Por Ismael Castro
Después de meses de huelga no declarada, los policías en Puerto Rico han decidido manifestarse para reclamar una serie de reivindicaciones de carácter obrero. Mientras la prensa ha destacado su reclamo del pago de horas extra, según varios policías y sus representantes sindicales la cuestión salarial representa sólo “una de las gotas que ha colmado la copa”. Entre los otros reclamos principales de los policías resaltan su preocupación por un retiro digno, mejoras en sus condiciones laborales y un trato justo para los agentes rasos.
La manifestación de agentes de la policía trae a la luz pública una de las realidades poco analizadas dentro de la sociedad capitalista actual. Aunque los progresistas que luchan desde las comunidades obreras y de pobres suelen encontrarse en oposición directa a los cuerpos policiacos durante las manifestaciones por sus reclamos de justicia, lo que muchas veces se pierde de vista en estos enfrentamientos es que en términos objetivos, los policías forman parte de las mismas masas obreras. Cualquiera que se ve forzado a reclamar reivindicaciones como un retiro digno – y varios ex agentes de policía han denunciado el estado de indigencia en que se encuentran después de 30 años de servicio – o el pago de horas extra, etc. vive la misma precariedad que sienten todos los sectores de la clase obrera.
El caso particular de los policías, quienes se reclutan en su inmensa mayoría de entre las masas obreras, es tal que su función social dentro de la sociedad capitalista es mantener el orden de clases actual basado en la dominación de la clase capitalista y la preservación de su propiedad privada capitalista mediante la represión de cualquier movimiento de oposición social, particularmente una que represente a los intereses de las masas obreras. En este sentido, los capitalistas cuentan con segmentos de la clase obrera misma para mantener su sistema.
Sin embargo, esta función social no es exclusiva de los policías. De la misma manera en que los capitalistas usan a la llamada población ‘excedente’, los desempleados, para debilitar la lucha de los obreros activos en lucha, como fuerza de presión para reducir salarios o rompehuelgas durante la intensificación de acciones sindicales, o en casos de las personas psicológicamente débiles o socialmente degeneradas como elementos delincuentes cuya función social es aterrorizar a la gente y sembrar el cinismo, el oponer a un grupo de obreros contra otro es una práctica común dentro de la sociedad de clases. De hecho, este es el método principal mediante el cual los capitalistas preservan el orden social actual.
Los comunistas luchamos por los intereses de la clase obrera en su conjunto. No representamos los intereses de un sector en particular de la clase obrera sino aquellos de todos los obreros. En este espíritu, hacemos eco a los reclamos de los policías para un salario justo y un retiro digno garantizado. Nos unimos también a sus denuncias de las condiciones laborales deplorables, como los turnos excesivamente largos y la planta física deteriorada, además del trato injusto que enfrentan particularmente aquellos entre los rangos bajos de la Uniformada.
Hacemos un llamado directo a los policías a que saquen lecciones importantes de las mentiras de personas como Pesquera además de la indiferencia hacia las condiciones laborales y sociales que enfrentan durante sucesivas administraciones. Instamos a los policías a vincular sus reclamos justos a aquellos de toda la clase obrera. Les instamos a unirse a los esfuerzos de los sectores más conscientes de la clase obrera para organizarse fuera de todos los partidos de la élite capitalista y sus defensores políticos.
Policía, como obrero/a y ciudadano/a, su lucha es la de toda la clase obrera. No se deje usar en contra del bienestar colectivo de este pueblo.
¡Únicamente la unión de todos los sectores de la clase obrera en lucha – como bien afirmara el propio Diego Figueroa de la FUPO – puede garantizar una vida digna para quienes ganan la vida con el sudor de la frente!