Banca privada como beneficiaria de la crisis

Por: Rogelio Acevedo

Recientemente Sin comillas publicó un artículo sobre los planes de Fortaleza y el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) para venderle al Banco Popular «$100 millones de los mejores activos de la Autoridad para el Financiamiento de la Vivienda (AFV)». Esta venta la enmarcan con miras, ya sea al pago de $897 millones en deuda que vence el 1 de enero de 2017 o, para la nómina gubernamental. Esta es otra movida que demuestra la rapiña organizada de la banca privada y la burguesía sobre todos los bienes públicos y los grandes beneficios que obtienen de las crisis. Beneficios que aumentarán con el saqueo organizado y dirigido por la Junta de Wall Street.

Nuevamente los administradores del territorio utilizan activos públicos para capitalizar la banca privada, en este caso, el Banco Popular. Recordemos el notorio caso del movimiento de varias cuentas del BGF al Banco Popular en abril, donde se transfirió una cantidad no revelada de fondos.

Pero para entender la magnitud del robo debemos repasar cuál es la función de la AFV y a qué se refieren con los «mejores activos».

La AFV es una subsidiaria del BGF y se encarga de la construcción y financiamiento de vivienda a personas de escasos recursos. Esta corporación pública obtiene su financiamiento del pago de las hipotecas de las viviendas que construye por medio de la emisión de dos tipos de bonos: «Single Family Mortgage Revenue Bonds» y los «Mortgage Backed Certificates» (MB Bonds) emitidos para adquirir certificados de hipotecas respaldados por préstamos hipotecarios hechos a familias de escasos recursos. Es decir, deuda emitida contra las hipotecas pagadas por familias trabajadoras. Este es un esquema similar al que causó la crisis inmobiliaria que puso de rodillas el sistema capitalista en 2008.

Aun con ese riesgo, como buenos apostadores, los bonistas apetecen estos bonos por su gran rentabilidad que se basa en la certeza de los pagos a esas hipotecas, y por la misma necesidad de esas familias a tener una vivienda digna. Esa necesidad y la seguridad de pago, incide en que el valor de estos bonos en el mercado esté cercano al 106%. Nuevamente los capitalistas se enriquecen con las necesidades básicas de las masas trabajadoras.

Por eso cuando los administradores del territorio nos hablan de vender los «mejores activos» se refieren a esos MB Bonds, con alta capacidad de pago y de reventa en el mercado de bonos municipal de EEUU. Esto significa que el Banco Popular, no solo gana $9 millones en la transacción, sino que técnicamente será el dueño de esos préstamos hipotecarios de esas cientos de miles de familias. Y que con la crisis acrecentándose, aumenta la posibilidad de que, al no poder continuar pagando sus hipotecas, pierdan sus casas, que estarán en posesión del Banco Popular para especular con ellas al mejor postor.

La única forma de detener este nuevo esquema de robo descarada es con la organización de las masas trabajadoras para la lucha revolucionaria. Solo con una sociedad dirigida y planificada bajo control de la clase obrera que incluya la nacionalización de la banca, seremos capaces de asegurar el disfrute de todos los bienes producidos socialmente, entre ellos, una vivienda digna.

 

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