Por Abayarde Rojo
Los trabajadores debemos de criticar y cuestionar el giro mediático que ha tomado el evento de una marcha histórica del Día Internacional de Los Trabajadores donde asistieron más de 50,000 personas donde se encontraban los trabajadores, universitarios entre otros aproximadamente.
Los eventos que sucedieron luego de culminar los actos oficiales de la actividad, han sido la carne de cañón de la burguesía para desvirtuar el mensaje de una marcha con miles de trabajadores, estudiantes y otros sectores. Mientras continúan atacando y ya demandaron a la mayoría de las organizaciones que convocaron la actividad por los actos de un grupo de manifestantes, tenemos que hablar de que estas acciones son respuestas de distintos sectores del país a esta crisis que nos ha llevado el sistema capitalista colonial.
Pongamos las cosas en perspectiva. Tenemos que hablar de un grupo de manifestantes ajenos a los objetivos de la convocatoria, versus miles y miles de trabajadores de distintas uniones, religiosos, grupos comunitarios, ambientales, que se unieron al llamado del Día Internacional de trabajadores en contra de las injusticias del Gobierno.
Supongamos que contendamos las acciones de este grupo ajeno, debemos de poner en la balanza si las ventanas, la pintura y las fachadas de bancos destruidas realmente se compara con la ofensiva criminal de los bonistas, de los ricos en el territorio de las mayorías. Hablemos de la privatización de la salud, del robo de los sistemas de retiro, el cierre de escuelas, recortes presupuestarios millonarios, en fin, como cada vez nos tiran a la miseria. Estas medidas son manifestaciones violentas contundentes de parte del Gobierno en contra de la clase trabajadora del país.
Si salieron miles y miles de trabajadores es que estamos cansados de la violencia organizada del Gobierno con medidas deplorables para las mayorías del país. Los verdaderos violentos son los capitalistas (y sus funcionarios de Estado) y, aunque las manifestaciones de violencia de los jóvenes reflejan inmadurez política, son productos del sistema. Por tanto, los capitalistas y todos sus defensores son los responsables de lo que fueron, objetivamente, un par de cristales rotos. Si se comparan con las guerras, la represión, la violencia económica, la destrucción ambiental, la negación de cuidado médico, educación, etc, los manifestantes fueron bastante tranquilos.
Los trabajadores de Puerto Rico y todos los sectores, no podemos bajar la guardia. Hoy se dio un mensaje contundente que estamos dispuestos a seguir construyendo lucha organizada para salvar el país de las garras de los ricos, de sus bonistas, de sus amigos del alma que siguen en el poder chupando de nuestro trabajo.
Este Primero de Mayo, los trabajadores debemos de enfocarnos en organizarnos y luchar en contra de quienes nos oprimen, de quiénes tienen el poder.
“¡Trabajadores del mundo, uníos!”
¡Qué viva el Primero de Mayo!