Por Abayarde Rojo
Por la información aparecida en la prensa en las últimas semanas y los comentarios del liderato político del país la junta de control federal parece ser una realidad eminente.
La verdad es que desde la invasión del 1898 por el ejército de los Estados Unidos en Puerto Rico ha imperado una Junta de Control y se llama Congreso de los Estados Unidos de América. Así de sencilla es la verdad. Hasta la famosa Constitución de Puerto Rico de 1952 la afirma: “Sección 3. Limitación a las enmiendas – Ninguna enmienda a esta Constitución podrá alterar la forma republicana de gobierno que por ella se establece o abolir su Carta de Derechos. Cualquier enmienda o revisión de esta Constitución deberá ser compatible con la resolución decretada por el Congreso de los Estados Unidos aprobando esta Constitución con las disposiciones aplicables de la Constitución de los Estados Unidos, con la Ley de Relaciones Federales con Puerto Rico y con la Ley Pública 600 del Congreso Octogésimoprimero, adoptada con el carácter de un convenio”.
Pensar que el problema de la Junta de Control Fiscal Federal es un problema colonial es creer que en Puerto Rico hubo en algún tiempo algún tipo de soberanía o autonomía fiscal o política. Nunca la hubo. Las leyes que regulan el comercio y las finanzas en los Estados Unidos se imponen sobre nuestro país; leyes de cabotaje, leyes de comercio interestatal y muchas otras.
Sería un error pensar que la responsabilidad de la Junta será poner las finanzas en orden para que la economía del país se desarrolle. O que esa Junta ayudará a reducir los niveles de corrupción en el gobierno y en la empresa privada. Esta Junta, que estará bajo control de los capitales buitres, simplemente busca controlar las riquezas que genera las desgastadas estructuras coloniales a través de sus mecanismos de tributación y de corporaciones públicas. También se asegurarán de que continúen nuevas emisiones de deuda mediante la transformación de las estructuras coloniales y su capacidad de generar esas nuevas emisiones.
El gran riesgo de esta Junta es para la clase trabajadora. La función, la única función, de esta Junta es asegurar las ganancias y las inversiones de los ciudadanos y las ciudadanas de los Estados Unidos. Debe quedar claro que el interés del pueblo de Puerto Rico no es ni será prioridad para esta junta. Ellos son y serán el enemigo número uno de la clase trabajadora.
Veamos cuales son las prioridades de esta junta:
1) Controlará los gastos del gobierno lo que significará despidos.
2) Continuará la privatización de los sectores productivos del pueblo de Puerto Rico.
Ante los recortes de gastos, el despido y la privatización de los servicios veremos un aumento en los niveles de pobreza, violencia y corrupción y una reducción de los servicios del estado.
3) Controlará los programas de retiro de los empleados y las empleadas públicas.
4) Pero sobre todo, y esto es lo más importante para la clase trabajadora, se enmendará de manera profunda y en algunos casos se eliminarán las leyes de protección del trabajo.Esto es lo fundamental, y el capital lo sabe, que para poder asegurar sus ganancias tiene que reducir los beneficios y los derechos de la clase trabajadora.
El estudiantado universitario está muy claro sobre lo que representa la imposición de esta Junta para el país. Es por esa razón que han decido paros y la posibilidad de una huelga. Uno de sus reclamos es “el rechazo a la Junta de Control Fiscal, independientemente de su composición, criolla o estadounidense”. La clase obrera y trabajadora del país debe tomar nota de las acciones del estudiantado.
Es importante señalar que con el rechazo a la imposición de cualquier junta adicional de control fiscal es necesario rechazar el pago de la deuda nacional. El reconocer dicha deuda, es decir aceptarla como una responsabilidad, es reconocer que el capital tiene derecho a ser compensado por sus malas decisiones, la corrupción y deseo desmedido de ganancia. La deuda es producto de un sistema económico que promueve esa corrupción. Sobre todo un sistema cuyas ganancias son producto de la explotación de los trabajadores y las trabajadoras. Esa deuda sea ha pagado con creces.
La clase obrera y trabajadora tiene una gran responsabilidad y es la de tomar en sus manos el destino de nuestro país. Al igual que el estudiantado universitario debe organizase de manera que pueda combatir todos intentos del capital de eliminar y destruir los derechos y beneficios que se han ganado con lágrimas, sudor y sangre pero sobre todo con lucha, militancia y organización.
La Junta de Control Fiscal no es problema de nuestra relación colonial con los Estados Unidos de Norteamericana. Eso es la bombita de humo. La Junta de Control Fiscal es la forma en que el capital, nacional como extranjero, desea asegurar sus ganancias a través de la explotación de las fuerza de trabajo y de nuestro recursos naturales y controlar la economía del país. Es por esta razón que ninguno de los partidos políticos en la carrera electoral representa los mejores intereses de la clase trabajadora. Todos han aceptado la deuda y la responsabilidad de su pago. Todos han aceptado la necesidad de mantener el sistema económico tal y como esta; con autonomía, con soberanía o con independencia. No importa porque el capital tendrá control.
La clase obrera y trabajadora debe tomar en sus manos la lucha contra cualquier junta de control fiscal. No puede permitir que sean los partidos políticos controlados por ese capital nacional y extranjero quien determine los mejores intereses de ellos y ellas y del pueblo. Esa organización tiene y debe superar la organización sindical. Debe ser una organización donde los intereses de la clase obrera y trabajadora sean los puntos de partida para cualquier acción.
Al igual que el estudiantado ha decido por un paro y la posibilidad de una huelga como forma de hacer valer sus derechos, los trabajadores y trabajadoras deben crear las condiciones e implementar las acciones necesarias para que sus derechos y beneficios sean respetados.
Para los comunistas la organización, la organización de clase, es la única que nos permitirá construir una sociedad más justa, equitativa y democrática. Digamos no a la Junta de Control Fiscal. Luchemos para construir el Poder de la Clase Trabajadora. Luchemos contra nuetro verdadero enemigo: el capital. Luchemos por el Socialismo.
Eso pasa por corruptos por estar robándose» las ayudas que nos dan digo…. Que no son ayudas porque EU nos saca más q eso pero pues aquí se están robando todo y el pueblo es el más afectado esto no puede seguir así
La lucha contra la junta debe ser, una lucha de los partidos que se turnan la administración del país. Estoy de acuerdo con el planteamiento de que la dominación total existe antes de esta junta que proponen. Esta solo es la manifestación mas burda del colonialismo, pero este existe desde antes. Creo que no se debe convocar a los trabajadores a luchar contra la junta, la convocatoria tiene que ser contra el colonialismo bajo cualquiera de las modificaciones que quieran hacer. La lucha contra la junta es una lucha de la pequeña burguesía local, los administradores de la colonia actuales y los aspirantes a administrar la colonia.