Por Abayarde Rojo
Tal y como estaba previsto, numerosos destacamentos sindicales, obreros, estudiantiles, comunitarios, así como de otros sectores populares, marcharon desde distintos puntos de la zona metropolitana hacia la sede de la Junta de Wall Street (JWS) en la milla de oro. Otros sectores sindicales afines a la llamada Coalición sindical, otros organizados en la CPT, así como otros gremios del sector público marcharon desde el puente Dos Hermanos hacia el capitolio. Aun cuando la movilización fue masiva, de decenas de miles de personas, no contó con la masividad del año pasado.
En Mayagüez también se efectuó una manifestación que incluyó a las organizaciones laborales y estudiantiles del RUM (APRUM, FLERUM), así como miembros de la Federción de Maestros y estudiantes de la Universidad Interamericana. Los cientos de manifestantes salieron de la entrada del RUM, bloqueada por la policía, marcharon a lo largo de la Carretera #2, deteniendo el tráfico en algunos puntos.

Esto no cambió en nada el claro carácter proletario de las manifestaciones este año a pesar de que representantes de la clase capitalista oportunistamente plantearon estas manifestaciones como de oposición a la JWS cuando la realidad es que las reivindicaciones del Primero de Mayo fueron en contra de las políticas de austeridad que han implantado ambas administraciones PNP y PPD, sino además contra el régimen capitalista.
El día inició con la publicación de expresiones de Natalie Jaresko sobre el descontento popular y su relación con esta fecha. En vez, manteniéndose en su arrogancia habitual se enfocó en señalarle a la administración del territorio la premura de aprobar las enmiendas sugeridas por la JWS para la aprobación final de los planes para el gobierno ante la cercanía del vencimiento de los plazos para someterlas. De la misma forma señaló que mientras más tiempo Ricky y su ganga mantengan su falsa oposición a los recortes propuestos, más difícil será la negociación con las decenas de agrupaciones de bonistas en los pleitos del Título III.
Mientras tanto, los portavoces del gobierno minimizaron con cifras fatulas la magnitud del paro, que estuvo caracterizado por un marcado ausentismo entre numerosos ámbitos del gobierno. Este fue el caso de las corporaciones públicas AAA, AEE, magisterio, trabajadores del sector de salud, mantenimiento, quienes tuvieron participación destacada en ambas marchas. Para contrarrestar el golpe mediático que representó la movilización masiva escondieron a Ricky en Morovis para “participar de una feria de salud y pasar revista de las labores de recuperación”.
Dos elementos destacan de este Primero de Mayo; la marcada división del movimiento sindical acompañado del hecho previsible de que los politiqueros coloniales se apoderaron del acto en el capitolio. Por otro lado, los disturbios ocurridos en la milla de oro una vez concluidos los actos oficiales de las organizaciones convocantes.
Sobre la división dentro del movimiento obrero, es más que evidente la entrega de esos líderes sindicales a intereses de la clase capitalista. Burócratas como Aiza Díaz, Federico Torres Montalvo, Pedro Irene Maymí, nuevamente vuelven a traicionar a sus matrículas llevándolas a la encerrona del diálogo con estos politiqueros al reunirse con el presidente del senado Tomás Rivera Schatz. Su actitud sumisa y conciliatoria ante esta brutal ofensiva, de la cual Rivera Schatz es parte, demuestra nuevamente su verdadera naturaleza de representantes de sus amos capitalistas en el movimiento sindical y de enemigos de la clase obrera en general. De la misma forma, resultó revelador para las masas obreras que tanto liberales del PPD como del PNP coincidieran en esta actividad.
Por su parte, los liberales se esforzaron en minimizar el contenido de clase de la actividad, desvinculando las motivaciones de las masas a marchar hoy, de las intenciones de la alta burocracia sindical. Su discurso estuvo más bien dirigido a reencausar a la clase obrera al reformismo y descarrilar cualquier acción política independiente. Han llegado al acto vergonzoso de aplaudir “la iniciativa” del presidente del senado de reunirse con la alta burocracia sindical, incluso catalogándolo como “un hombre valiente que ha sacado la cara por el sector público”.
De otro lado, los disturbios ocurridos en la milla de oro han servido nuevamente para desviar la atención de las masivas manifestaciones proletarias y su cada vez mayor toma de conciencia ante el avance de la depredación capitalista. Los comunistas nos mantenemos en que nuestra posición de que aún, cuando criticamos estos actos individuales ajenos a los intereses de la clase obrera en esa etapa, no caemos en la trampa del pacifismo hipócrita que pretenden imponernos los capitalistas y sus aliados como herramienta de desarmarnos política e ideológicamente. Por el contrario, le planteamos a la clase obrera que las confrontaciones físicas con el aparato de represión estatal por sí solas no son suficientes para lograr la destrucción del sistema de explotación actual. Aun reconociendo que estas confrontaciones son inevitables para defendernos de la represión estatal, la violencia entre clases debe estar acompañada de nuevas formas organizativas basadas en el papel dirigente de la clase obrera. Es decir, que la clase obrera, como factor dirigente en la lucha revolucionaria contra los capitalistas y sus aliados, deben subordinar todas estas expresiones espontáneas de violencia hacia acciones coordinadas que beneficien sus intereses y el avance de la lucha.
Por lo pronto, saludamos a nuestra clase obrera por la movilización de hoy como una expresión de su creciente toma de conciencia ante la cada vez más insostenible situación del régimen capitalista en el territorio. De la misma forma continuaremos instándola a construir nuevos organismos de lucha que le lleven a elaborar una política independiente que le permitan colocarse a la cabeza de las verdaderas fuerzas progresistas de la sociedad.
Hubo obra en la tarima por parte de unos camaradas que estuvo buena. Alguien se acuerda del nombre del grupo?
Organicemos consejos obreros. Socialismo o barbarie!