Por Lidia López
Hoy se cumplieron 10 días desde que se declararon en huelga casi 40 mil maestros en el estado de Oklahoma. Hasta el momento, dadas la intransigencia del gobierno estatal y la militancia de los maestros, no se ve un fin de la lucha. La acción de los maestros ha incluido varias protestas ante la legislatura estatal además de una marcha de 110 millas, desde la ciudad de Tulsa hasta la capital estatal de Oklahoma City, por 150 maestros. Junto con un aumento salarial de $10.000 para los próximos tres años, el magisterio en Oklahoma está exigiendo la restauración de fondos destinados a la educación a niveles de antes de 2008, lo cual significaría $150 millones adicionales encima de un paquete de $450 millones que se aprobó recientemente en la legislatura estatal. Durante la última década, el estado de Oklahoma ha visto una reducción de 28% en los fondos estatales asignados a la educación. Al mismo tiempo, sucesivos gobiernos estatales les han concedido exenciones contributivas multimillonarias a las compañías gasíferas y petroleras.
Los medios nacionales han intentado enterrar la noticia de la huelga. Los pocos medios oficiales que cubren la acción laboral lo hacen con el claro intento de tergiversar el significado de esta lucha, la cual forma parte de un fenómeno mucho más amplio. La declaración de huelga por los maestros en Oklahoma el 2 de abril ocurrió por encima de la oposición del liderato sindical de la OEA (Asociación de Educadores de Oklahoma, filial estatal de la NEA). Usando las redes sociales, particularmente Facebook, fueron los maestros de bases quienes organizaron la acción militante cuando el liderato sindical estaba al punto de aceptar un aumento salarial de $6000 propuesto por la legislatura y la gobernadora el cual no incluía ningún alza en los fondos para la educación. Desde entonces, el liderato sindical ha tenido que caminar una cuerda fina entre su intento de no revolcar aun más el avispero representado por los maestros, cada vez más determinados a llevar su lucha hacia delante, y mantener su cuidadosamente cultivada relación con los políticos capitalistas en el estado.
Tal como la huelga de 9 días de los maestros en West Virginia hace unas semanas, la situación en Oklahoma ha puesto de relieve las tensiones entre la alta burocracia sindical y los trabajadores de base. Mientras los bien remunerados burócratas sindicales buscan toda manera de contener la lucha de las bases magisteriales, orientando su lucha hacia el callejón sin salida de pedidos ante los legisladores y políticos capitalistas y limitando el alcance de su actividad al estrecho límite estatal, los maestros de base – quienes sufren en carne y hueso la insuficiencia de sus salarios, los altos costos de la atención médica, el robo sistemático de sus pensiones, la falta de materiales además del hacinamiento de alumnos, y, como si todo eso fuera poco, los constantes ataques en que se les atribuye la culpa del pobre rendimiento académico de una juventud hundida cada vez más en la pobreza – no sólo buscan soluciones fuera de los parámetros dictados por los sindicatos sino que instintivamente hace todo esfuerzo por ensanchar su lucha más allá del magisterio.
De hecho, inspirados por los maestros en West Virginia y Oklahoma, los de Arizona y Kentucky están intensificando sus llamados para aumentos salariales y la defensa de las pensiones. En Arizona, donde se están demando un aumento salarial de 20% y más fondos estatales asignados a la educación, miles de maestros de base organizaron protestas (walk-ins) este miércoles frente a sus planteles. Además de salarios de miseria, las comunidades escolares en Arizona han visto una reducción de 14% en los fondos asignados a la educación durante la última década. La acción de los maestros en Arizona, también coordinada usando las redes sociales, se está llevando a cabo fuera del control de las viejas estructuras sindicales. En Kentucky, los maestros han declarado este viernes un “día de acción” en que se estarán organizando protestas masivas ante la legislatura estatal. La cuestión principal en Kentucky son las pensiones. Esta semana, los políticos capitalistas en el estado aprobaron una nueva ley en que se trasladan a planes 401K a todos los nuevos maestros. La movida fue todo un descaro. Para esquivar la oposición de los maestros, los legisladores capitalistas insertaron de manera furtiva en una ley estatal sobre el sistema de alcantarillado una disposición para cambiar el sistema de pensiones.
Las experiencias en Oklahoma, Arizona y Kentucky, entre otros lugares más del mundo, son valiosas para la educación del magisterio en Puerto Rico. Al igual que en otros lugares, la lucha contra el oportunismo sindical además de todo el marco estrecho del sindicalismo representa un reto significativo para los maestros en Puerto Rico. Los comunistas les advertimos a los maestros, y todos los trabajadores, sobre las amenazas que encierra el dejar en manos de la burocracia sindical su lucha. Hacemos un llamado al magisterio en Puerto Rico a ensanchar su lucha contra la reforma educativa, a buscar alianzas con otros trabajadores tanto del sector público como privado dentro y fuera de Puerto Rico. La lucha contra la reforma educativa que están llevando a cabo el magisterio en Puerto Rico es una lucha contra el capitalismo y a favor del socialismo. Para empezar a ganarla, es necesario no sólo fijar como objetivo principal la conquista del poder político por la clase obrera sino la organización de nuevas estructuras de poder obrero: consejos obreros.