por Abayarde Rojo
El 25 de mayo se convocó nuevamente en asamblea el movimiento estudiantil de UPR Río Piedras, luego de 50 días de huelga, para tomar determinaciones sobre los “preacuerdos” que se han ido discutiendo y el curso a seguir en el proceso.
El panorama es muy distinto al que enmarcó la asamblea anterior. Esta etapa del proceso huelgario se ha distinguido por numerosos tropiezos, duplicidad de “estructuras de diálogo” sin contar con la debida representación del movimiento estudiantil, la negativa de los administradores del territorio a atender el asunto que no sea a través de sus tribunales y echándole la culpa de todo a la Junta de Wall Street (JWS). A esto se suman tres renuncias a una Junta de Gobierno, la reafirmación de la JWS que los recortes de $450 millones van ‘no matter what’.
La camarilla que le administra el territorio a la JWS le ha impuesto una creciente presión al movimiento estudiantil utilizando a la administración universitaria y esta a su vez, a las organizaciones laborales (HEEND, APPU), quienes han asumido posturas contradictorias en determinados momentos.
Con una asistencia de más de 2,700 estudiantes y luego de los informes presentados por los órganos representativos en los distintos ámbitos, el cuerpo pasó a discutir las diferencias que existían entre los preacuerdos alcanzados y las exigencias aprobadas en pasadas asambleas. En días recientes éstos fueron rechazados por la totalidad de los recintos en huelga.
Estos preacuerdos están contenidos en ocho puntos:
- No se implementarán aumentos de matrícula por el periodo de 2017-2018 y se preservarán las exenciones de matrícula vigentes.
- La Universidad se comprometerá en apoyar y colaborar de manera afirmativa con las labores y necesidades de la Comisión Ciudadana para la Auditoria Integral del Crédito Público.
- La administración universitaria se compromete a mantener una política de cero recortes y además de que se promueva la búsqueda de fondos adicionales para mantener la UPR accesible.
- La administración universitaria se expresará en contra de cierre o privatización de recintos. Además, mantendrá programas académicos que aportan al beneficio del país.
- Solicitar a la Asamblea Legislativa que permita que las propuestas de reforma de la Ley de la Universidad sean generadas desde la comunidad universitaria y sus sectores.
- Solicitar que los organismos pertinentes reconozcan que la educación superior pública es un “servicio esencial”.
- No se iniciarán acciones disciplinarias a los estudiantes y empleados docentes y no docentes por acciones durante eventos relacionados a las actividades huelgarias. Esto no aplica a acciones por las cuales la persona haya sido convicta por delito.
- Mantener una Mesa de Diálogo Institucional, que cuente con estudiantes, docentes y no docentes, que esté activa para viabilizar discusiones y legitimar dinámicas de participación democrática en la toma de decisiones.
El otro aspecto importante que se discutió en la asamblea fue que actualmente la Junta de Gobierno de la UPR no cuenta con la cantidad de miembros necesarios para tomar determinaciones que vinculen a la administración con esos preacuerdos. Se argumentó que mientras ese requisito no exista, se deben mantener la huelga. Sin embargo, el movimiento estudiantil reconoce que se ha avanzado en el proceso de negociación.
En ese sentido, el oportunismo de la administración de asumir una actitud de que tienen que seguir los dictámenes de la JWS y que no pueden hacer nada por la universidad es repudiada en general por el estudiantado. El movimiento estudiantil ha exigido reiteradamente que mínimamente la administración defienda los intereses de la universidad frente a los planes de recortes promovidos por la JWS.
En cuanto a las decisiones de la asamblea acordó lo siguiente:
- Se ratificó la continuación de la huelga hasta que la Junta de Gobierno apruebe los acuerdos más recientes a los que llegó con el Comité de Diálogo Institucional y el Comité Negociador Nacional.
- Una asamblea multisectorial con representación de todos los sectores universitarios.
- Organizar un Frente Nacional Universitario que integre todas las organizaciones y personas de todos los sectores universitarios.
- Una jornada que incluirá el Día Nacional del Estudiante en lucha además de una asamblea de sectores en lucha.
- Se le dio una semana de plazo al Ricardo Roselló para reunirse con el Comité Negociador Nacional.
Reiteramos nuestro apoyo al estudiantado en lucha y exhortamos a los trabajadores de la universidad a que se unan activa y masivamente a la lucha contra los recortes y demás medidas de austeridad. Solo con la construcción de cuerpos deliberativos compuestos por los sectores universitarios se logrará la unidad necesaria para elaborar las políticas más correctas que beneficien a la universidad.
¡Unidad obrero estudiantil!