Firme el estudiantado universitario en sus reclamos

Por Abayarde Rojo

En un momento importante en la coyuntura actual de la huelga universitaria Abayarde Rojo entrevistó a Loidy Duprey, una de las portavoces del movimiento estudiantil del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, quien compartió sus impresiones sobre esta etapa de la lucha.

Abayarde Rojo (AR): ¿Cómo se encuentra el movimiento estudiantil en esta etapa?

Loidy Duprey (LD): El movimiento estudiantil sin duda ha tenido varios cambios, pero esencialmente hemos estado estancados a nivel de la negociación con las esferas correspondientes. Sabemos que el gobierno central y la Junta de Control Fiscal aun no nos ha dado el foro necesario para que haya una negociación y un diálogo que sea pertinente a nuestros reclamos que son no recortes, no sanciones para los estudiantes que participan del proceso de la huelga, también impulsamos una reforma universitaria donde todos los sectores, estudiantes, empleados exentos no docentes y docentes puedan participar. Pero todavía no hemos tenido una comunicación desde esa parte. En cuanto a la convivencia dentro del recinto los estudiantes estamos aquí y nos hemos quedado en pie de lucha aprendiendo de este proceso, que sabemos que será largo y arduo y, más cuando vemos poca acción y respuesta del gobierno.

AR: ¿Se mantienen los reclamos iniciales? ¿Han surgido otros nuevos? ¿Cuáles son?

LD: Nosotros en el movimiento estudiantil sí mantiene los reclamos iniciales que fueron los que mencioné, se me quedaron la auditoría de la deuda, donde en la última asamblea se decidió que la comisión que se iba a establecer iba a esta formada por la mesa de la auditoría que lleva un proceso de trabajo aquí en la universidad. También se le pidió la renuncia a la presidenta Nivia Fernández porque ha sido pieza clave en no atender nuestros reclamos. Además, sabemos que hay compañeros y compañeras que están pasando por un proceso judicial, donde en esa asamblea nos expresamos en contra de esas persecuciones del Estado. Deseamos que estos estudiantes no sean sancionados y sean dejados en libertad porque ellos solamente estaban ejerciendo su derecho a la libre expresión.

AR: ¿Quiénes componen esa mesa de auditoría? ¿Son los miembros nombrados por la pasada administración (AGP)?

LD: No. Son estudiantes de la Facultad de Derecho que están organizados en mesas de trabajo. Hay un grupo que se ha encargado de recopilar toda la información y es el que propone el auditar la deuda. Son estudiantes que están muy preparados y son los que nos han dado los informes en las asambleas.

AR: ¿Cuáles son las propuestas del movimiento estudiantil para evitar los recortes? ¿Cuáles cree que son las más viables en lo inmediato?

LD: Empezando en primer lugar por la auditoría de la deuda. El gobierno se ha expresado en no hacerlo pero invierte $7 millones en un plebiscito que no sabemos cuál va a ser la contundencia o su resultado beneficioso para el pueblo. El estudiantado ha hecho cinco proyectos de ley, entre ellos está la derogación de la Ley 20/22 en las que se le da un privilegio a estas compañías multinacionales de tener cero tasa de contribuciones por un periodo de veinte años, cuando al pequeño comercio se le imponen tasa abusivas. En comparación con EEUU, estas compañías deciden quedarse aquí porque tienen un “free will” como uno dice, con la que logran una evasión contributiva. Con la derogación de esto podríamos estar reteniendo todo este dinero que las multinacionales se llevan, estamos hablando de millones de dólares que se van del país. También el estudiantado ha hecho propuestas sobre los contratos del Departamento de Educación se le otorguen a la universidad para que las diversas facultades, según los recursos puedan ofrecer tutorías. El otro proyecto que hay es para que se apruebe una evaluación clara y transparente de los puestos de confianza en el gobierno, que rindan cuentas y digan cómo estas personas que están nombrando están preparados para estos puestos. Es importante que el gobierno tenga transparencia para con el pueblo. También se está proponiendo un impuesto a las propiedades lujosas, que tendría un recaudo de alrededor de $500 millones.

AR: ¿Qué le parece el reclamo de participación de los sectores que se oponen a la huelga?

LD: El estudiantado ha reiterado desde que iniciamos este proceso de huelga el 28 de marzo que esta no es una lucha excluyente de los estudiantes de la UPR, sino que nosotros estamos renunciando a nuestro derecho a estudiar por esos mismos profesores y empleados y porque creemos que el pueblo de Puerto Rico merece una universidad pública y de calidad. Estos profesores han tenido la oportunidad desde el día uno de pasar por los portones, de sumarse al proceso, de crear propuestas, incluso muchos de estos profesores eran los mismos que antes del inicio de la huelga íbamos por los salones ‘me das cinco minutos al final de tu clase para presentarle al estudiantado la situación de la UPR’ y te daban una negativa. Entonces estamos viendo en esta coyuntura histórica un avance y estos profesores han decidido darse a conocer en este momento. El movimiento estudiantil reitera que está abierto al diálogo, nosotros tenemos plenos constantemente, donde distintos profesores han venido, pero a trabajar y construir y no para imponer su visión de abrir los portones sin ninguna propuesta por el mero hecho de abrir sin saber qué va a pasar en agosto. El problema no es que se acerquen, al contrario, pero para trabajar mano a mano, no para abrir el recinto y trabajar desde adentro porque eso es lo que se ha hecho durante todos estos años. Hemos seguido la “normalidad” de las clases con los portones abiertos durante los pasados cinco años nos han quitado $350 millones y ese profesorado no se ha sumado ni alzado bandera.

AR: De hecho, muchos de estos opositores han trabajado en el pasado en posiciones administrativas como decanos, etc. Y aparte de que no tienen propuestas, cuando vemos la raíz de su argumento es que tenemos que aceptar los recortes porque ‘todo el mundo está poniendo de su parte’.

LD: Para mí es muy lamentable porque han sido profesores que han tenido el foro y el poder de tener un impacto a nivel administrativo y académico y realmente no lo han hecho. No sé cuál es la motivación individual de cada uno, pero en lo que no es una manera efectiva para demostrar que quieren aportar. Uno de nuestros reclamos sobre la reforma universitaria plantea atender el problema de administración craso y nosotros estamos aquí en pie de lucha denunciando esto también. No podemos perder de perspectiva que nosotros tenemos unos reclamos a nivel de gobierno y de la JCF, pero también estamos denunciando que los servicios no se nos están brindando, donde no hay suficientes plazas para profesores, donde no hay recursos ni materiales en los salones, los problemas de filtración en la biblioteca, problemas de asbesto. Tenemos una situación de administración interna que hay que arreglar y siendo cómplice de la administración y cumpliendo con los términos de los semestres para irnos todo el mundo muy feliz y contento es una posición muy cómoda que nos coloca en el antagonismo. Nosotros hemos reiterado una y otra vez que el estudiantado debe ir de la mano con el profesorado.

AR: ¿Cómo compara la visión de propuesta de reforma universitaria que se está construyendo frente a llamada estructura de participación actual?

LD: El primer indicio positivo es que esta propuesta se está haciendo a nivel nacional, hay integrantes de todos los recintos. Se están reuniendo en distintos puntos de la isla y han hecho que gente que no sabía qué es la reforma universitaria, otros que no sabían cómo aportar a este proceso de construir universidad y país se sumen a esos esfuerzos. Sale desde la base y de personas que quieren contribuir a la universidad. Esta reforma pretende ser multisectorial y que haya paridad entre las voces de los distintos sectores. Eso no lo vemos en la estructura actual de la universidad, que sabemos que es completamente jerárquica donde unas voces tienen más peso que otras. Eso lo vemos en el senado académico, en la junta de gobierno, donde solamente tenemos dos representantes estudiantiles. Yo apuesto a esta reforma universitaria porque he visto como se ha construido desde la conversación cotidiana, desde la preocupación genuina, del estudiante que vive y sufre las irregularidades de la universidad, que se ha fajado por entrar y mantenerse aquí, y a eso es a lo que debemos apostar. Una reforma universitaria que pretende tener un alcance más allá de lo jerárquico y lo impositivo que es la estructura que tenemos ahora a nivel administrativo.

AR: ¿Qué opinión le merece la llamada mesa de mediación? ¿Entra en conflicto con los objetivos y tareas del movimiento estudiantil y su comité negociador?

LD: El movimiento estudiantil se retiró de la mesa de mediación de rectoría porque la rectora no estaba dispuesta a dialogar ni negociar nada porque entendía que nuestros reclamos no estaban en sus manos por el aparato de presidencia que le imposibilitaba muchas cosas. Por otra parte, el comité negociador escogido en el pleno a nivel de Río Piedras sí ha tenido diálogos con la mesa de mediación para mantener la política de no confrontación o para responder a lo que está pasando a nivel judicial. Si este mandamus que se ha dado de parte de algunos estudiantes de derecho no estuviera, esta mesa no se hubiera acercado a nosotros para dialogar ni mediar nada. La rectora ha hecho “un esfuerzo” de mediación para cumplir con lo que ha estipulado el tribunal y ha hecho esfuerzos para traer una brigada de limpieza al recinto, que es muy importante y nosotros creemos en la preservación de las estructuras de la universidad. Pero entendemos que esto no es una mediación real. El estudiantado no está conforma a este tipo de mediación que viene como reacción a las presiones de un sector muy específico, con agendas muy específicas. Esa mesa ha estado ahí, pero no ha hecho nada, y lo digo francamente porque el comité negociador ha intentado en múltiples ocasiones solucionar este conflicto. El hecho de que esa mesa esté ahí no significa que se esté dialogando, se nos esté escuchando o llegando a acuerdos. El mejor ejemplo fueron los sucesos de las pasadas semanas en presidencia, donde se nos citó allí y no se nos permitió la entrada, y que si no fuera por nosotros, ellos no estuvieran allí reunidos.

AR: ¿Esa mesa de mediación surge como iniciativa de la administración o de los sectores que la componen?

LD: Esta mesa surge como iniciativa de la administración. Los sectores aceptan y se comprometen a ir de la mano con el estudiantado. Se compone de la HEEND y la APPU, quienes han dicho que están para facilitar la mediación y que en el momento que el estudiantado entienda que se están entorpeciendo los esfuerzos, ellos están dispuestos a parar (labores). Estos dos sectores tienen votos de huelga aprobados y no los han implementado. Creo que esto ha entorpecido un poco la posible negociación ya que, si unimos esfuerzos, si estos votos fueran implementados, ya no sería una batalla de un sector, sino que estaríamos hablando que habría una paralización total. Si quitáramos las barricadas de los portones y los profesores estuvieran en huelga, ¿quién daría las clases? El movimiento estudiantil entiende que este es el momento para implementar esos votos de huelga, han pasado muchos días, hemos tocado muchas puertas y se nos ha ignorado una y otra vez. Más allá de sentarnos en una mesa de mediación y decir que estamos en la misma línea, que estamos apoyando, es hora ya de tomar decisiones contundentes. Eso ayudaría mucho más a la “mediación” a la que se aspira.

AR: ¿Qué criterios y bajo qué condiciones se puede plantear una victoria como resultado de la huelga?

LD: Hay reclamos que sabemos que son a largo plazo y entendemos que unos son más complicados que otros, pero ninguno es imposible. Todo depende de la disposición de las diferentes instancias. Por ejemplo, las no sanciones a estudiantes lo puede atender rectoría hoy mismo. Sobre la auditoría, sabemos que es más abarcador, pero entendemos que si hay dinero para un plebiscito el gobierno de Puerto Rico no puede reasignar esos fondos para auditar la deuda. Sobre los recortes, sabemos que el presidente de la JCF (José Carrión) ha expresado que estos recortes no son negociables. Aquí me gustaría hacer hincapié porque este es el reclamo fundamental porque de este se define que la UPR como la conocemos prevalezca. Sabemos que el total del presupuesto de la UPR es de $833 millones y con un recorte de más de $500 millones estamos hablando de su desaparición tal y como la conocemos. Estamos hablando de que muchísimos recintos van a cerrar y se quedarían Río Piedras, Mayagüez, Ciencias Médicas. Es una forma de decir ‘la universidad la vamos a vender’, la universidad no va a ser pública y el pueblo de Puerto Rico si no tiene dinero no va a tener derecho para acceder a la educación. El alza de matrícula, las sanciones y los recortes están en manos de la administración.

AR: ¿Qué llamado haría el movimiento estudiantil a la clase trabajadora y al pueblo en esta coyuntura?

LD: Uno de los llamados sería a que hable de esto (de la lucha universitaria) donde quiera que se paren. Puerto Rico sufre de una manipulación de parte del Estado de reseñar y promover los hechos desde su perspectiva. El pueblo puertorriqueño es bien inteligente y muy capaz y debe buscar en las fuentes correctas. (Pueden) acercarse a nuestros portones, que no crean el cuento de que somos criminales, que queremos dañar la universidad y que queremos estar aquí renunciando a nuestros planes futuros, que somos unos vagos. Desmitificar con la información correcta, apelar a que somos los hijos e hijas de este país y que estamos en pie de lucha sacando la cara por todos esos trabajadores que sabemos tiene una jornada muy ardua, que muchos de ellos no pueden darse el lujo de irse a la huelga, que hay un Puerto Rico que se está levantando y que en el momento que ellos lo decidan (nosotros entendemos que es ahora) tirarse a la calle, estaremos ahí. Eso es lo que Puerto Rico necesita. El reclamo tiene que salir de los portones. Esto no es algo solo de la UPR, nos quitan la educación, nos precarizan con sus políticas de austeridad, no tenemos (sistema de ) salud, no tenemos sistema de transporte colectivo, atentan contra nuestro retiro, nos imponen una reforma laboral, nos imponen gobernantes que no hemos elegido y es momento de buscar fuerzas, de atreverse y de confiar de que nos tenemos unos a otros en esta carrera que no será fácil. Que salgamos con convicción y valentía a enfrentar a los verdaderos culpables y a las personas que quieren destruir a Puerto Rico.

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