Por Abayarde Rojo
Cerca de un centenar de personas de diversas organizaciones, sindicales, comunitarias y políticas se manifestaron frente al capitalio para repudiar el mensaje de Estado del gobiernador Alejandro García Padilla. Mientras el gobernador daba su mensaje, los dirigentes exhortaban a la organización y a honrar el 1ro de mayo, Día Internacional de la Clase Obrera.
Ciertamente, debemos recalcar que en pos de la conmemoración de la sangre derramada por millones de trabajadores y trabajadoras a escala mundial, es sorprendente la poca concurrencia a la actividad de hoy. No debemos olvidadar que los derechos que aún disfrutan ciertos sectores de la clase trabajadora, viene de las luchas y sangre de millones anteriores: jornadas de ocho horas, días de enfermedad, plan médico, entre otros. Con la voracidad del capital, todos estos derechos se han ido eliminando mediante reformas a los convenios y con la táctica de contratos por serviciones profesionales a miles de obreros y obreras.
Para los y las comunistas, es preocupante el desdén que yace en la clase trabajadora, esta inercia peligrosa y perniciosa para la revolución. Los y las trabajadores debemos aspirar a organizarnos desde una perspectiva de clase evitando estar dirigidos por otros sectores que no representan nuestros intereses.
Las reformas son deseables, pero solo la revolución dirigida por la clase trabajadora podrá reidimirnos de la explotación de nuestro trabajo y satisfacer las necesidades de las mayorías desposeídas de la sociedad capitalista.