por Ismael Castro
Con suprema arrogancia la Jueza Lauracelis Roques ha intensificado la presión sobre la administración de la UPR para que inicie el proceso de lanzar la fuerza bruta en contra de los universitarios en huelga. La verdadera cara de los tribunales capitalistas no podría ser más clara. Los jueces como Lauracelis Roques son tan parte del brazo represivo del Estado capitalista como los otros instrumentos de brutalidad como la Policía y la Guardia Nacional.
La idea de que una demanda iniciada por seis estudiantes de derecho podría anular la voluntad de la abrumadora mayoría de universitarios, que se ha mantenido firme a pesar de los esfuerzos coordinados de las fuerzas pro administración para intimidar mediante amenazas y otras sanciones, es absurda. Incluso entre la minoría que emitió votos a favor de levantar la huelga durante el último pleno estudiantil existe una oposición a los propuestos recortes ya que harían efectivamente inoperante a la UPR. Sin embargo, la jueza Roques y los tribunales capitalistas han aprovechado de la demanda para presentarse fraudulentamente como defensores de los derechos de todos. ¡Nada mas lejos de la verdad! Los tribunales capitalistas existen para defender los beneficios y privilegios de una pequeñísima minoría capitalista y nada más. La voluntad de la mayoría obrera carece de importancia para la jurisprudencia burguesa como bien demuestra su actitud ante los justos reclamos del estudiantado y la mayoría de la sociedad que lo apoya.
No obstante, ningún obrero o estudiante consciente debe dejarse engañar por los intentos de presentar a Nivia Fernández como una víctima. Al contrario, Fernández es una agente del régimen cuya razón de ser es servir a los intereses de los buitres capitalistas. Aun antes de las vistas judiciales del 22 de mayo la presidenta interina había intentado reclutar a empresas de seguridad privada para hacer el trabajo sucio de romper la huelga de los universitarios y así salvarle la cara a la administración de Rosselló. Las amenazas emitidas por la jueza Roques a la presidenta interina sólo sirven para dar la idea de que el despliegue de elementos de represión física, sean guardias privadas primero o policías después, para expulsar a los universitarios de los portones se origina dentro de la administración de la universidad cuando, de hecho, aquellas decisiones ya se tomaron dentro de las altas esferas del Estado colonial.
La noticia de que agentes de la compañía privada Capital Security se desplegaran al recinto de Río Piedras esta mañana (23 de mayo) desmiente los fraudulentos reclamos de Rosselló sobre el respeto a la autonomía universitaria. Las inevitables confrontaciones entre estudiantes y estos rompehuelgas privados serán el pretexto para una ocupación del recinto por la policía o la Guardia Nacional. Tanto Rosselló y su administración, como los representantes del putrefacto sistema de tribunales capitalistas como Roques, son los responsables de cualquier daño que ocurra a los estudiantes.
El Partido Comunista de Puerto Rico insta a toda la clase obrera a apoyar a los universitarios en este momento de gravedad. Los llamados hechos por el estudiantado para la unidad obrero estudiantil cobran mayor urgencia ante las presiones impuestas por los tribunales y la amenaza inmediata planteada por el régimen reaccionario de Rosselló. Dicha unidad entre obreros y estudiantes es la única garantía para defender la huelga actual y salvaguardar la educación pública.
¡A defender a los universitarios de la UPR! ¡No! a los guardias privados y la policía en el recinto.
¡Ante la brutalidad del Estado – la unidad obrero estudiantil es el único camino!