respuesta a Emma Lazarus
Con la tabla
de mandamientos rota en sus
manos
y su corona de espinas
dobladas hacia afuera,
allá donde el salitre de la
aurora no alcanza arder sus
pupilas,
está la opresión vestida de
mujer, cuya antorcha de
napalm
arde en los cielos
para amenazar a Dios.
Desterradora, cruzada,
becerra de bronce
bajo su manto verde de llagas
finge acunar la fe
pero su cuerpo podrido solo
asfixia
las ciudades donde Lázaro
aún espera.
«¡Sodoma, Gomorra, ese es el
mundo tras mi espalda!» –
grita ella.
Pero no podrá rendirnos su
altura ni sus biblias,
el mundo no lavará sus pies,
no cargaremos sus cruces,
cada guerra será un clavo en
sus muñecas
y cuando el sueño muera y
caiga el faro de la infamia
¡incendiaremos su historia
para que la libertad ilumine
el mundo!
Kidany Acevedo Miranda