Lo que revelan las estadísticas oficiales

por Carlos Borrero

Los componentes de la Junta de Control discal son los gatilleros enviados por los bonistas para impusar las medidas que empobrecerán más a la clase trabajadora
La Junta de Control Fiscal son los gatilleros enviados por los bonistas para impulsar las medidas que empobrecerán más a la clase trabajadora.

El más reciente informe anual sobre el estado de ingresos y pobreza en EEUU elaborado por la Negociado del Censo[i] ha puesto de manifiesto el carácter generalizado de la miseria que existe hoy en día. A diferencia de otros tipos de datos estadísticos que los apologistas del capitalismo suelen destacar, este informe salió con muy poca fanfarria. Sin embargo, en momentos de alzas históricas en los índices bursátiles y niveles de desigualdad social sin precedentes, el informe hace añicos del mito de una supuesta recuperación económica general tantas veces repetido por los propagandistas de la burguesía estadounidense. Más bien, lo que estamos presenciando, según la lógica de los datos contenidos en el informe, es uno de los ataques más agresivos contra las masas obreras que se ha llevado a cabo en la era moderna.

El umbral oficial para ser clasificado como pobre sigue siendo insultantemente bajo a poco más de $24 mil al año para una familia de cuatro. Incluso con este umbral, el informe revela que casi el 15% de la población estadounidense se clasifica oficialmente como pobre. Esto incluye una tasa de pobreza juvenil de 20%, o 1 de cada cinco jóvenes. La realidad más allá de estas cifras, sin embargo, es el alto porcentaje de la población estadounidense que vive rayando la línea oficial de pobreza bajo condiciones de vida muy precarias. El informe también pone de relieve el alto grado de pobreza entre las llamadas minorías raciales y étnicas, así como la persistencia de diferencias de ingresos entre hombres y mujeres. Cuando uno analiza estas cifras a luz de otros datos, como las tasas del salario medio o de participación laboral, se hace evidente que la reciente celebración «oficial» de una baja en la tasa del desempleo a 5,1% el agosto pasado no es más que otro intento de engaño. Un análisis serio de los datos oficiales recopilados revela el horror de la dominación burguesa a que están sujetas las masas obreras, incluso dentro de los centros del sistema capitalista. Lo que han logrado la clase dominante en EEUU y el resto de las potencias capitalistas del mundo en los últimos años es embestir una serie de medidas, incluso una reducción brutal de salarios reales, para debilitar la posición de la clase obrera y aumentar su explotación.

Como la clase dominante estadounidense ha demostrado ser completamente incapaz de plantear una solución viable para los males sociales engendrados por el sistema capitalista tan evidente dentro de sus propias fronteras, debe estar claro para todos, excepto los más ilusos, que tampoco puede proporcionar respuestas a los problemas dentro de su colonia. De hecho, un reciente informe en la prensa colonial[ii] ha destacado el alza en la tasa de pobreza en Puerto Rico durante el año 2014 a más del 46% de la población. Esto representa un aumento respecto a años anteriores a pesar del acelerado éxodo de sujetos coloniales quienes intentan escapar de los males sociales para los cuales no ofrecen ninguna solución viable los defensores pequeño burgueses del capitalismo en Puerto Rico. De hecho, el pretexto de la crisis fiscal tan cacareado ha servido para llevar a cabo ataques aún más brutales en contra de la clase obrera puertorriqueña los cuales se reflejan en medidas draconianas tales como la anulación de convenios colectivos, los despidos masivos y el plan, declarado pública e impunemente, para negarles incluso un aumento magro en el salario mínimo federal a los obreros boricuas. A todo esto podemos añadir el nuevo proyecto de imponer una Junta de Control Fiscal, el cual pone de manifiesto no sólo el cínico intento de dar ‘cobertura política’ a los secuaces políticos a sueldo de la burguesía en la colonia, sino también la farsa de toda la democracia burguesa.

La respuesta de la clase obrera puertorriqueña a esta ofensiva capitalista hasta la fecha refleja la urgencia inmediata de la cuestión de una dirección política revolucionaria. No puede haber duda de que la reorganización de un Partido revolucionario compuesto por los más destacados efectivos de la clase obrera puertorriqueña está en el orden del día. Es precisamente a eso que se dedica el PCPR actualmente. Su tarea fundamental sólo puede entenderse como la de llevar a cabo un programa socialista basado en la conquista revolucionaria del poder político por la clase obrera, la expropiación de los principales medios de producción y la reorganización socialista de la sociedad por las líneas de una democracia proletaria bajo la protección y supervisión de los mismos obreros armados.

 

 

 

[i]https://www.census.gov/content/dam/Census/library/publications/2015/demo/p60-252.pdf

 

[ii] http://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/seacentualapobreza-2101084/

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