Colaboración especial por: F. Cortés
Bajo la consigna de “Por la solidaridad, la paz y la libertad” se dieron cita cientos de jóvenes al XXV Campamento Internacional de la Juventud Antifascista y Antiimperialista. La jornada organizada por Juventud Caribe y celebrada en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana del 3 al 10 de agosto del presente año contó con la presencia de jóvenes provenientes de Puerto Rico, Colombia, Brasil, Ecuador, Venezuela, México, Reino Unido, Alemania, Turquía, Canadá, Haití y de distintas provincias del país anfitrión.
Durante el transcurso del encuentro, se analizó el estado de situación de los movimientos juveniles en los distintos países, sus retos y fortalezas, estrategias y tácticas, así como sus proyecciones de cara a la situación actual del capitalismo en su fase imperialista. La discusión se enfocó en temas como: la crisis general del capitalismo, la derechización política de América Latina, la política imperialista de “la guerra contra las drogas”, propuestas de integración regional y la confederación antillana, la criminalización de la lucha social y política, las campañas por la excarcelación de prisioneros políticos, la crisis de la Unión Europea, las luchas por la equidad de género, el proceso de negociación de acuerdos de paz en Colombia, la producción agrícola como elemento de independencia alimentaria, la ocupación de la MINUSTAH en Haití, el racismo y la lucha de los pueblos originarios, las artes como herramientas comunicativas y organizativas, entre otros.
Entre conferencias magistrales, mesas de trabajo, y actividades recreativas se propició un clima camaradería y debate intenso para profundizar en los detalles de cada tema. Como parte de las actividades del campamento también se visitó el pueblo de La Vega, donde actualmente se libra una lucha por parte de la comunidad y sectores aliados en contra de la explotación minera del bosque de Loma Miranda. Allí, los participantes del campamento tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano los esfuerzos organizativos que se desarrollan para hacerle frente a la multinacional minera FALCONDO, en una situación muy parecida a lo que fue el ejemplo de Casa Pueblo y el Bosque Modelo de Adjuntas. No podía faltar un buen chapuzón en las aguas de la charca “La Llovedora”, donde se pudo constatar la belleza del espacio natural y crear conciencia entre la juventud sobre la importancia de preservarlo para el disfrute de esta y próximas generaciones.
De igual forma, hubo espacios de esparcimiento y recreación para profundizar vínculos entre los participantes y dar a conocer la cultura popular de cada uno de los países representados. La delegación de Puerto Rico colaboró con la delegación haitiana para presentar un poco de la música típica de la clase obrera boricua, la plena, así como rituales de danza asociada a las prácticas culturales y tradicionales de nuestro vecino país. Las exposiciones de las otras delegaciones en el área cultural incluyeron también declamaciones de poesía, actuaciones de piezas de teatro callejero y popular, piezas de baile folclórico entre otras. La acogida y disfrute de estas presentaciones dejó evidenciada la importancia y utilidad de los elementos culturales y artísticos para llevar mensajes de conciencia política y la necesidad de organización a los sectores juveniles de la clase trabajadora en una forma simpática y digerible. Aparte de las discusiones realizadas, se logró pactar acuerdos de trabajo entre las distintas delegaciones con la intención de darle continuidad a las propuestas traídas durante los foros acontecidos.
Como puntos centrales de convergencia, se enfatizó en la necesidad de la formación ideológica de la juventud, la importancia del fortalecimiento de las organizaciones de masas y de cuadros, así como la urgencia de desarrollar canales de comunicación directos entre los países que rompan el cerco mediático de las corporaciones. Si algo dejó claro el XXV CIJAA fue la importancia de la coordinación y colaboración entre las juventudes de todo el mundo como la vía más acertada para impulsar la lucha global por el derrocamiento del sistema capitalista en busca de la liberación de las masas trabajadoras. ¡Si el capitalismo es global, que global sea la revolución por derrocarlo!