Por Abayarde Rojo
Ayer jueves, 20 de julio de 2017, en el Anfiteatro 145 de la Facultad de Arquitectura del Recinto de Río Piedras, la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) llevó a cabo su segunda mesa redonda titulada: “El Presupuesto de la UPR y del Recinto: Última Información.”
La misma fue constituida por profesores y profesoras especialistas en economía, finanzas, ciencias sociales, y una estudiante doctoral de ciencias ambientales. Además, contó con la participación de dos recursos de la Oficina de Planificación Estratégica y Presupuesto de la UPRRP.
Según se expuso en la actividad, la Universidad de Puerto Rico continúa amenazada por un recorte de $512 millones. El panorama actual contempla el recorte propuesto por la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) de $202 millones. De esta cantidad, se le disminuyen la aportación de $15 millones de la OGP, fondo del pago de la deuda $40 millones y una reserva recurrente de $50 millones. Esta suma de $105 millones, disminuye el recorte a $97 millones. Es decir, debido al dinero de la reserva y el pago a la deuda que no se realizó por la Ley Moratoria, el recorte será menor. De todas maneras, no hay certeza que los ingresos de $15 millones de la OGP serán recurrentes.
Particularmente, el Recinto de Río Piedras sufrirá un ajuste presupuestario de $25.6 millones para el año fiscal 2017-2018. Este repercute principalmente sobre las y los trabajadores del campus. Como consecuencia, no habrá más contrataciones de personal no docente. Se están realizando adiestramientos de las y los empleados actuales para reubicarlos en otros puestos de trabajo en el Recinto. Además, cien empleados temporeros fueron notificados de que este año será el último que trabajarán en la UPR.
Ante tales circunstancias, se discutió con la audiencia del foro la propuestas conocidas como el Plan Fiscal Sostenible o SOS y el Modelo 1, 2,3. El primero, contempla delinear un panorama de negociación con la Junta de Control Fiscal. Exige cambiar el enfoque de dicho cuerpo del “Government Right Sizing” al “Government Social Right Sizing” para con la UPR. Esto permitirá enfatizar a la Universidad como un servicio esencial para el país. El segundo, incluye que la cantidad del recorte asignado a la universidad sea determinado por el comportamiento de la economía. Esto evitaría que las cifras de ajustes presupuestarios sean determinadas por la voluntad parcializada de algún funcionario en el poder como en la actualidad.
Otros asuntos discutidos en el foro fueron la recuperación fiscal de la UPR. Se discutieron temas como la reducción de aportación al retiro de sus empleadas y empleados, la extrema burocratización de los procesos administrativos, los contratos controversiales como el de Plaza Universitaria, y la importancia de la sindicalización y los convenios.
Dentro de la recuperación fiscal, se contemplan planes de práctica intramural, cuentas rotatorias, la obtención de “grants” federales, los contratos tipo “vendor” con el Departamento de Educación, los contratos con el gobierno y los municipios, el apoyo administrativo de la División de Educación Continua y Estudios Profesionales (DECEP), las cuentas en la Fundación UPR y establecer un modelo de apoyo a los proyectos de recuperación fiscal.
Estos temas suscitaron el problema recurrente de las cuentas por cobrar de la Universidad. Para cobrar las mismas, los y las panelistas indicaron que han propuesto un modelo de recaudo que busca ejercer presión a aquellas entidades que deben dinero a la UPR, empleando la debida evidencia de facturación, entre otros documentos.
El consenso entre los participantes y organizadores de la actividad consistió en continuar investigando las incongruencias del plan fiscal propuesto por el gobierno de Puerto Rico e imaginar y encaminarse hacia una nueva universidad. Se mencionó el proceso de Reforma Universitaria, y como este debe estar de la mano con la comunidad universitaria.
Una de las metas planteadas en el foro fue una UPR accesible y de calidad, que respete y valore la labor de sus trabajadores y trabajadoras. Las medidas de austeridad impuestas por la Junta de Control Fiscal y el gobierno de turno, convertirán su logro en un gran reto. No obstante, con la unión y la organización de aquellos y aquellas afectadas por la crisis en la comunidad universitaria harán posible alcanzar dicho objetivo.