Rosselló mantiene ofensiva contra clase trabajadora con aprobación de Ley 3

Por Rogelio Acevedo

Luego de aprobar la reforma laboral contra el trabajo asalariado en el sector privado, ahora le tocó el turno a los empleados públicos. Con la aprobación, casi simultánea, de la ley 3 la semana pasada, se traslada la reforma laboral al sector público, la que será apuntalada una vez se conozca el contenido de la propuesta del “empleador único”. La ley 3 de Rosselló debe entenderse como la continuación de la ofensiva contra el empleo público iniciada por la administración de Acevedo Vilá, ahora llevada a los niveles que requiere la Junta de Wall Street.

La ley 3 no resulta tan abarcadora como la reforma laboral en cuanto a derechos de los empleados públicos, sino que atiende aspectos específicos, de gran importancia, como son aumentos salariales, servicios por los que pagamos los trabajadores como atención médica y educación pública. Este ataque tan específico no debe sorprendernos ya que educación ($2,916 millones o 30%) y salud ($1,205 millones o 13%) representan las dos partidas presupuestarias consolidadas más grandes del territorio, que entre ambas constituyeron para 2015-16 el 43% del total.

El aspecto principal es que extiende la vigencia de la nefasta ley 66, donde se suspende la negociación colectiva, particularmente las cláusulas económicas, y la congelación de plazas, lo que contradice el discurso del mantenimiento “de los servicios esenciales”. Hábilmente mantiene la negociación de cláusulas no económicas para mantener coordinación una vez se apruebe la ley del empleador único. Básicamente estas negociaciones serán para redefinir la descripción de tareas que impondrán cargas de trabajo mucho mayores de las actuales. Esto desde luego, sin aumentos salariales hasta el 2021. Esta medida, considerando la inflación y otros gastos que llegarán como resultado de las privatizaciones, representa una reducción salarial considerable que profundizará aún más las difíciles condiciones de las masas trabajadoras.

Para la salud y educación pública, abre la puerta a la canalización de fondos públicos desde agencias que dan servicios a los trabajadores como son la ACAA y el Fondo del Seguro del Estado hacia un nuevo “Fondo de Servicios a Terapias a Estudiantes de Educación Especial”. Esta es otra manipulación, porque ¿quién se opondría a que se utilicen recursos públicos para mejorar los servicios educativos de nuestra niñez?  Llama a la atención el hecho de que, mientras asignan fondos a programas como terapia para niños de Educación Especial, servicios que además, sirven para encubrir otras medidas nefastas como la contratación de entes privados, encima se les niega a los estudiantes de extracción obrera, incluso los de educación especial, los recursos necesarios para una educación de calidad.  A la misma vez profundizan el cierre de escuelas , imponen un currículo estrecho y crean condiciones de precariedad para el magisterio y consejeros escolares que no les permiten realizar de lleno su trabajo.

Pero en este contexto de corrupción y saqueo generalizado, ese dinero desviado para atender la salud de los trabajadores y su prole irá a parar a los bolsillos de las empresas que se benefician de la privatización de la educación pública, como Keleher & Associates, propiedad de la actual secretaria de educación Julia Keleher.

La clase obrera no debe perder de perspectiva que tras la aparente discrepancia entre los administradores del territorio y la JWS es solo una burda manipulación mediática para alinearla tras sus planes para implantar la política de austeridad. Esta ley representa una pieza más en el abarcador andamiaje que conforma esta ofensiva contra las masas trabajadoras en Puerto Rico donde la burguesía criolla, los bonistas y el gobierno federal pretenden que paguemos los platos rotos de sus políticas de explotación y miseria.

Por muchas razones, la clase obrera debemos luchar organizadamente para construir una sociedada que garantice la educación y el derecho a la salud mediante un sistema atención médica universal. Bajo las condiciones que ha impuesto el capitalismo, esto solo lo lograremos la clase obrera construyendo el socialismo.

 

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