Por Abayarde Rojo
El campamento de protesta contra la Ley PROMESA, además de la Junta de Wall Street que dicha ley impone, frente al Tribunal Federal en Hato Rey constituye un importante acto de resistencia. Compuesto principalmente por jóvenes de diversas tendencias políticas, el colectivo del campamento ha dado un primer paso importante en el proceso de auto organización fuera de las instituciones políticas tradicionales. El significado de este proceso de auto organización no puede sobreestimarse. Al organizarse para discutir y plantear soluciones a los problemas más apremiantes de la sociedad se ha engendrado una forma de democracia superior a lo que se acostumbra a ver en los cuerpos legislativos actuales donde, como bien han destacado recientemente los noticieros, reina la corrupción.
Lo que se está ensayando en el campamento de protesta es algo parecido a lo que los comunistas llamamos la democracia proletaria, una forma colectiva y directa de tomar decisiones en base a los intereses de las masas trabajadoras, la mayoría de la sociedad. Mientras que en los cuerpos legislativos actuales y dentro de organismos dictatoriales como la Junta de Wall Street se toman decisiones sobre la política pública tras bastidores en base al afán de lucro capitalista, las formas democráticas que se están dando en el campamento de protesta reflejan la voluntad de la mayoría y se dan en público.
Las propuestas políticas fundamentales del colectivo se difundieron en la prensa la semana pasada y se centran en una reorganización racional de la vida económica (ej. la seguridad alimentaria, la planificación urbana, el desarrollo sostenible y ambientalmente responsable), así como la derogación de la Ley PROMESA y el repudio de una deuda ilegal. El colectivo también pide la priorización de la salud y la educación públicas además de la descolonización de Puerto Rico.
El carácter progresista de estas propuestas es innegable ya que reflejan las aspiraciones legítimas de la mayoría. Independientemente de las diferencias en cómo se articulen o las estrategias políticas que se seleccionen para lograr estos objetivos, el colectivo del campamento de protesta ha demostrado que, liberados para desarrollar su capacidad de auto-organización, los elementos políticamente conscientes de la sociedad crearán nuevos órganos caracterizados por formas avanzadas de la democracia y tendencias progresistas. Los comunistas vemos esto como el germen de nuevas instituciones políticas que se deben cultivar. Este es el verdadero significado del campamento de protesta.
Nos solidarizamos y reconocemos la valentía de este grupo de jóvenes, apoyados por trabajadores y trabajadoras de distintos sindicatos, quienes para horas del medio día lograron la suspensión de la conferencia. Que este sea el comienzo de una nueva etapa en el desarrollo de la lucha en Puerto Rico.