Por Rogelio Acevedo
Con la reciente aprobación del presupuesto en la cámara de representantes el país ha tenido nuevamente la oportunidad de ver una radiografía de lo que será el verdadero presupuesto que regirá el territorio, es decir, el que aprobará la JWS. Ya hemos denunciado previamente la farsa que representa este ejercicio de la legislatura, máxime cuando ya la JWS lo sometió formalmente hace un par de semanas, donde se ha evidenciado una vez más la complicidad de la legislatura en ejecutar el plan económico que tiene para el territorio la clase capitalista internacional.
Entre los amplios recortes que sufrirán numerosos servicios y programas sociales se encuentra el programa de educación especial del Departamento de Educación (DE), los que se proyectan en alrededor de $78 millones. Ante las críticas de diversos sectores, precisamente salieron en defensa de los recortes la misma partida de corruptos que alega defendernos contra “las imposiciones de la Junta”. Esta ver le tocó el turno a Antonio Soto, quien para justificar su postura alegó que “inicialmente el recorte iba a ser de $134 millones” y que “el DE tiene fondos suficientes para hacer los ajustes necesarios”. Actualmente el DE tiene matriculados para servicios de educación especial a más de 134,000 niños, y que la agencia estima podría ascender a más de 141,000.
Sin embargo, más allá de las despreciables expresiones de un personero con la trayectoria de Tony, este anuncio nos da a oportunidad de ir perfilando la tendencia de los efectos que producirán las medidas de austeridad de la JWS, en este caso, el aumento vertiginoso de la pobreza infantil. Tan reciente como para diciembre de 2017 se publicaron varios estudios analizando la situación económica luego del huracán María, que aún con enfoques diferentes, coincidían en el agravamiento de la situación general del masas y en particular, de la niñez.
Algunos datos
Para el 2016 el Instituto de Estadísticas publicó su estudio Informe de Desarrollo Humano en Puerto Rico que sirve como referencia útil para tener un panorama de la situación económica pre María. Este evalúa diversos aspectos económicos, y señala como una de las causas principales para el atraso en materia de desarrollo y de la alta tasa de pobreza, el papel de las transferencias federales. Ofrece un dato importante cuando señala que para 2012 había 238,359 trabajadores pobres, es decir el 21% de la clase trabajadora de entonces (1.2 millones). Dentro de ese grupo, coloca los hogares de jefas de familia como el más numeroso el cual representaba el 58% de la población. Para aquel entonces, San Juan era el municipio con mayor número de menores que recibían el PAN, 63,410, de los cuales 47,809 (56%) vivían bajo niveles de pobreza.
El informe Justicia ambiental producido por el Instituto Caribeño de Derechos Humanos y la Facultad de Derecho de la Interamericana parte de un análisis más general de la pobreza desde la economía política. En este se enmarca en la coyuntura de la JWS y las ya difíciles condiciones económicas del territorio antes de María, donde expresa las preocupaciones de la clase capitalista internacional a que se desatase una quiebra abrupta del territorio que provocase un impago desordenado. Señala además que luego de María hubo un decrecimiento económico del -16%, que produjo un aumento del desemplea en 5.6% y el aumento de sobre 385% de reclamaciones al seguro del desempleo. El más abrupto documentado en 30 años.
El informe también resalta el coeficiente Gini (indicador que compara las desigualdades entre países) para Puerto Rico, que lo ubica entre los peores 10 países del mundo con un aumento del nivel de pobreza que alcanza el 46% de la población. El estudio confirmó lo que se ha venido señalado hace varios años sobre los efectos que tendrían las medidas de austeridad; el grupo poblacional con la tasa de pobreza más fue nuestra niñez, donde el 57% de la población menor de 17 años vive bajo niveles cada vez más alarmantes de pobreza. El estudio señala una marcada distribución desigual a nivel geográfico, con los municipios de la montaña con las tasas más altas, con Maricao (64%), Adjuntas (62%) y Barranquitas (61%) a la cabeza. Respecto a la población infantil (0-17 años) además de Maricao (82%) y Barraquitas, se incluyeron Comerío y Patillas (74%) como los municipios con tasas más altas de pobreza.
El Instituto del Desarrollo de la Juventud publicó El impacto del huracán María en la niñez de Puerto Rico como un breve informe que usa el caso de Katrina EEUU como base comparativa para proyectar los efectos que tendrá el empobrecimiento infantil. Este reafirma los datos de Justicia ambiental añadiendo que de ese 57% de menores viviendo en pobreza, el 36% lo hacía en condiciones extremas. Aunque el informe parte de una visión liberal filantrópica ofrece datos para confirmar lo que otros estudios más rigurosos han señalado.
Todos estos informes apuntan a que algunos factores de empobrecimiento, aparte la precaria situación económica de sus padres o tutores, los cierres de las escuelas en esas comunidades, la falta de servicios como educación especial, comedores escolares, servicios de salud pública, dificultad para la transportación, como agravantes en el aumento en los niveles de pobreza infantil. Además, con distintos matices y énfasis, señalan la explotación económica y dependencia que genera el régimen colonial como otra causa principal que agudiza la pobreza en general y de la niñez en particular.
Estos breves datos sirven para apuntar con precisión que dentro del régimen capitalista no hay espacio para atender las necesidades de la mayoría de la sociedad, y menos aún de los sectores más vulnerables, por lo que no debe sorprender a nadie las condiciones actuales en la que vive y sufre nuestra niñez. Sin embargo, más allá de la crítica liberal a “la desigualdad”, los comunistas no vemos estos efectos como algo incidental que puede aminorarse, sino que es la expresión más concreta de la explotación genera el capitalismo. Este efecto de la pobreza infantil no es atributo solo dentro de los países periferales, sino que se observa una tendencia creciente a niveles alarmantes en las principales potencias capitalistas como es Inglaterra. Independientemente del país, como hemos presenciado en los nuevos campos de concentración en EEUU, es un régimen cruel y sanguinario que destroza millones de vidas en aras de engordarle los bolsillos a una minoría ociosa.
Aunque coincidimos con los liberales es en que el capitalismo sí tiene solución, contrario a sus sueños idealistas de humanizarlo, de hacerlo “más equitativo y participativo”, los comunistas sabemos que la única forma de “corregirlo” es por la vía revolucionaria. Es decir, lograr su destrucción dirigida por la clase obrera para encaminar la construcción de una sociedad levantada sobre bases socialistas.
¡Comunismo o barbarie!
Muy bien escrito y redactado. No debemos reformar un sistema inhumano, si no destruirlo. Tarde o temprano el proletario se va a liberar de la explotación capitalista inhumana. ¡Que viva la revolución!