Por Carlos Borrero
En otra señal del repudio popular del chauvinismo étnico desatado por sectores de la clase dominante en EEUU y personificado por Trump, los estudiantes de la Universidad de California en Berkeley llevaron a cabo protestas violentas como respuesta a la decisión por el Canciller Nicholas Dirks de invitar al editor del periódico ultraderechista Breitbart, Milo Yiannopoulos, a ofrecer un discurso en el recinto. Yiannopoulos es un conocido provocador que actualmente está de gira por varias universidades estadounidenses. El periódico Breitbart, un centro ideológico de la llamada Alt-Right, un apodo que se usa para describir el reemergente movimiento de ultraderecha y supremacistas blancos, fue dirigido entre 2012 y 2015 por Steve Bannon, el controvertido estratega de Trump recientemente elevado a un puesto en el grupo de principales del Consejo de Seguridad Nacional.
Las protestas en Berkeley siguen directamente a otras protestas estudiantiles en la Universidad de California en Davis, así como en la Universidad de Washington en Seattle. Estas protestas estudiantiles forman parte del repudio más amplio de Trump y las políticas fascistas que promueve su administración que se están dando en Estados Unidos y el resto del mundo desde la toma de posesión.
La respuesta de Trump a las protestas universitarias fue denunciar a los estudiantes y cínicamente defender a Yiannopoulos en base a la libertad de expresión. También amenazó con recortar los fondos federales al sistema de la Universidad de California. Esta hipócrita defensa de la libertad de expresión para un propagandista ultra-derechista conocido por opiniones racistas, homofóbicas y anti inmigrantes, así como la promoción de la ideología supremacista blanca, no engaña a nadie. Trump ha amenazado constantemente a aquellos que expresan oposición a sus políticas fascistas, incluyendo recientemente a los trabajadores de las agencias gubernamentales e incluso a sus críticos liberales en los principales medios noticiosos.
Los universitarios han dado un paso valiente para oponerse a la degenerada visión social promovida por personas como Yiannopoulos la cual se está transformando en política pública por Bannon y Trump. La ira de los universitarios en protesta es genuina y honesta, aun cuando carece de la coherencia política e ideológica necesaria para proponer soluciones reales a las condiciones sociales generadas por el capitalismo. Lo cierto es que su protesta es más honesta que la oposición falsa que plantea actualmente el Partido Demócrata.
Donald Trump no representa una aberración política. Mas bien representa el intento de un importante sector de la clase capitalista en EEUU para contrarrestar el relativo declive económico del capitalismo estadounidense en el mundo mediante una combinación de la represión interna y una agresiva expansión del militarismo en el extranjero. Esta es la verdadera fuente de las políticas reaccionarias promovidas por su administración.
Los estudiantes universitarios a través de Estados Unidos han prometido seguir oponiéndose al mensaje fascista de psicópatas como Yiannopoulos. Sin embargo, esta oposición debe nutrirse de las ideas del socialismo y vincularse a la lucha de la clase obrera para pasar de la resistencia a una lucha para reconstruir una sociedad orientada hacia la satisfacción de las necesidades racionales de la mayoría y no los intereses de los multimillonarios como Trump y los degenerados que lo defienden.