Por Mireya Cárdenas
El 19 de abril la Junta de Wall Street (JWS) aprobó su plan Fiscal certificado para el gobierno central del territorio junto a otros cinco planes fiscales certificados para la Universidad de Puerto Rico, la Autoridad de Carreteras, la Autoridad de Acueductos, el Banco de Desarrollo Económico y la Autoridad de Energía Eléctrica. El plan del gobierno central fue aprobado por seis de los ocho miembros de la JWS. Con su aprobación ha aumentado la ansiedad generalizada entre los diversos sectores obreros y populares ante la inminencia de los ataques a la clase trabajadora en las distintas áreas críticas de recortes, como lo son la educación pública, el mercado de trabajo, las pensiones, el PAN y el sistema de salud. En esta coyuntura, los operadores políticos del oportunismo como Rivera Schatz vuelven a hacer gala de sus habilidades para la mentira, la demagogia y la simulación oportunista.
En esta guerra de clases, la clase obrera es la designada a pagar los platos rotos y llevar sobre sus hombros todo el peso de los estragos y la explotación capitalista. Sin embargo, ya la JWS por medio de su secretario, José Carrión III, ha expresado su plan de ‘atacar’ con prioridad al mercado de trabajo con la reforma laboral. De hecho, la reforma se ha catalogado como una “pieza indispensable” para propulsar la quimera de “desarrollo económico” de la oligarquía financiera a costa y sudor de las mayorías obreras. La insistencia se debe a que para la JWS, la eliminación de los derechos laborales se considera un elemento “determinante” para el éxito de su plan fiscal, inclusive, aun más que la propia reforma energética.
A las capas más conscientes de la clase obrera no nos sorprende que el orden impuesto por la JWS ataque en primer lugar el mercado del trabajo. Los fondos de inversiones de capital sólo aceptarán nuevas condiciones siempre que se les asegure un aumento sustantivo en la tasa de explotación del trabajo. Esto se traduce en el deseo de los oligarcas del capital financiero en destruir lo que quede de las protecciones y beneficios laborales existentes por considerarlas “excesivas”; y así abaratar hasta no poder más el valor del trabajo a niveles de la más abyecta miseria. Solo así se podrá normalizar un nuevo ciclo de súper explotación. Por eso, las comunistas señalamos que la contradicción principal de nuestros tiempos sigue siendo aquella entre el capital y el trabajo; y es por razón de ella que los capitalistas buscan afianzar su dictadura a toda costa, explotando a las masas trabajadoras a como dé lugar mientras que sus representantes, los oportunistas políticos, se encargan de montar una “oposición” sin tocar el problema de fondo, el capitalismo.
Vale notar que plan fiscal del gobierno central no refleja una postura unitaria entre los representantes de la oligarquía financiera dentro de la JWS, tales como Ana Matosantos, quien develó que los recortes que contempla el plan certificado son “demasiado profundos” y sólo traerán dolor y más recesión en el territorio. Asimismo, otros economistas y grupos de expertos de orientación claramente reformista en el territorio han seguido la denuncia; indicando que se trata de un modelo fallido de ajuste estructural basado en premisas erróneas que el propio Fondo Monetario Internacional ha descartado pero que la JWS busca atosigar a como dé lugar al pueblo, con nefastas consecuencias y un alto precio de deterioro social.
Ante este cuadro, donde los propios representantes de Wall Street y no pocos apologistas, ideólogos y defensores del capitalismo han puesto en duda las recetas del plan de la Junta, es que los trabajadores más conscientes debemos considerar la alegada “oposición” manifestada por el gobernador, la Comisionada Residente y de los representantes de la clase capitalista. Los comunistas sabemos que el gobierno está en una posición sumamente inestable de cara a la realineación de nuevas formas de dominación burguesa por los buitres financieros de Wall Street. Ante las serias deficiencias del plan y la reforma laboral que admiten los propios capitalistas, los líderes políticos orquestan una falsa oposición a la Junta mientras siguen adheridos fielmente a la lógica del capital. Se mueven en el mismo marco ideológico de la clase en poder; y siempre terminan acatando el orden que determinen los poderes económicos. Por eso, Ricky y los administradores de turno solo buscan montar todo un repertorio de falsedades con el único objetivo de confundir y desviar a las masas obreras.
El ejemplo más llamativo y burdo de este tipo de farsa lo montó el jueves pasado el Presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, al hacerle una invitación a Carrión en las redes sociales para que compareciera a vista pública en el Senado este martes 1ro de mayo. La fecha propuesta por Rivera Schatz fue deliberada para coincidir con las manifestaciones masivas en el día más combativo de la clase trabajadora. Ese hecho evidencia que la verdadera intención del presidente del senado colonial, a pesar de su habitual tono de guapetón, era rogar por una reconsideración de táctica usando la demostración obrera anticipada como escarmiento y no tanto su alegado disgusto con el borrador del proyecto de ley de Reforma Laboral certificado enviado por Carrión con fecha límite para convertirse en ley el 31 de mayo. Dicho proyecto de ley es un refrito de las mismas medidas obscenas y nefastas presentadas por el gobernador Rosselló en marzo pasado y que luego retiró.
Así la legislatura territorial tiene nuevamente sobre el tapete, por orden de la JWS, la total eliminación del bono de Navidad para el 2019; la reducción de días de enfermedad y vacaciones a siete (7) anuales y la eliminación de las protecciones de la Ley 80 contra el despido injustificado. Todo esto, a cambio de míseros aumentos al salario mínimo de forma condicionada. Según el pensamiento mágico de Carrión, con la reforma laboral se estaría reduciendo el déficit fiscal y generando un ahorro de $330 millones en cinco años. Sin embargo, la prensa territorial ha indicado que ni siquiera la propia exposición de motivos del borrador de Carrión cita evidencia científica alguna para fundamentar sus estimaciones de que aumentará la base laboral y habrá más ingresos, impulsándose un supuesto desarrollo económico si se aprueban estas medidas.
Rivera Schatz coge pon con esta situación y haciendo gala de su oportunismo publicó que estaría radicando la medida enviada por Carrión “por petición”. En su acostumbrado tono provocador, indicó que la invitación a Carrión era “personal e indelegable”. Carrión rápidamente rechazó la “invitación” y River Schatz reaccionó públicamente cuestionando que la fecha de la citación fuese una impropia ya que las movilizaciones obreras no pararían nada. Además, alardeó de sentirse decepcionado con el rechazo de Carrión. La gota que colmó el pomo de la falsedad ha sido la reunión que sostuvo Rivera Schatz y su homólogo en la Cámara de Representantes, Carlos Méndez con la sarta de líderes sindicales oportunistas el primero de mayo, con la excusa fatula de buscar salidas al tranque con la Junta de Wall Street y Carrión. iCelebrar el primero de mayo sin la determinación de cambiar este orden social es pura hipocresía!
Los operadores políticos de la burguesía como Rivera Schatz orientan su demagogia para ganar votos en las próximas elecciones mediante el oportunismo. Crean una falsa oposición entre la JWS y los administradores del territorio cuando la realidad es que ambos le sirven a los poderes económicos de la misma clase capitalista. Oportunistas antiobreros como Rivera Schatz aprovechan descaradamente todas las plataformas posibles — incluidas las propias de la clase obrera en la fecha de mayor movilización de ésta— para descarrilar a las masas trabajadoras y a los sindicatos del camino revolucionario. Ni Rivera Schatz ni “sus adversarios” de la Junta han de tocar el fondo del problema con la reforma laboral: la contradicción capital-trabajo. Desde la perspectiva de la clase obrera, no existe ninguna diferencia ideológica real entre Carrión y Rivera Schatz, o entre el gobierno del territorio y la JWS. Una vez más la clase trabajadora es testigo de una simulación perfecta donde se le propone respaldar soluciones falsas de los representantes de la burguesía. En el capitalismo, las soluciones que se nos ofrecen son sólo tentáculos del mismo pulpo que nos asfixia. La charada descarada de Rivera Schatz, sus socios menores y todos los políticos oportunistas que representan el poder económico de la burguesía acabará en la medida en que se eleve la conciencia de clase de las masas proletarias. En esta coyuntura política, se torna cada día más esencial la voz independiente de los trabajadores contra todo tipo de oportunismo político. iLa clase obrera no puede confiar en fuerzas “de oposición” que defienden otros intereses de clase! iEl socialismo es la única vía! iNo hay más elección que la revolución!