
En la noche de ayer trabajadores y trabajadoras de la Unión General de Trabajadores (UGT) paralizaron sus talleres de trabajo, tanto, el Centro Cardiovascular, y la Administración De Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM) del Centro Médico de Puerto Rico. El motivo del paro laboral se debe a la nefasta Ley 66 del 2014 (Ley de Sostenibilidad Fiscal). La misma Ley 66 le quitará derechos laborales ganados en la lucha de clases contra su patrono el Departamento de Salud. Esta lucha no es solamente de los compañeros y compañeras de la UGT, esta debe convertirse la lucha de toda la clase trabajadora en Puerto Rico.
Este paro fue convocado por sectores del sindicato que se oponen al reciente “acuerdo histórico” que alcanzó el liderato que de facto eliminó la negociación colectiva y colocó a discreción del gobierno cualquier cláusula económica. Sin embargo, el liderato del sindicato estuvo presente durante las manifestaciones y piquetes realizados en diferentes áreas del Centro Médico de Río Piedras.
Este resulta un paso positivo de sectores de nuestra clase trabajadora que comienzan a sentir con especial dureza la bota del capital financiero y que al no sentirse representados (as) por la dirección de su sindicato empiezan a movilizarse, y de paso, arrastrando a ese mismo liderato aburguesado.
La coyuntura comienza a perfilarse con posibilidades de que inclusive las matrículas de los sindicatos del gobierno central (ley 45) puedan espontáneamente unirse a la jornada de lucha que han planteado los sindicatos de las corporaciones públicas, Ciertamente estos sindicatos (de las corporaciones públicas) comienzan a proyectarse como portavoces de las aspiraciones del resto de movimiento sindical manteniéndose firmes en los reclamos justos y enfrentándose en su propio escenario de los medios de comunicación a la jauría furibunda de la burguesía criolla.
¡¡Revolución o sometimiento!!
¡¡Comunismo o barbarie!!