¿Qué pasa después del paro universitario?

Por Ismael Castro

La decisión de los universitarios de la UPR de llamar un paro de 48 horas fue sin duda la correcta. Tal como en muchas ocasiones anteriores, los universitarios están respondiendo a una crisis general que perciben correctamente como una amenaza a sus futuras oportunidades para estudiar, trabajar y vivir una vida de plenitud. De hecho, ese carácter general de la crisis hace que un cierto nivel de activismo estudiantil sea una característica permanente de la vida universitaria mientras le da un carácter «cíclico» a las formas más radicales de protesta estudiantil. La rápida y masiva movilización a favor del paro a través de todo el sistema de la UPR demuestra la comprensión intuitiva de la juventud de las implicaciones sociales de los masivos recortes que se pretenden imponer. Como un microcosmo de la sociedad, la comunidad universitaria no puede quedar ajena a lo que ocurre en el resto del país. Y las masas trabajadoras tampoco son indiferentes a los reclamos de los universitarios como bien demuestra la solidaridad con la lucha estudiantil de organizaciones sindicales como la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) además de otros sectores del movimiento obrero en general.

Las preguntas inmediatas para los estudiantes son: ¿qué pueden lograr por medio del paro? y, ¿qué pasa después?

Aunque todos los sectores de la universidad han avanzado la táctica del paro como medio para «presionar» a la administración de Rosselló, los resultados deseados de dicha presión son tan variados como los diferentes intereses dentro de la propia universidad. Hay sectores dentro de la universidad que ven el paro como una táctica para proteger la llamada autonomía universitaria, su capacidad de dictar políticas para proteger a poblaciones estudiantiles que ya la nueva administración territorial pretende marginar, mientras que otros pretenden usarlo para avanzar contrapropuestas relacionadas a la MAI impulsada por los administradores coloniales a instancias de la Junta de Wall Street. Los sectores aun más radicales del estudiantado exigen un rechazo completo de las medidas de austeridad de unos $300 millones con que se intenta efectivamente decapitar el sistema universitario público.

Los comunistas apoyamos el paro universitario. Sin embargo, instamos a los universitarios a no depender exclusivamente de estos esfuerzos para ‘presionar’ al gobierno territorial, el cual no es más que un grupo organizado de verdugos colocados en su lugar para llevar a cabo las exigencias de los capitalistas. Instamos a los estudiantes a utilizar el paro como una oportunidad para profundizar sus lazos con otros sectores de la comunidad universitaria y desarrollar nuevos cuerpos permanentes compuestos de estudiantes, profesores y trabajadores dentro del recinto – consejos obrero-estudiantiles – que pueden hacerse cargo de todas las funciones administrativas de la Universidad.

La vida del universitario es necesariamente corta, típicamente de 4 a 6 años. Después de este tiempo, la inmensa mayoría se integrará a las filas de la clase obrera activa o, cada vez más, al ejército de desempleados. De hecho, muchos estudiantes, particularmente de las universidades públicas, o provienen de familias obreras o tienen que trabajar mientras persiguen sus estudios. Esta realidad material constituye la base tanto para la necesidad como la posibilidad de una alianza permanente entre universitarios y trabajadores. Sólo esta alianza puede garantizar que la Universidad sea orientada hacia las necesidades de la mayoría en la sociedad.

El Programa Político del Partido Comunista de Puerto Rico hace explícita nuestra demanda de empleo garantizado como parte de un plan comprensivo de desarrollo económico. Exigimos también el derecho inalienable de una educación de calidad, a base del conocimiento científico y de carácter práctico, a toda la juventud puertorriqueña. Instamos a los universitarios de la UPR a estudiar nuestro programa y hacer suyas las demandas contenidas en él. Sólo mediante la orientación de la lucha estudiantil hacia la lucha de la clase obrera consciente, por el socialismo, podrán los universitarios lograr los cambios a la Universidad que desean.

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