Por Coral Ríos
Un nuevo estudio realizado por AES por orden de la EPA revela altos contenidos de metales pesados como arsénico, cromo, selenio y molibdeno en las aguas subterráneas del depósito de cenizas ubicado hace cuatro años en Guayama. Estos isótopos radioactivos representan una amenaza inminente de contaminación en los abastos de agua en Puerto Rico. Eventos fuertes de lluvia como fue el huracán María aceleran el proceso de intrusión de éstos a los cuerpos de agua aledaños causando daños a través de toda la cadena alimenticia.
Un reportaje realizado por Periodismo Investigativo en los pasados días reveló que estos resultados concuerdan con una incidencia abrumadora de casos de cáncer en al menos tres comunidades aledañas al deposito de cenizas de carbón de AES localizado en Guayama. Pero lamentablemente, el depósito de cenizas no se limita a un solo municipio en Puerto Rico.
AES ha depositado más de 12 mil toneladas de cenizas de carbón tan solo en un vertedero de Peñuelas y en los pasados 14 años las cenizas generadas por AES han sido utilizadas como relleno de construcción en innumerables proyectos por toda la isla. Además de su uso en urbanizaciones, este material fue depositado en la superficie de veredas y caminos del Jardín Botánico de Caguas durante su construcción donde desde entonces han transitado miles de familias que visitan el lugar anualmente.
La utilización de estas cenizas como material de construcción también ha incluido su uso en la creación de charcas de retención de agua de lluvia como es el caso de la Urbanización Parque Gabriela de Salinas, según denunciara el portavoz del Comité Pro Desarrollo y Ambiente de Tallaboa en Peñuelas, José Díaz. El portavoz indicó en entrevista por Radio Isla que esto es solo un ejemplo de un lugar dentro de muchos donde fue realizada esta práctica que evidentemente provoca el arrastre de estos elementos carcinógenos a las quebradas aledañas en concentraciones que rayan en los límites permitidos por EPA.
La EPA por su lado, no ha querido emitir comentarios al tiempo que realizan enmiendas a sus reglamentos para flexibilizar los límites permitidos de estos elementos radioactivos. La administración de Trump ha sido abierta en su apoyo a la industria de la quema de carbón a pesar de ser considerado internacionalmente uno de los más contaminantes y anticuados. En EU existen miles de depósitos de carbón ubicados también cerca de comunidades marginadas desde hace décadas. Las compañías dedicadas a la quema de carbón tienen la costumbre de abandonar el lugar y reubicarse una vez comienzan a salir a relucir los daños a la salud y el ambiente.
No es casualidad que nuevamente salga a la luz pública que son las comunidades más vulnerables de la clase trabajadora las primeras que sufren las consecuencias de malas prácticas y negligencias de la empresa privada con la aprobación del estado. ¿Dónde está la JCA, la EPA y el DRNA? Defendiendo los intereses burgueses de estas compañías en lugar de defender los intereses del pueblo.
Los resultados de estos estudios se suman a otros realizados en el pasado que corroboran una vez más que esta práctica atenta contra nuestra salud y los recursos de los cuales dependemos. Demos un alto a la masacre contra nuestras comunidades. La única forma de combatir esta fuerza opresora es a través de la organización. Es hora de crear consejos en nuestras comunidades con el objetivo de defender nuestros intereses y comenzar el desarrollo de un nuevo poder. ¡Reclamemos la salida inmediata de AES de Puerto Rico y la remediación de todo el daño ocasionado ahora!
El maldito gobierno de los ricos es un culpable de todo este desmadre por estar beneficiando a las grandes empresas, para que en las campañas electorales le aporten grandes cantidades de dinero a espaldas del pueblo. Es hora de tomar lad calles y exigir que el gobierno y AES paguen por los daños causados al pueblo y a nuestros recursos.