Por: Leidy Marrero
Entre mares de planes fiscales y borradores pendientes por someter, finalmente la actual Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico sometió el borrador del Plan Fiscal a la Junta de Wall Street.
En las primeras diapositivas se habla de todos los programas sub-graduados y graduados de la Universidad, de la Ley orgánica y las certificaciones que tiene la misma. Esta información está seguida de las medidas que degradarán el servicio de la Universidad de tal manera que la UPR del Pueblo, dejara de existir.
La mayoría de los fondos que recibe la Universidad provienen de la Ley #2, la famosa fórmula, resoluciones conjuntas y la ley de juegos de azar (Ley #36). En último borrador aprobado por la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico el pasado 20 de marzo de 2018 se plantea una reducción continúa en el total de aportaciones gubernamentales. Aunque no se especifican las distintas partidas, el inciso de aportaciones gubernamentales comienza con un total de $708.3 millones (año actual 2018) y desciende hasta $497 millones para el año 2023. Este plan plantea medidas nefastas como la conglomeración de Recintos. Por otro lado, como usualmente caracteriza a estos informes, se dificulta el entendimiento de los datos debido a que los mismos son puras presentaciones y también los datos se dan de forma generalizada.
Uno de los aspectos fundamentales de este plan es el alza en matricula. No obstante, aclaramos que está vigente el aumento de matrícula escalonado que estipula un aumento de 4% para todo el estudiantado de nuevo ingreso.
En la diapositiva #16 del plan fiscal se plantea el aumento por cada año académico comenzando en el 2018-2019 hasta el 2022-2023 tanto para créditos sub-graduados y graduados.
Ambos tipos de estudiantes se verán afectados no solamente por el aumento por crédito, sino por el aumento en las distintas cuotas que se pagan anualmente por cada estudiante. Por ejemplo, la cuota anual de mantenimiento aumentará de $47 a $75 en el año 2019-2020 y a $100 desde el 2021 hasta el 2023. Esto implica un aumento de $28 y $53 respectivamente.
Igualmente, se ve duplicado el costo de la cuota de tecnología de $25 a $50. Por tanto, desde el 2019-2020 el estudiantado comenzará a pagar $100 sumando ambas cuotas, $125 en el próximo año académico (2020-2021) hasta un total de $150 para los últimos dos años 2022 y 2023.
El crédito sub-graduado se duplicará, y el monto total anual aumentará por las distintas cuotas antes mencionadas. El costo por crédito sub-graduado aumenta de $58 hasta $83.En el renglón de créditos graduados no se especifica el aumento por crédito, sino que se calcula el un promedio anual. Se calculó el costo promedio por crédito utilizando el promedio anual del plan fiscal y su proporción a $2,742 anual, 18 créditos, por tanto $152.33 por crédito, precio en el 2015.
El aumento de matrícula afectará tanto a los estudiantes sub-graduados con beca Pell como aquellos que pagan su matrícula sin ninguna ayuda económica federal. Igualmente, los graduados también será un sector altamente vulnerable debido a que no recibe beca Pell y depende en muchas ocasiones de becas graduadas como asistentes de cátedra y exenciones de matrícula.
Según el último plan fiscal presentado, el 50.3% de los estudiantes de la UPR recibe la beca Pell. Este cálculo se complementó con las distintas escalas según su EFC (“Expected Familiy Contribution”). Este índice es utilizado por el gobierno federal para determinar la elegibilidad de los estudiantes a becas y préstamos estudiantiles. Se basa en la independencia o dependencia financiera y a su vez en la necesidad económica para sufragar sus estudios. Un valor más bajo de EFC, significa que el estudiante tiene mayor necesidad económica y viceversa.
Además de la beca Pell, supuestamente, se creará un fondo especial de becas (“Scholarship Fund”) para sufragar un por ciento del total del costo de matrícula por estudiante. Esto beca también se basará en los índices de EFC. Por otro lado, irónicamente el estudiantado que no recibe beca Pell, según el plan, no recibirán esta beca.
El 30% de estudiantes no reciben beca Pell. Aunque no se da el número total de estudiante que se proyectan para el 2019, esto podría significar (utilizando los datos del borrador del plan fiscal julio 2018) alrededor de 17,000 estudiantes. Este sector de estudiantes tendrá que enfrentar el aumento de matrícula junto a todos los incrementos planteados en cuotas, como la cuota de graduación que aumenta de $27 a $80 el próximo año.
No obstante, tanto el estudiantado que no recibe beca Pell ni otra ayuda económica como aquellos que sí reciben, se verán afectados. Es evidente que los fondos de la beca Pell no solamente le permiten pagar la matricula al estudiantado, sino que le permite sufragar hospedaje, comida, transportación y otros gastos. Claro está, que sabemos que en múltiples ocasiones la beca no es suficiente.
Hay que llamar la atención que, en previos planes fiscales, el ingreso de la matrícula es utilizado para pagar la deuda en bonos que tiene la Universidad que asciende a $551 millones de dólares hoy. Así se vió expresado en la página 13 de uno de los tantos borradores de presupuestos para el 2017-2018 creado por la administración central de la UPR el pasado 15 de junio de 2018. En este documento el pago mayor para el renglón de la deuda provenía del pago de cuotas y matrícula para el 2016-2017.
En conclusión, estaremos escuchando que es justo que suba la matrícula dizque porque tiene muchos años en precios módicos. Parece contradictorio que las condiciones para sobrevivir se dificulten más y pretendan que el estudiantado pague una matrícula con un aumento de 46% sub-graduado y un promedio de 60% de aumento en el 2023.
Si bien ahora reconocemos que la educación no llega a todos los rincones del país, el aumento de matrícula propuesto fomentará que se disminuya el total de estudiantes pobres que hoy pueden acceder educación universitaria: 60,000 aproximadamente a nivel del todo el sistema. Este aumento no es solo un ataque a la clase trabajadora en general, sino que ataca directamente al alto número de estudiantes que son parte de la clase trabajadora para poder costear sus estudios.
Debemos enfatizar que todos los aumentos, todos los recortes presupuestarios a la Universidad no se han volcado en mejorar la infraestructura, en reclutar más profesorado, en aumentar programas, en proveer materiales de laboratorio, sino que la comunidad universitaria es víctima de cómo nos siguen ahorcando con medidas nefastas, con el estribillo de que “todos debemos aportar” mientras vemos el saqueo rampante con salarios y contratos millonarios en el gobierno de Puerto Rico.
El alza de matrícula y el plan fiscal para la UPR es parte del ataque generalizado a la clase obrera del país y a las masas más desventajadas. Todos los sectores estamos vulnerables a las medidas pasadas y futuras que se auguran.
Para poder combatir esta alza de matrícula y todas las medidas del plan fiscal presentado, debemos de fomentar la unión obrero estudiantil en todos los Recintos de la UPR y una reforma universitaria donde tengamos la participación en la toma de decisiones de la Universidad. Es la única manera que podremos combatir lo que ya está presente en nuestra realidad como universitarios.
El alza de matrícula para el estudiantado en la UPR debe ser combatido por toda la comunidad universitaria, incluyendo los consejos generales de estudiantes y las distintas organizaciones de trabajadores en la Universidad. No podemos apoyar ningún aumento a la matricula ni el borrador del plan fiscal. Esta alza es parte del esquema de saqueo por años a la UPR y a nivel nacional. El alza de matrícula debe ser combatida por todo el estudiantado y una de las prioridades de lucha. En fin, el ataque la Universidad debe ser combatido por toda la clase trabajadora del país.