por Ismael Castro
¡Ciudadanos! Se avecina el día del tributo anual al mal gobierno territorial. Más que nunca se hace claro que los que se han incrustado en el aparato gubernamental durante generaciones, tanto azules como rojos, sólo funcionan como colectores de esa bandada de buitres de Wall Street encabezada por la odiada junta.
Mientras el gobierno territorial de turno impone todo tipo de impuestos sobre las masas de trabajadores, les concede exenciones tributarias a los gerentes de los fondos de cobertura por medio de leyes como la 20 y 22. Mientras les roba a los trabajadores sus humildes ahorros de toda la vida contenidos en fondos de retiro, defiende con el celo de un fanático religioso los derechos de propiedad de los capitalistas. Y mientras promueve tácitamente la desarticulación de la sociedad mediante políticas que fomenten la migración masiva, proclama a los cuatros vientos que el territorio está abierto para quienes quieran explotar despiadadamente sus recursos humanos y naturales.
Si nada más, dos cosas deben ser claras para todos. Primero, los impuestos son la sangre vital la cual mantiene vivos a los buitres de Wall Street. Segundo, la odiada junta, cuyos propios miembros son cómplices en los esquemas para endeudar el territorio, tira las cuerdas mientras la administración marioneta de Rosselló sigue fielmente sus órdenes.
Este abril, ¡organicemos la resistencia popular! ¡Neguémosle a esa bandada de buitres su sustento al retener los impuestos! Enviémosle un mensaje claro al mal gobierno territorial, marioneta de la odiada junta: ¡sus días son contados!