Por Carlos Borrero
La receptividad de la clase obrera a la consigna consejos obreros es un índice de su grado de conciencia de clase. La formación de consejos obreros indica la preparación de la clase obrera para librarse de la influencia de las clases dominantes y desarrollar una política independiente. En términos sencillos, los consejos obreros son instrumentos de lucha además de órganos del futuro poder político propios de la clase obrera.
En su forma más básica, un consejo obrero es un grupo de trabajadores elegidos por, y en todo momento responsables a, sus compañeros con la encomienda de llevar a cabo las tareas administrativas más importantes dentro de su centro laboral.
Tomémonos un ejemplo de las escuelas, donde el magisterio recientemente ha planteado esta cuestión, para ver cómo funcionan.
De la misma manera en que es común tener un consejo estudiantil dentro de las escuelas que se reúne cada cierto tiempo, a veces con un grupo de maestros y la administración escolar, para plantear propuestas del estudiantado, un consejo obrero extiende este concepto para crear un cuerpo compuesto por los trabajadores mismos, de carácter legislativo y ejecutivo, más allá de hacer sugerencias o simplemente acatar las directrices del gerente. Dentro de una escuela, un consejo obrero manejaría el presupuesto escolar y asignaría recursos de acuerdo con las decisiones colectivas que se tomen entre todos los maestros y demás personal del plantel, por ej. conserjes, trabajadores del comedor, etc. Revisaría y/o modificaría los procedimientos relacionados a la programación del personal y los alumnos, la jornada laboral, asuntos disciplinarios para los docentes, etc. Además, determinaría la orientación curricular de la escuela, tanto respecto al estudiantado como el desarrollo profesional de los maestros, y fijaría metas concretas según los retos que enfrenta la comunidad escolar. En su forma más desarrollada, el consejo obrero dentro de una escuela organizaría procesos para la selección del director escolar y todo el “equipo administrativo”.
Un consejo obrero, cualquiera que sea el centro laboral, opera en base al principio democrático. En otras palabras, sus miembros son delegados elegidos en base al voto secreto de todos los trabajadores y revocables en todo momento por sus electores por incumplimiento con la voluntad colectiva. Un consejo obrero es legislativo en el sentido de que establece las normas que enmarcan las condiciones laborales dentro de un centro de trabajo además de ejecutivo ya que lleva a cabo las directrices de las bases obreras y asegura el cumplimiento con todas las normas acordadas. Un aspecto crítico de un consejo obrero es el hecho de que, salvo el tiempo necesario para cumplir con sus funciones, los delegados, que deben ser tan numerosos como factible dentro de cada centro laboral, no percibirán ninguna ventaja material de sus labores.
Una pregunta obvia que surge es, ¿qué relación tiene un consejo obrero con el sindicato que representa a un grupo más amplio de obreros?
Los sindicatos son, en su esencia, instrumentos de la lucha económica de los obreros. Mientras exista la explotación del trabajo ajeno son una herramienta indispensable de la clase obrera. La actividad sindical se enmarca dentro de la lucha por los aumentos salariales, las pensiones, la oposición a los despidos y el cumplimiento con las garantías procesales para los obreros dentro de un sector económico. Es cierto que los sindicatos intervienen en los procesos políticos a través del cabildeo, etc., sin embargo estos procesos por lo general están coordinados y llevados a cabo exclusivamente por los dirigentes sindicales. En esencia esta intervención se limita al ejercicio de la presión sobre los políticos de la clase dominante. He aquí una de las grandes desventajas, a pesar de todos sus aspectos positivos, de la actividad sindical. En términos sencillos, los sindicatos están diseñados para cumplir con un conjunto limitado de funciones económicas dentro del sistema capitalista.
Los consejos obreros son instrumentos de carácter político cuya función principal es organizar la actividad política independiente de la clase obrera. Son herramientas no para presionar a los políticos de la clase dominante sino para que los obreros mismos ejerzan poder legislativo y ejecutivo en base a los intereses de las masas obreras. Por lo tanto, la función de los consejos obreros no compite con la de los sindicatos sino que la complementa.
¿Cuáles son los límites de los consejos obreros?
Reducidos a la actividad estrictamente local – es decir, al nivel del centro laboral – los consejos obreros corren el riesgo de degenerar en estructuras que, en vez de ampliar, limitan la influencia y la visión política de los obreros. En este sentido, en la medida en que se van formando los consejos obreros a nivel de cada centro laboral, se requiere también la formación de Asambleas de Trabajadores a niveles más amplios (por ej. regional, nacional) compuestas por delegados de los consejos obreros dentro en cada centro de trabajo en base a los mismos principios democráticos. Es sólo a nivel nacional que la clase obrera en su conjunto puede tomar las riendas del poder político y dirigir el futuro del país.
Los capitalistas y los políticos al servicio de ellos en el PPD y el PNP han probado su completa incapacidad para dirigir el destino del país de manera cónsona con las necesidades y aspiraciones legítimas de las masas obreras. Los partidos reformistas, como el PIP y el PPT, sólo quieren mantener a las masas obreras atadas a las viejas estructuras políticas de los capitalistas. Sin embargo, ha llegado el momento histórico para la toma de poder por la clase obrera. La formación de consejos obreros es un primer paso hacia ese objetivo.