Por: Carlos Borrero
Contrario al internacionalismo de las organizaciones políticas pequeñoburguesas, el de la clase obrera revolucionaria no se basa en el ‘interés de Estado’ de tal o cual Partido que compone el gobierno sino en el interés común que tienen las masas de obreros explotados a través del mundo en su lucha contra el capitalismo. Como tal, los destacamentos más avanzados de la clase obrera, los comunistas, entendemos que no se puede confundir los conflictos entre defensores del régimen de propiedad y de la explotación capitalistas con la lucha para derrocar la clase capitalista y todo el corroído sistema que le corresponde.
Dicha esta aclaración, vemos necesario resaltar que nuestra solidaridad como obreros comunistas en Puerto Rico está con los obreros del mundo tales como los de la industria de comunicaciones en Estados Unidos, principalmente los de Verizon a quienes se unieron recientemente los trabajadores de la AT&T en la costa oeste, quienes han estado en huelga durante el último mes y medio para defender su derecho a la seguridad médica asequible y un retiro garantizado. Los obreros de Claro y AT&T en Puerto Rico laboran bajo las mismas condiciones de amenazas constantes a su seguridad de vida y como tal ven la actual lucha de sus hermanos estadounidenses como suya.
De la misma manera, los obreros más conscientes en Puerto Rico se solidarizan con las masas obreras de Francia, desde los de las refinerías hasta el transporte, quienes han tomado las calles para oponerse militantemente a las nuevas leyes (ej. el Khomri) que ha intentado imponer el vil gobierno del mal llamado Partido Socialista de François Hollande y Manuel Valls. Nuestros obreros conscientes siguen muy atentos la heroica lucha de los hermanos franceses, que luchan desde Marsella a Le Havre y hasta en el vecino Bélgica, para defenderse contra los intentos de la clase capitalista de arrebatarles conquistas históricas. Estos obreros merecen no sólo nuestro respeto sino una discusión seria de parte de los obreros boricuas quienes luchamos bajo las mismas condiciones y bajo iguales pretextos falsos como el de la crisis.
¿Por qué es necesario resaltar este punto? Debido a que hay fuertes tendencias que tratan de convencer a los obreros a apoyar a los llamados Partidos políticos ‘progresistas’ o ‘de izquierda’ que en los últimos años han llegado al poder pero no se oponen al capitalismo. Estos gobiernos a menudo se presentan como defensores de las masas obreras pero en realidad no hacen nada para derrocar las relaciones de propiedad capitalistas o la explotación de los obreros. De hecho, estos gobiernos, a pesar de toda su retórica radical, sólo buscan formas para estabilizar el capitalismo ‘nacional’ en el que empresas nativas son competitivos tanto a nivel nacional así como dentro del mercado mundial. Todo esto se basa en una clase obrera que sigue siendo política e ideológicamente subordinada a otras capas sociales que están comprometidas con la defensa de la explotación capitalista.
Desde nuestro punto de vista comunista, tal subordinación, la cual incluye la táctica de aislar a los obreros o de fomentar divisiones entre ellos, es impermisible. Por eso luchamos por que los obreros puertorriqueños estrechen lazos con sus hermanos proletarios a nivel internacional, a compartir experiencias y lecciones, y a luchar por derrocar al enemigo común. Los obreros conscientes en Puerto Rico entendemos que nuestro internacionalismo no puede expresarse a favor de gobiernos que defienden la explotación capitalista, no importa cuán radical o antiimperialista sean los discursos de sus líderes. Nuestro internacionalismo se basa en el reconocimiento de que la lucha de la clase obrera contra la explotación capitalista, si bien se inicia dentro de territorios nacionales, sólo se completa a nivel mundial. Es precisamente por eso que desde hace más de siglo y medio nuestro grito es: ¡proletarios del mundo, uníos!