Por Rogelio Acevedo
La administración de Rosselló convocó ayer a “todos los sectores del país” a una reunión con el propósito de hacer un frente común y lograr consenso sobre varios temas de importancia para impulsar que se atiendan en Washington. Este “cónclave”, al cual asistieron cerca de 80 personas representando distintos sectores sindicales, comunitarios, cooperativistas, empresariales, religiosos, es otra nueva puesta en escena de la administración de Rosselló para dar la impresión de que buscan salidas a la situación actual. Este nuevo teatro político, más allá de la aparente imagen de unidad que se pretende proyectar, confirma nuevamente el recrudecimiento de la ofensiva burguesa.
Los temas tratados en dicha reunión también fueron proyectados como urgentes y de gran importancia para el pueblo: fondos para el programa de salud pública, incluir a Puerto Rico en la reforma contributiva federal y lograr la implementación de las recomendaciones del “task force” congresional sobre la ley Promesa. De primera impresión estas medidas parecerían dirigidas a beneficiar a las masas, sin embargo, estas forman parte de la ofensiva general burguesa contra la clase obrera.
La solicitud para la extensión de los fondos para el sistema de salud público forma parte del cabildeo que lleva impulsando la asociación de dueños de hospitales, quienes verán sus inversiones severamente impactados con los recortes a la reforma de salud. Escudándose detrás de “la salud del pueblo” esta agrupación de capitalistas solo tiene interés en que continúen los subsidios federales para mantener rentables sus negocios. El hecho de que no hayan denunciado las recientes exclusiones masivas de beneficiarios de la reforma, como tampoco la tiranía que ejercen los planes de salud sobre médicos y pacientes demuestra su hipocresía.
Sobre la inclusión del territorio en la reforma contributiva federal, la misma todavía no existe, ya que se encuentra en una etapa de discusión en la comisión de medidas y arbitrios de la cámara. La comisionada residente Jennniffer González impulsa que dentro de ese documento se incluya un crédito contributivo a empresas que inviertan en el sector manufacturero en el territorio, medida se espera que encuentre férrea oposición en el congreso. Esta propuesta se hace todavía más inviable considerando que en el legislativo federal, de mayoría republicana, no existe ambiente alguno para atender asuntos relacionados al territorio fuera del ámbito de Promesa.
Mientras que relacionado a las recomendaciones del “task force” congresional sobre desarrollo económico, Rosselló enfatizó en que solamente se aumenten las compras de bienes y servicios a empresas en Puerto Rico. Mientras dejó de un lado las otras recomendaciones sobre la equiparación en fondos de Medicaid y el crédito por hijos dependientes (CTC). Cuando observamos estas iniciativas en su conjunto, están enfocadas solamente en medidas dirigidas a apuntalar sectores productivos y de servicios en el territorio mediante inversiones del gobierno federal. Es decir, fortalecer la burguesía criolla con asignaciones federales, lo cual constituye un impulso artificial a la economía ya que no van dirigidas a fortalecer y expandir la base productiva del territorio, sino mantenerlo como apéndice de la industria estadounidense dependiendo de asignaciones y necesidades del gobierno federal.
Si algo debe quedar claro para las masas trabajadoras en Puerto Rico es el claro carácter de clase de este ‘Frente’. Este constituye un primer paso hacia la posible y eventual unión de todos los sectores explotadores criollos alineados con los planes de la JWS de crear condiciones favorables para la inversión en contraposición a los intereses de las masas trabajadoras. Todos sus participantes y observadores asistieron, cada cual con sus intereses particulares, pero con el objetivo claro de trabajar unidos para rescatar el capitalismo y asegurar el fiel cumplimiento de los intereses de las agrupaciones de capitalistas internacionales, y los suyos propios. Este ‘junte’ en nada beneficiará a los trabajadores, sino todo lo contrario, está dirigido a asegurar que las medidas de austeridad nos apliquen solo a las masas.
Esta es una nueva muestra de que las masas trabajadoras no podemos centrar nuestras esperanzas en esa clase parasitaria que nos ha explotado por décadas y que es la verdadera culpables de la situación actual. Nuestras aspiraciones y necesidades solo las podremos lograr con nuestro propio esfuerzo, en la toma del poder político y enmarcadas dentro de un programa económico socialista.
¡Organicemos consejos obreros!
¡Revolución o sometimiento!