta inversión?  Pues, los tenedores de bonos COFINA tienen un gravamen sobre el 53.65% de la mitad de los ingresos que vienen del IVU (5.5%).  Es decir, con cada compra que se hace, sea de necesidades básicas o artículos de lujo, parte de esos chavos va a parar en los bolsillos de estos multimillonarios inversionistas para pagar una deuda vieja.  Y seguirá siendo así ¡hasta el 2058! según las condiciones del nuevo acuerdo.

¿Y el 46.35% restante de la mitad de los ingresos del IVU?

Como explicamos hace unos meses atrás, durante los últimos años se ha dado una batalla entre diferentes facciones de bonistas – por un lado los poseedores de bonos COFINA y por el otro los de Obligaciones Generales (GOs) – por el reparto del botín que representan los ingresos del IVU.  El acuerdo al que se llegó esta semana con los bonistas COFINA asigna 46.35% de la mitad de los ingresos del IVU (5.5%) formalmente al fondo general aunque existe toda intención de usar estos fondos para pagar a los bonistas GO.  Está por verse todavía si los bonistas GO aceptan la oferta.  El principal argumento de los bonistas GO ha sido que ellos tienen un derecho constitucional de ser primeros en la fila para cobrar.

Lo que sabemos es que los impuestos sobre el consumo, particularmente cuando se trata de productos básicos, son una de las formas más nefastas y cínicas de la lucha de clases desatada por los capitalistas en contra de las masas trabajadoras.  En términos generales, los impuestos sobre el consumo son regresivos pues impactan desproporcionadamente a la clase trabajadora la cual gasta un mayor por ciento de sus míseros ingresos en artículos básicos.

Durante el mismo tiempo en que se congelan los salarios reales y se le están quitando todo tipo de beneficio marginal y protección al trabajador bajo el pretexto de la crisis económica; justo cuando se le amenaza al trabajador púbico con quedar despedido porque se tiene que ‘achicar’ el gobierno, etc.; se le está garantizando al inversionista multimillonario la totalidad de su botín con gravámenes sobre los impuestos pagados por bienes básicos para sobrevivir y se declara a los cuatro vientos que Puerto Rico is open for business con un ambiente prácticamente libre de contribuciones para las grandes empresas.

Los comunistas siempre hemos planteado como demanda programática la eliminación de todo impuesto sobre el consumo.  Esta demanda, sin embargo va de la mano con la supresión de toda deuda pública y la expropiación de todas las grandes industrias y corporaciones por la clase obrera misma.

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